El Castro Lupario va a recuperar su sendero perimetral gracias a 14 jóvenes voluntarios
Procedentes de Francia, Alemania, República Checa o México, además de españoles, los chavales se sumaron al campo de voluntariado internacional en Rois
Está claro que el Castro Lupario fue uno de los recintos fortificados de la Edad del Hierro más importantes de la comarca compostelana... pero dificilmente podrían imaginarse sus antiguos habitantes, los amaecos, que el interés por los restos movilizaría a jóvenes de distintos continentes. Así, catorce chavales de Francia, Alemania, República Checa o México, además de españoles, se sumaron al campo de voluntariado internacional preparando un recorrido que permita perimetrar la citania por fuera de sus milenarias murallas. Su labor, que incluye el mantenimiento de la corona, se prolongará hasta el próximo día 17.
Así lo quiso destacar el regidor de Rois, Ramón Tojo que, acompañado por el edil Manuel Cobas, visitó a los voluntarios para agradecerles su labor y entregarles una medalla municipal como integrantes del campamento, con edades de entre 18 y 30 años. Su estancia pretende, por un lado, que se familiaricen con la arqueología y, por otro, saber valorar el importante patrimonio ancestral de Rois. Para ello, se ha puesto a su disposición la escuela unitaria de Os Dices, donde llevan a cabo sesiones de estudio y clasificación de material arqueológico en las que aprenden a identificar, medir, dibujar o fotografiar restos reales.
Asimismo, visitaron otros yacimientos existentes en el municipio, como el castro Socastro o un petroglifo encontrado en las laderas del monte del Castro Lupario, para hacer labores de prospección.
El Castro Lupario, identificado como el hogar de la legendaria Raíña Lupa, continúa suministrando importantes hallazgos, tal y como subraya el director arqueológico del campo, David Fernández Abella. Los voluntarios contribuyeron este año a identificar un posible ídolo de piedra que los vecinos de Castro de Angueira descubrieron en la muralla. Estos restos se unen a otros, como un petroglifo con círculos concéntricos que se encuentra en el Museo do Pobo Galego o una cabeza humana de piedra que exhibe el Museo das Peregrinacións, y que dan cuenta de la relevancia que en su día tuvo que tener el castro, algo que le valió la ansiada declaración como Ben de Interese Cultural (BIC).
Pero, por supuesto, no todo va a ser arqueología, ya que el campo de voluntariado incluyó numerosas iniciativas de ocio. Bajo la dirección de Pilar Lago, los participantes disfrutan de actividades de naturaleza y aventura como tiro con arco, lasertag o kayak en las instalaciones de Galipark, además de bañarse en la piscina o hacer excursiones a otros lugares de Galicia como Santiago o el Castro de Baroña y Ribeira.
Asimismo, tuvieron la oportunidad de conocer también el pazo roisense de O Faramello, que acogió la primera fábrica de papel de Galicia. Allí, Ramón Tojo le entregó a cada participante una medalla de recuerdo en la que se puede ver la vieira que, como símbolo del Camino de Santiago, exhibe el escudo de Rois.
- El Correo Gallego - Diario de la capital de Galicia
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