El Obradoiro hace historia saboreando las mieles de la gloria en su debut europeo

El conjunto compostelano fue muy superior al Mornar Bar, que no pudo ofrecer ningún tipo de resistencia ante la máquina perfecta armada por Moncho Fernández

Rigoberto Mendoza sufrió un golpe en la espalda que lo dejó fuera del partido

Antalya - Enviado especial

Llegaba el gran día. El Monbus Obradoiro desembarcaba en el Antalya Sports Arena para disputar el primer choque de sus casi 53 años de vida en competición europea, siendo la Basketball Champions League el marco del hito histórico. Los jugadores se sentaron en la grada sobre las 18.50 horas (una hora más en Turquía) para asistir al encuentro previo al suyo entre el Legia de Varsovia (Polonia) y el Fribourg Olympic (Suiza).

Los compostelanos llegaban a la vez que su rival, el Mornar Bar (Montenegro), para comprobar el oponente que ambos esperaban tener en la siguiente ronda. El primer semifinalista estaba decidido. El Legia se impuso al Fribourg por 70-59 en un polémico enfrentamiento en el que el arbitraje dejó mucho que desear en contra de los suizos. Obradoiro y Mornar confiaban en que su choque disfrutase de una mejor actuación de los colegiados y que ganase el mejor de los conjuntos.

Moncho Fernández debía de realizar un descarte en la convocatoria para el choque europeo, siendo Fernando Zurbriggen el damnificado a raíz de la imposición de la competición que obliga a presentar cinco jugadores nacionales.

El encuentro daba comienzo y los compostelanos salían con una presión más asfixiante y física con un gran trabajo de sus exteriores Thomas Scrubb, Eric Washington y Rigoberto Mendoza, quien aportó los primeros cuatro puntos del partido con dos grandes penetraciones. Pese a todo, los montenegrinos también buscaban el aro con fuerza y conseguían sus primeros puntos con Alex Gavrilovic y Dwight Murray Jr.

El Obra comenzaba liderando el choque (7-12) y se hacía fuerte en la canasta rival pudiendo generar segundas ocasiones al ganar el rebote ofensivo. La sensación del encuentro era que los santiagueses tenían más recursos pero que el Mornar Bar sabía aprovechar sus virtudes para que su rival no se despegase. Con la segunda unidad de ambos equipos en pista, se remarcaba la diferencia de talento y la contundencia en el poste de los obradoiristas, trasladándose la diferencia al marcador (10-18).

Contestaba con un triple Vranjes, tratando de recuperar terreno, pero Jordan Howard respondía con la misma moneda, con un Obra que quería poner el acelerador para irse en el cuarto (13-21).

Comenzaba el segundo y Howard seguía dinamitando el choque. Su ritmo frenético y su capacidad de levantarse rápido para tirar sirvió para anotar con una gran penetración y lograr un triple que situaba la diferencia en 13 puntos, el doble que sus rivales, forzando el tiempo de Mihailo Pavicevic.

Pese a todo, a los montenegrinos se les veían las costuras, sin rotación en el poste ante el físico de los compostelanos, donde solo Gavrilovic cumplía los requisitos. Las ayudas sobre el poste generaron espacios exteriores que Álvaro Muñoz supo aprovechar para anotar dos triples, acompañado de otro de Howard (18-37). Mientras, en ataque, solo Murray Jr parecía proponer algo y el parcial era de 3-16 al ecuador del cuarto.

Pese al amplio margen, con las gradas con muy pocos espectadores, se escuchaba a Moncho gritar pese a la gran distancia. Siempre inconformista, porque el Obradoiro es un lugar de trabajo y nunca hay que relajarse. Y no lo hicieron sus hombres con un triple de Pol Figueras y un robo en el saque de balón que se convertía en canasta y que provocó el enfado de Pavicevic, acompañado de un tiempo. Salía Murray Jr y rompía el parcial con una canasta, pero Mendoza contestaba con un triple al que respondería Vranjes. El Mornar volvía a aparecer en el encuentro en ataque.

Música callejera y ambiente vacacional en Antalya

André Couce

Aún así, resultaba insuficiente. El Obra era una máquina casi perfecta, prácticamente aún en pretemporada, pero demostrando madurez en su juego y entendimiento en la pista. El talento también fue un factor clave, siendo muy superiores los compostelanos. Para poner la guinda, una rotación de doce jugadores frente a una de diez, especialmente afectada en el poste. Así, el +33 se imponía en el marcador al cierre de la primera parte con un espectacular mate de Mendoza (23-56).

Volvían de los vestuarios ambos equipos, con un Obra que venía de hacer un gran trabajo y un Mornar Bar insuficiente para medirse a los santiagueses. Pavicevic debía de buscar soluciones en los dos campos, algo que se antojaba complicado. Comenzaba la segunda parte y los montenegrinos salían más agresivos en defensa, forzando algún fallo en los santiagueses.

Marek Blazevic trabajaba bien a la ofensiva en el poste a Gavrilovic y Howard seguía de dulce, con confianza en ataque para levantarse y sumar por la línea exterior. Mientras, el Mornar mostraba poco poder de reacción y solo cuatro anotadores entre sus diez hombres, prueba de su falta de recursos en pista.

Sergi Huguet saltaba a la pista para disfrutar de minutos en el hito europeo, poniendo el granito de arena de la cantera obradoirista. Mientras, el Mornar Bar lograba intercambiar canastas con el Obra, pero el saldo no les salía en positivo ante un Howard con instinto asesino y la muñeca caliente (35-69). Las malas noticias para el Obra llegarían con un golpe en la espalda de Mendoza contra la base de la canasta tras anotar, propiciando que saliese lastimado del encuentro dejando su sitio a Álvaro Muñoz. Le pasaría lo propio al que estaba siendo el mejor de los montenegrinos, Nemanja Vranjes, con 16 puntos en el partido, saliendo de la pista tras lesionarse al caer en medio de una posesión obradoirista. Terminaba el cuarto con el Mornar Bar recortando 3 puntos (41-71).

Comenzaban los diez minutos finales que debía transitar el Obra para saborear las mieles del éxito en su debut europeo. Si Huguet hacía historia desde el marco de la cantera al saltar a pista, lo remarcaba anotando un triple para sumarse a los anotadores compostelanos y seguir escribiendo páginas en un capítulo histórico para el club.

Poco más ofreció el cuarto, con los santiagueses dando minutos a algunos de sus reservas y rotaciones a los pívots para gestionar el cansancio físico con la vista puesta en la próxima eliminatoria. Terminaba el partido con un claro 56-90 en el marcador y con otra página de la historia del Obra escrita de la mano de Moncho, una que continuará este jueves a las 20.00 horas ante el Legia de Varsovia.

Gran ambiente en el Multiusos Fontes do Sar

Más de 500 personas acuden al Multiusos do Sar para ver el partido contra el Mornar Bar

Cedido

El pabellón de Sar fue una fiesta y el ambiente vivido en sus gradas, con más aficionados que en el propio pabellón en el que jugó el Obradoiro, puede animar a que aumente la cifra de seguidores del club santiagués que acudan el próximo jueves a lasocho de la tarde a ver otro decisivo choque, esta vez ante el Legia Varsovia polaco.