Vecinos de Reino exigen un paso seguro a su marquesina: “Estamos peor que hai cen anos”

Llevan más de dos décadas reclamando una pasarela para coger el bus sin jugarse la vida

La reforma de la carretera AC-544 en Ames ‘cercenó’ con tres carriles el acceso a la parada

Vecinos de Reino, en Ames, reclaman un acceso seguro a la marquesina

Marcos Manteiga Outeiro

Los vecinos de Reino (Trasmonte, Ames), llevan más de 20 años poniendo de manifiesto que no hay manera de acceder a la parada del bus de Reino, pero sin que nadie sea capaz de solucionarlo y con tres atropellos mortales ya, según sus cuentas. Justo entre el grueso de la población y la marquesina, la Xunta habilitó tres carriles de circulación al reformar la AC-544, pero sin pasos de cebra, subterráneos o elevados que permitan sortear el muro de asfalto. Desde la Consellería de Infraestruturas ya han contestado, pero para aclarar que al ser un tramo interurbano, no hay posibilidad de habilitar un paso de peatones.

Así las cosas, las primeras reclamaciones en firme que saltaron a los medios llegaban en 2009, cuando la asociación vecinal presentaba un documento ante el Ayuntamiento y en la Xunta –titular del vial– acompañado de doscientas firmas reclamando una solución. Las quejas se sucedieron con los años, y uno de los lugareños, Manuel Rey, saltaba a las páginas de este diario al abogar por la posibilidad de construir un túnel, parecido al que pasa por debajo de la misma carretera para llevar a Leboráns, o, en su defecto, una pasarela. Esta última alternativa parece la más factible, si bien Infraestruturas no se moja, y adelanta que “como se fai en toda a rede autonómica, desde a Xunta daráselle seguimento á situación deste punto en materia de seguridade viaria por se fose preciso adoptar algunha medida nese sentido”, destacan sus responsables.

El problema es que cuando se diseñó la nueva carretera a finales del siglo XX, no se tuvo demasiado en cuenta que iba a dividir en dos la población. Y, paradójicamente, en la orilla en la que se ubica la marquesina apenas quedan 3 inmuebles, mientras que la mayoría de sus habitantes están del otro lado de la AC-544. Son, en total, unas 40 personas, “pero a esta parada antes viñan ata medio cento de persoas de Burgueiros, Suevos ou Sorribas; agora non hai case ninguén porque non se pode empregar a parada”, según un vecino.

Otra vecina hacía hincapié en que “estamos peor que hai cen anos”, y lamentaba que “hai moito tránsito de coches a gran velocidade pola zona”. Esta circunstancia, unida a las víctimas y colisiones registradas en los últimos años propició que Tráfico sitúe sus radares móviles de forma constante en este mismo entorno, pero el problema sigue estando ahí.

“Nalgunhas ocasións ves xente cruzando que ten que dar a volta pola velocidade á que baixan os vehículos”, aportaba una cuarta residente, con la convicción de que una pasarela podría ser la mejor solución.