Pendientes de cualquier gesto de su jefe. Sánchez sigue encerrado en la Moncloa, sin apenas cogerle el teléfono a nadie. No hay reuniones con su núcleo duro y sólo despacha algunos asuntos urgentes del Ejecutivo. 72 horas para el “día D”. Sus ministros en vilo a la espera de la decisión del presidente. Afirman que lo que está en juego es la democracia y señalan al PP. Lo dice porque en el 93 Aznar no consiguió tumbar a Felipe González. Tres décadas después concluyen que estamos ante ese mismo escenario. Muchos temen realmente que Sánchez se marche, intentan convencerle. Marlaska critica al juez por admitir la querella. El PP no afloja. Los populares también a la espera de la decisión de Sánchez para a partir de ahí preparar distintos escenarios.