La saturación del vertedero de Serra do Barbanza pone en jaque la recogida de basura en 9 concellos

En tres semanas ya no podrá recibir más residuos

La Mancomunidad, que espera la autorización de la Xunta para abrir uno transitorio, planea habilitar otro en Rois, donde no consta todavía ningún proyecto al respecto

Vista parcial del vertedero de la Mancomunidad Serra do Barbanza, ubicado en Lousame y al borde de su saturación / r.s.

Vista parcial del vertedero de la Mancomunidad Serra do Barbanza, ubicado en Lousame y al borde de su saturación / r.s. / suso souto

El servicio de recogida de basura podría empezar a complicarse dentro de tres semanas para los nueve concellos que envían sus residuos a la planta de la Mancomunidad Serra do Barbanza si antes no se habilita un nuevo vertedero. Y es que ése es el plazo en el que se estima que se agotará la capacidad del actual.

El vertedero, ubicado en los terrenos anexos a la planta de tratamiento de residuos de Lousame que en su día fueron alquilados por la Mancomunidad, tiene una superficie de 4.284 metros cuadrados. Hace dos semanas, la empresa adjudicataria del servicio (FCC) advirtió que en el plazo aproximado de un mes estará saturado, estimando que recibe una media de 59,62 toneladas de basura por día, procedentes de los seis concellos socios de la Mancomunidad (Carnota, Muros, Noia, Porto do Son, Lousame y Brión) y los tres que tienen la condición de clientes (Rois, Ames y Pontecesures).

La entidad planificó en su día habilitar un vertedero de transición en un terreno anexo, de 4.221 metros cuadrados, que permitirá el depósito de residuos durante uno o dos años, a la espera de que se construya otro más amplio en Rois. Sin embargo, ese recinto temporal necesita un permiso de la Xunta de Galicia que todavía no se ha recibido y que ya fue solicitado por el anterior presidente de la entidad (el alcalde de Carnota, Juan Manuel Saborido).

Esta situación se produce precisamente en un momento en el que acaba de caducar el contrato suscrito por FCC el 23 de septiembre de 2003. Y, aunque la empresa debe seguir prestando el servicio, considerado esencial, estará en su derecho de solicitar una revisión del precio.

Una de las alternativas que no se descartan en este momento es la de enviar la basura a la planta de Sogama hasta que se autorice el vertedero transitorio, lo cual repercutirá en el coste. Así las cosas, la Mancomunidad tiene por delante un proceso de redacción de los pliegos para licitar de nuevo el servicio. Un trámite que deberá comenzar por algo tan básico como determinar qué concellos serán socios de pleno de derecho de la entidad, pues hace tiempo se abrió el debate respecto a la posibilidad de que los tres que ahora tienen la condición de clientes (y que pagan una cuota anual en función del número de habitantes y de la cantidad de basura que envían al vertedero de Lousame) puedan incorporarse como socios si así lo desean.

Ubicación del vertedero transitorio que se prevé abrir en Lousame / r.s.

Ubicación del vertedero transitorio que se prevé abrir en Lousame / r.s. / suso souto

En cuanto al proyecto para construir un nuevo vertedero en unos terrenos adquiridos en su día por la Mancomunidad en Rois y que tendría capacidad para aproximadamente una década, ni siquiera fue aprobado aún por esta entidad y, cuando lo apruebe, deberá recibir el visto bueno de la Xunta y contar con la licencia del Concello de Rois, cuyo alcalde, Ramón Tojo, aseguró a este diario que no tiene constancia del mismo. “La Mancomunidad puede tener una declaración de intenciones, pero sobre mi mesa no hay ningún proyecto al respecto”, dijo.

La diputada autonómica del BNG Rosana Pérez anunció varias iniciativas para instar a la Xunta “a resolver o máis rapidamente posible a autorización para que se poida abrir o vertedoiro provisional coa maior brevidade posible e non haxa que enviar os residuos a outra planta”.

“Lo que no se hizo durante años no se puede hacer en unos días”, señala el nuevo presidente de la entidad, Pablo Lago

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La Mancomunidad Serra do Barbanza tiene claro que la apertura de un vertedero transitorio es una solución temporal para uno o dos años. Pero lo cierto es que la saturación del recinto actual le pilla con los deberes pendientes respecto al proyectado en Rois. Y, mientras el BNG denuncia la “inacción da presidencia da Mancomunidade nunha situación crítica” y la “falta de implicación das últimas alcaldías que presidiron a planta, que non tomaron a iniciativa para dar solucións á finalización do contrato coa empresa concesionaria nin á inminente colmatación do vertedoiro”, el nuevo presidente de la Mancomunidad, Pablo Lago (regidor de Brión), que asumió el cargo en esa entidad hace dos semanas, señala que “lo que no se hizo en años no se puede hacer en días”. La alcaldesa de Muros, María Lago, dijo que “estamos nun momento crítico e o importante é garantir os postos de traballo e a continuidade do modelo de xestión do lixo da planta de tratamento de Lousame”.