Vecinos solidarios forman una piña para reconstruir la vivienda que ardió en Tordoia

Ari y María, junto a sus dos hijos, recibieron un aluvión de donaciones de ropa y enseres, y ahora piden colaboración para acometer las obras

Jonathan, de Cabaleiros, ya se ofreció a suspender sus vacaciones para reconstruir el tejado, vital para salvar el resto de la estructura

Retirada de los escombros en la vivienda que ardió en Tibiáns, Tordoia

Retirada de los escombros en la vivienda que ardió en Tibiáns, Tordoia / Ari

Imagínese que usted apuesta por el rural, y decide trasladarse con su familia desde el entorno de A Coruña hasta una aldea de la comarca compostelana, en este caso la de Tibiáns (en Tordoia). Pues ahora piense lo que podría sentir si, a los tres meses, le llaman a su puesto de trabajo alertando de que se está quemando el inmueble donde decidió emprender una nueva vida, y comprueba que se ha quedado sin nada. Pues esto es lo que tuvieron que sufrir Ariadna y María, la pareja con dos hijos que el pasado día 14 vieron como se calcinaba la vivienda que con tanto esfuerzo ayudaron a conformar. Pero no están solas, porque siguen lloviéndoles las donaciones para reconstruir la casa, e incluso un lugareño, Jonathan, ha decidido cancelar sus vacaciones para levantar el tejado calcinado.

“A las ocho de la mañana de este lunes ya había vecinos para ayudarnos a desescombrar”, apunta Ariadna, que estos días continúa con las labores de limpieza junto a María y un auténtico batallón de voluntarios, así como miembros de la cuadrilla municipal. El problema es que del inmueble apenas quedan las paredes, “y nos avisaron de que se podrían perder o deteriorar en caso de que no se cerrase la cubierta”, por lo que la ayuda de Jonathan, de Cabaleiros, se revela tan oportuna como importante.

María y Ariadna, la pareja con hijos a la que se le quemó la casa  ayudando a retirar materiales

María y Ariadna, la pareja con hijos a la que se le quemó la casa ayudando a retirar materiales / Ari

La misma fuente echa la vista atrás, y recuerda que “fue a mediodía cuando me llamaba María, llorando, trasladando que los vecinos le habían alertado de que la casa estaba ardiendo, y la uralita del tejado estallando”. Apenas se lo creía, y tuvo que dejar su puesto de trabajo para acudir a pie del siniestro como un rayo. “La verdad es que lo perdimos todo, y los niños –de 2 y 4 años, ambos escolarizados en el municipio– solo tenían lo que llevaban puesto y la mochila”, narra con el susto aún en el cuerpo.

Compraron esta casona rural hace un par de años, pero no fue hasta comienzos de curso cuando completaron la mudanza y se instalaron allí. Pero nada les hizo pensar que un lugar tan tranquilo como Tibiáns, con capilla del Rosario incluida y un censo que no alcanza ni la docena de vecinos, podía ser marco de un suceso de este calibre. Esa misma jornada, el fatídico jueves 14 de diciembre, comenzaba el aluvión solidario en el municipio: primero fueron los propios convecinos los que se brindaron a ayudar en lo que fuera, pero luego se presentó el Ayuntamiento, con su alcalde Antonio Pereiro al frente, para solventar la cuestión habitacional de estas cuatro personas. Y lo hizo en tiempo récord.

“Non está ben que eu o diga, pero en cuestións de horas xa estaban instaladas na antiga escola de Viladeabade, que temos acondicionada como vivenda social e xa atendeu outro caso, curiosamente tamén despois dun incendio, hai uns dous anos”, apunta el regidor. Además de completar y adaptar el menaje y enseres para las dos mujeres y los pequeños de corta edad, e incluso realizar la compra, otros residentes en Tordoia se ocuparon de sumistrarles ropa y electrodomésticos indispensables para su día a día.

REDES. Al hilo, la pareja explica, esta vez en su Facebook Casa Tordoia, que “nos hemos quedado sin ropa, camas, muebles, juguetes, libros de los niños, ordenadores, cosas de mucho valor sentimental que jamás vamos a recuperar, pero sí que seguirán en nuestro recuerdo. Nos lo han repetido a lo largo de estos días y tienen toda la razón, es sólo material, lo importante es que estáis vivos. No os podéis imaginar lo agradecidas que estamos a todos”, reseñaban, aplaudiendo también la labor de los Bombeiros de Ordes, que lograron salvar buena parte de la estructura construida, pero también la de la Policía Local. “Aún estamos en shock, no sabemos cómo podemos recompensaros todo lo que estáis haciendo, algún día esperamos poder hacerlo de alguna manera”, divulgan a través de sus redes sociales.

Respecto a la cuestión de los gastos y la valoración de la reconstrucción, todavía es pronto, pero Ariadna se pregunta “¿cómo voy a valorar lo que cuesta nuestra casa? es nuestro hogar, y lo construimos juntas”, trasladaba ayer a este periódico.Pero lo que tienen claro es que hay esperanza, porque el dictamen de los técnicos aparejadores (en este caso, familiares de la pareja), “nos asegura que la vivienda se puede arreglar, y los muros aguantan”. Y en estas labores de reparación se encuentran ahora. En cuanto a las causas, “creemos que aún no las deben de tener muy claras, porque nos dicen que todavía no nos pueden decir nada”, aunque podría tratarse de un cortocircuito o quizá la combustión de algún elemento dentro de la propia casa de Tibiáns. 

Los interesados en colaborar pueden hacerlo a través del bizum (el nuevo teléfono habilitado es el 623 065 092) o mediante transferencia al BBVA (ES85 0182 9465 6202 0913 7813 o La Caixa (ES24 2100 3868 0702 0016 8244). No han contabilizado todavía las primeras donaciones, pero posiblemente se cuenten ya por cientos de euros, y animan a todo aquel que quiera aportar algo, “sea lo que sea” a hacerlo a través de los medios que se acaban de aportar. “Todo ese dinero íntegro será para rehabilitación de la vivienda“, concluían.