Un restaurante gallego "se forra estafando" a unos madrileños con el pulpo

Sus críticas furibundas en un foro responden a la escasa cantidad de comida que se les sirvió en la ración.

Un hostelero prepara una ración de pulpo.

Un hostelero prepara una ración de pulpo. / Pablo Solares

Redacción

De todos es sabido que algunos hosteleros, con el objetivo de maximizar las ganancias, ponen en práctica ciertas 'triquiñuelas' para conseguir mayores márgenes de beneficio. Ello ha provocado que los enfretamientos entre profesionales de la hostelería y clientes sean cada vez más frecuentes en las redes o foros de comentarios. El anonimato que otorgan las redes sociales hace que algunos comensales se atrevan a cargar tintas (tengan razón o no) contra establecimientos que, en su opinión, les han engañado.

Esto es lo que denuncian unos turistas de Madrid que visitaron Galicia el pasado verano. Decidieron ir a comer a un restaurante de la comarca del Barbanza y, como no, pidieron pulpo. Sus críticas furibundas en un foro responden a la escasa cantidad de comida que se les sirvió en la ración. 

"Las rodajas no superaban los dos milímetros de grosor. Varias puntas de tentáculos y la longuitud sería de menos de una cuarta de un pulpo pequeño. Vamos, que en Madrid serían los restos para tirar", escribe la pareja. Según sus cálculos, la cantidad de pulpo recibida y multiplicada por su precio puede haber reportado "unas ganancias de 320 euros por pulpo a los gerentes del local".

Ademas, aseguran, su mala experiencia también incluye una ración de "tres pimientos pequeños que han salido a 3,33 euros la unidad".

Estos visitantes denuncian que la experiencia gastronómica les ha parecido "una estafa". Para más inri, de vuelta a su hotel los trabajadores del establecimiento les dijeron que "habían picado", ya que en la localidad son de sobra conocidas las supuestas prácticas de este establecimiento.