Legia 66 - 74 Obradoiro

El Obradoiro tira de oficio para derrotar al Legia en una guerra abierta hasta el final

Los santiagueses llegaron a ir diez abajo en el segundo cuarto, pero realizaron una segunda parte sensacional en la que estuvieron más ordenados que sus rivales

El SIG Strasbourg espera en la final de este sábado a los compostelanos tras derrotar al Legia por 66-74

Un momento del partido del Monbus Obradoiro frente al Legia

Un momento del partido del Monbus Obradoiro frente al Legia / FBW

Antalya - Enviado especial

Llegaba la segunda batalla que debía librar el Monbus Obradoiro para estar en la Basketball Champions League (BCL) con un hueso duro de roer como es el Legia de Varsovia. En el encuentro previo, el SIG Strasbourg (Francia) venció al Ironi Hay (Israel) en un final de infarto (79-74) en el que los iraníes habían logrado remontar una desventaja de 8 puntos que cargaban a falta de tres minutos. Pero la fortuna estuvo del lado de los franceses con un triple de Hugo Invernizzi que terminó con la esperanza de los israelíes.

Los compostelanos llegaban al encuentro con la baja de Rigoberto Mendoza, que finalmente estará fuera de las pistas durante dos semanas tras sufrir una fractura de las apófisis transversas derechas en tres vértebras lumbares. De este modo entraba Fernando Zurbriggen en la convocatoria de Moncho Ferández para la segunda prueba de fuego del Obradoiro.

Jordan Howard, tras un primer encuentro espectacular, saltaba a la pista de inicio junto a Eric Washington, Thomas Scrubb, Tres Tinkle y Artem Pustovyi.

Si Kolenda dejaba un mensaje para el obradoirismo, lo hacía también para la plantilla abriendo la lata con un triple, que rápidamente contestaría Scrubb. Pese a todo, el polaco lograría otra canasta al inicio, demostrando que quería tener otra gran actuación en esta fase previa.

Aficionados del Obradoiro en el Multiusos de Sar viendo el partido contra el Legia en una pantalla gigante

Aficionados del Obradoiro en el Multiusos de Sar viendo el partido contra el Legia en una pantalla gigante / Antonio Hernández

El partido comenzaba con un intercambio de canastas atractivo para el público, destacando el acierto desde el triple en los dos lados y con el alero canadiense del Obradoiro a un muy alto nivel en ataque y defensa. Pese a todo, ambos equipos cometían varios errores traducidos en pérdidas, viéndose especialmente inseguro a Pustovyi y a Moncho muy encendido, especialmente tras un campo atrás protagonizado por el ucraniano y Washington.

El partido estaba igualado con ventaja para los santiagueses (17-20) con menos de tres minutos, momento en el que el Legia perdería a uno de sus jugadores. PJ Pipes se torcería el tobillo y se iría al banquillo. La intensidad física del choque quedaría marcada desde el primer cuarto, en el que los dos equipos llegaron a las cinco faltas y con un marcador de 21-22 para el Obra, con un Scrubb on fire con 10 puntos, 4 rebotes y jugando los diez minutos completos.

Tras el paso por los banquillos, los dos equipos regresaban a pista y el Obra comenzaba algo perdido, especialmente un Pol Figueras que rápidamente sustituiría Moncho tras un par de malas acciones para dar entrada a Washington. Los polacos salían más agresivos y Moncho apostaba por el doble base añadiendo a Fernando Zurbriggen. El cuarto era intenso y se palpaba en el técnico con sus usuales gritos que sorprendían al público presente, no acostumbrado como lo está el de Sar.

Los jugadores del Obradoiro en un tiempo muerto del encuentro frente al Legia

Los jugadores del Obradoiro en un tiempo muerto del encuentro frente al Legia / André Couce

La igualdad predominaba, con más defensa y menos puntos. El Obra no se daba encontrado en ataque con Pustovyi, muy lento en el pick&roll y con mucho tiempo fuera de la zona, aunque quizás es lo que buscaba Moncho para que los ‘pequeños’ pudieran penetrar. Pese a todo, el ucraniano salía y entraba Marek Blazevic, ofreciendo más alternativas en la ofensiva.

El Legia estaba mejor en pista, buscando un partido rudo en defensa que les favoreciera. Además, el conjunto polaco estaba más acertado en ataque y ponía el marcador a su favor con dobles dígitos (40-30). Aún así, el Obra lograba anotar para cerrar la primera parte sin la barrera psicológica del +10 para los rivales.

Los dos equipos se marchaban a los vestuarios y Moncho Fernández debía de buscar soluciones para poder aprovechar el talento ofensivo de los suyos ante el baloncesto físico de los polacos. Mientras, Wojciech Kaminski, técnico del Legia, debía de mantener esa intensidad en el encuentro y buscar las transiciones para anotar.

Los compostelanos entraban con más actitud en ataque, pero el acierto no les acompañaba en un mal comienzo de los polacos que debían aprovechar. Seguía sin aparecer Pustovyi, que no se terminaba de encontrar pero lo peleaba y anotaba un tiro libre tras sacar la falta a Dariusz Wyka, pero se retiraría para el segundo por molestias tras el golpe que este le propinó y Blazevic erraría el segundo.

El Legia estaba totalmente desaparecido y errático, con solo cuatro puntos en el cuarto y muchas pérdidas. El Obra lograba remontar lento pero seguro, con dos triples de Washington, el jugador con más actitud y liderazgo en el tercer cuarto, para empatar el partido (44-44). Pedía tiempo Kaminski, buscando cambiar la actitud de su equipo.

Volvían mejor el Legia, pero los santiagueses no cortaban su ritmo y el partido se convertía en un intercambio de canastas con defensas muy entregadas y cargadas de contactos. El Obradoiro lograba terminar el cuarto con empate por 51 a 51 y con una versión mucho mejor que la de sus rivales para afrontar el último.

Saltaban los dos equipos a pista para los diez minutos finales, donde la intensidad físca volvía a hacer acto de presencia. Pero el Obra seguía siendo el equipo más fuerte y ordenado, tomando mejores decisiones y la delantera con un Washington que era el líder total del encuentro (52-60).

Pedían tiempo en el banquillo del Legia y entraban mejor en pista, menos precipitados y sumando puntos para reencontrarse. Algunas decisiones arbitrales acompañaban la resistencia polaca, pero aparecía el capitán, Álvaro Muñoz, para poner tierra de por medio, con dos tiros libres y un gran triple que estuvo bien punteado (60-66).

Thomas Scrubb intenta un tiro a canasta en el partido frente al Legia de Varsovia

Thomas Scrubb intenta un tiro a canasta en el partido frente al Legia de Varsovia / FBW

Entraban los dos equipos en el tramo final del choque con todo por decidir y con el Legia buscando con mayor agresividad el aro en transición para sacar puntos o tiros libres con las cinco faltas de los compostelanos en el luminoso. El Obradoiro tenía todo de cara tras un gran triple de Scrub que ponía el +8 (64-72), pero el Legia no se detenía e iba con fuerza buscando el aro. Pero los santiagueses lograban quemar el balón para terminar ganando el partido 66-74.

De este modo los compostelanos jugarán la final de la fase clasificatoria de la BCL que decidirá si los compostelanos se llevan el billete o si el Strasbourg les arrebata el sueño. Todo se decidirá este sábado, a las 19.00 horas, en el Antalya Arena.