El cocido solidario de Lalín reunió en Madrid a 1.611 comensales

Las 1,2 toneladas de carne se cocieron en agua llevada de Galicia // Era a beneficio de las víctimas de los terremotos de Turquía y Siria

Una de las cocineras cociendo los quinientos kilos de grelos / f. once

Una de las cocineras cociendo los quinientos kilos de grelos / f. once / suso souto

La expansión del imperio del Cocido de Lalín no conoce límites. Más de 1.600 personas han disfrutado este jueves en Madrid del Gran Cocido de Lalín con Sabor Solidario, organizado por el Grupo Social ONCE y el Ayuntamiento de Lalín para ayudar a los damnificados por los terremotos de Turquía y Siria y a los bancos de alimentos.

Miguel Carballeda, presidente del Grupo Social ONCE, ha agradecido el gesto solidario de las 1.611 personas presentes y ha señalado que “con este cocido solidario nos comprometimos con algo muy concreto: porque en nuestro país, en torno a un millón de personas necesitan que, diariamente, alguien de forma solidaria les dé de comer”. Carballeda ha afirmado que “cuando la ONCE se compromete, lo cumple” y finalizó su intervención agradeciendo su apoyo a las empresas y a las entidades que han colaborado.

Por su parte, el alcalde lalinense, Xosé Crespo, señaló que este acto multitudinario “se hace en Madrid porque la idea fue de Miguel Carballeda, comendador del cocido. Nos pusimos todos a trabajar y el resultado es que estáis hoy aquí más de 1.600 personas”. “Para nosotros es un honor que el emblema de Lalín, que es el cocido, os haga disfrutar”, añadió el mandatario.

Entre las autoridades asistentes se encontraba también José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, quien agradeció al Grupo Social ONCE la “extraordinaria labor que realiza y la idea de este cocido solidario”.

Miguel Carballeda, 2º por la izquierda, y Xosé Crespo, derecha / f. once

Miguel Carballeda, 2º por la izquierda, y Xosé Crespo, derecha / f. once / suso souto

Representantes de grandes empresas, organizaciones de carácter social, medios de comunicación, agencias publicitarias, periodistas, políticos, deportistas, etc. han disfrutado de este Cocido de Lalín, que se celebró en las instalaciones del Pabellón 6 del Recinto Ferial de Ifema Madrid (cedido de forma solidaria y gratuita para el evento), ocupando seis mil de sus trece mil metros cuadrados de superficie.

Además, otras muchas empresas e instituciones, como Fundación La Caixa, han donado importantes cantidades a Mensajeros de la Paz (la organización que preside el Padre Ángel) para ayudar a los afectados del terremoto en Turquía y Siria, y a la Federación Española de Banco de Alimentos en las acciones que desarrolla en España con personas y familias en riesgo de exclusión.

Un total de siete cocineros, que han liderado un equipo de cocina de cuarenta personas, han gobernado los fogones para preparar este Cocido de Lalín, plato típico de la localidad dezana, mientras que otras 120 personas más han sido las encargadas de servir las mesas.

La elaboración de este multitudinario encuentro gastronómico ha requerido de 200 kilos de garbanzos, 500 kilos de grelos, 600 kilos de patatas, 1,2 toneladas de carne de cerdo (cabeza, costilla, lacón, morro, rabo, panceta y espinazo), 150 kilos de ternera, 60 kilos de gallina y 800 litros de sopa. Y de postre: queso con membrillo, más de 3.000 filloas con miel y 3.200 rosquillas.

Además de los productos gastronómicos, también el agua necesaria para la elaboración del cocido fue llevada expresamente desde Galicia.

DOS CONSELLEIROS.

La Xunta de Galicia también quiso dar respaldo institucional a esta iniciativa benéfica, y estuvo representada por la conselleira de Política Social e Xuventude, Fabiola García, y por el conselleiro de Cultura, Educación, Formación Profesional e Universidades, Román Rodríguez.

Desde el departamento que dirige Fabiola García destacan que “este multitudinario cocido foi preparado por sete cociñeiros lalinenses” y que “ademais da súa faceta solidaria, coa que se pretende recadar uns cincuenta mil euros, tamén serve como plataforma de difusión do prato e dos produtos galegos”.

Los asistentes se repartieron en mesas redondas en el espacio se dividió en cuatro sectores por colores para permitir que los camareros (más de cien) pudieran servir en las mejores condiciones.