Bioga supera el centenar de socios y se consolida como referencia en el sector biotecnológico estatal

La confluencia de instituciones provenientes de áreas de toda la cadena de valor, desde la universidad a la empresa, confiere un especial dinamismo al espacio ‘biotech’ gallego

Una trabajadora en los laboratorios de Zendal, una de las firmas socias del Cúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida de Galicia

Una trabajadora en los laboratorios de Zendal, una de las firmas socias del Cúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida de Galicia / Cedida

“Un verdadero punto de inflexión”. De esta manera definen desde el Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida de Galicia (Bioga) el pasado año para el ecosistema biotecnológico de la comunidad. Y es que tras un 2022 de crecimiento, tanto en el número de empresas como en su cifra de negocio, durante 2023 Galicia afianzó esta progresión, posicionándose como la segunda autonomía más bioemprendedora de España, según los datos aportados por el Informe Asebio 2023. Una situación que ha atraído las miradas y el interés acerca de lo que está ocurriendo en la esquina noroeste peninsular tanto a nivel de nuevos proyectos como de inversión en un ámbito que se presenta de cara a los próximos años como “la palanca” para fomentar la innovación en sectores más tradicionales de la economía.

En este sentido, Bioga dio la bienvenida durante el pasado curso a 21 nuevos socios que le permitieron superar por primera vez el centenar de asociados, sumando un total de 115. Además, con instituciones provenientes de áreas de toda la cadena de valor, desde universidades, centros de investigación y centros tecnológicos a fundaciones biomédicas, empresas y fondos de inversión.

Es precisamente esto lo que provoca que Galicia destaque en el sector biotecnológico estatal, al conformarse como un ecosistema empresarial muy dinámico, constituido por startups altamente innovadoras que surgen gracias a la transferencia de conocimiento de las universidades, además de pymes en proceso de expansión y grandes empresas que están comenzando a mostrar su capacidad de dinamizar el tejido empresarial de la comunidad.

Es por ello que, de cara al 2024, desde Bioga apuntan que el objetivo es estabilizar y fortalecer esta posición, una vez superado ya el ecuador de la Estrategia de Consolidación que el sector se fijó para el periodo 2021-2025. Pero, gracias a ese viento de cola, no pierden la ambición y buscarán también que la biotecnología gallega logre una mayor expansión internacional, de modo que Galicia pueda ser referente no solo a nivel estatal, sino también europeo.

No obstante, para ello es fundamental la captación de fondos e inversiones, más si cabe en un periodo en el que el alza de los tipos de interés encarece sustancialmente la financiación de los proyectos. En este aspecto, desde Bioga se han planteado ya soluciones como el impulso del Bio&Tech Smart Capital –el fondo gallego de inversión especializado en la biotecnología–. Eso no quiere decir que todo esté hecho. Desde el sector destacan que es fundamental mantener la colaboración público-privada así como la atracción de nuevos inversores que realicen apuestas de mayor volumen, para facilitar el escalado de aquellas compañías que ya han demostrado la viabilidad y éxito de su modelo de negocio.

Para ello, cuentan con un aval muy importante y es el potencial de crecimiento de un sector que ya ha sido designado por la Comisión Europea como uno de los ámbitos clave, junto con la Inteligencia Artificial o la tecnología cuántica, para aumentar la competitividad y modernización de la industria de la Unión Europea. Y que además, en el caso gallego, se expande en ámbitos económicos tan dispares como la gestión y aprovechamiento de los recursos marinos, la producción y aprovechamiento agroganadero y forestal o el desarrollo de nuevas tecnologías para la medicina personalizada, además de la producción de fármacos y vacunas. Siempre con un enfoque dirigido a la sostenibilidad medioambiental y la economía circular. En definitiva, un sector completamente alineado con los principales retos económicos y sociales que se presentan en el futuro más inmediato.

La facturación de las biotecnológicas gallegas durante el pasado año ascendió a los 1.500 millones de euros, lo que supone aproximadamente el 2% del PIB de la comunidad. Desde Bioga prevén que durante 2024 la senda de crecimiento del sector se incrementará, superando los 1.700 millones de euros a final de año.

El sector biotech genera en Galicia 5.600 empleos directos. Una cifra que crece en torno al 10% anual. Por ello, el objetivo de Bioga en 2030 es rondar la cifra de las 10.000 personas involucradas en actividades biotecnológicas , con un alto porcentaje de empleados dedicados a tareas de investigación y desarrollo.

"La biotecnología está empezando a lograr dinamizar la economía gallega”

José Manuel López Vilariño - Presidente de Bioga

José Manuel López Vilariño - Presidente de Bioga / Cedida

Cabe pensar que la colaboración público-privada es fundamental para generar un sector estratégico en torno a la biotecnología. ¿Ha sido efectiva esa colaboración?

Sin duda, la colaboración público-privada impulsada estos últimos años ha sido imprescindible para dotar al tejido empresarial de las herramientas necesarias para generar un ecosistema propicio para su crecimiento y consolidación, con especial foco en la retención y atracción de talento, el fomento del emprendimiento y la generación de valor a través la transferencia de resultados de investigación. Con estas herramientas de apoyo, el crecimiento ha sido mayor de lo esperado, superando en todo momento los indicadores previstos, lo que indica que la apuesta realizada ha sido correcta y que es momento de mantenerla, para así empezar a recoger el fruto de un buen e intenso trabajo.

En ese sentido, Galicia celebrará sus elecciones autonómicas el próximo 18-F. ¿Qué espera del Gobierno que salga de las urnas?

Principalmente dos cosas: que analicen el crecimiento que se logró y que sean capaces de ver a dónde se puede llegar. No es necesaria una fe ciega, ese momento ya ha pasado, porque los números y el crecimiento alcanzado avalan el potencial del sector. Es cierto que las empresas biotech necesitan largos periodos de maduración, pero ahora mismo es posible observar una estructura sólida, con una gran capacidad de crecimiento en un sector de muy alto valor añadido. Cuando se habla de apuestas de futuro para una región, se tiene que poner el foco en ámbitos que sean capaces de dinamizar la economía y la biotecnología lo está empezando a lograr en Galicia. Es necesario continuar en esa senda de colaboración público-privada que otorgue previsibilidad y prolongue las acciones y apuestas.

Las biotecnológicas ya generan empleo en Galicia. ¿Cree que es un sector que puede ayudar a evitar la fuga del talento formado aquí?

Sin lugar a dudas y esta fuga o retención de talento es posiblemente uno de los aspectos más importantes que definirán la evolución de las eurorregiones durante los próximos años, diferenciando a aquellas que apuestan por el crecimiento apoyado en el conocimiento. Hoy en día, la única forma de retener a los trabajadores altamente cualificados es por medio de proyectos ambiciosos y de medio y largo plazo y la única forma de atraer inversión productiva es garantizando la presencia de talento.

Y a corto plazo, ¿cuáles son los retos a los que se enfrenta el sector?

Los desafíos a los que nos enfrentamos para consolidar el sector son múltiples pero, además de la retención y atracción de talento, destacaría la movilización de capital inversor que permita a las empresas crecer y desarrollar nuevos productos y servicios, la digitalización y la internacionalización. La biotecnología está creciendo a un nivel acelerado en los países de nuestro entorno y al que se quede un poco rezagado por pérdida de alguna de las palancas de apoyo posiblemente se le escape la oportunidad de ser un agente activo y de valor.