ENCUESTA DEL INSTITUTO DYM PARA PRENSA IBÉRICA EN GALICIA

Ourense y Vigo son las ciudades más críticas con la Xunta y Lugo, la que menos

Cuatro de cada diez ourensanos y vigueses desaprueban la gestión del Gobierno autonómico

Foto de archivo del edificio administrativo de la Xunta, en San Caetano

Foto de archivo del edificio administrativo de la Xunta, en San Caetano / EFE

Paula Pérez

La cita con las urnas el 28-M es el pistoletazo de salida a un sprint electoral que continuará con las generales a finales de año y culminará en 2024 con los comicios autonómicos donde se pasará examen a la gestión de la Xunta, tras tomar el timón Alfonso Rueda, y la oposición medirá sus fuerzas para desalojar al PPdeG de San Caetano después de cuatro mandatos seguidos.

Valoración de la labor de la Xunta de Galicia en Vigo, Pontevedra, Ourense y Coruña

Valoración de la labor de la Xunta de Galicia en Vigo, Pontevedra, Ourense y Coruña

Tras la marcha hace un año de Alberto Núñez Feijóo a Madrid para liderar el PP nacional, Rueda afronta sus primeras elecciones autonómicas con el reto de revalidar las mayorías absolutas de su predecesor y lo hará tras dos años al frente de una Xunta en la que apostó por una labor continuista y con retoques mínimos –solo incorporó al gobierno a Diego Calvo–. Aunque en los comicios locales pesa mucho el perfil de cada candidato municipal, pueden ser también un termómetro político sobre el grado de satisfacción o descontento con la gestión de la Xunta.

Valoración de la labor de la Xunta de Galicia en Santiago, Ferrol y Lugo

Valoración de la labor de la Xunta de Galicia en Santiago, Ferrol y Lugo

Y, según la encuesta realizada por DYM para PRENSA IBÉRICA GALICIA, de las siete ciudades hay dos especialmente críticas con la gestión del Ejecutivo autonómico. Son Ourense y Vigo, donde cuatro de cada diez votantes suspende a la Xunta. En Ferrol también son ligera mayoría los que ponen mala nota al Ejecutivo de Rueda. Mientras, en el resto de las urbes la opción preferida por los ciudadanos para valorar la gestión del Gobierno autonómico es un “regular”.

En Ourense el 39,5 por ciento de los encuestados valora como “mala o muy mala” la labor del Gobierno gallego. En esta ciudad gobierna el polémico Gonzalo Jácome, que llegó al poder con el apoyo del PP, y que mantiene una actitud de confrontación con la Xunta. Pese a ser la ciudad con más críticos, también es la que tiene un porcentaje más elevado de ciudadanos que apoyan al Ejecutivo autonómico (el 27,7 por ciento). Esto denota la polarización de los ourensanos, donde solo el 31,8 por ciento opta por el término medio de puntuar con un “regular” a la Xunta, la tasa más baja de las siete urbes.

En Vigo, dominio del socialista Abel Caballero, suspenden la gestión del Ejecutivo de Rueda el 39,4 por ciento, mientras que el 34,6 la tilda de “regular” y solo el 23,2 por ciento la considera “buena o muy buena”.

En Ferrol, una de las ciudades donde el PP tiene más opciones de gobernar, el 35,5 por ciento de los encuestados opina que la gestión de la Xunta ha sido “mala o muy mala”, aunque es un porcentaje muy similar al 35,3 por ciento que opta por un “regular”, mientras que solo el 25,6 por ciento le da el aprobado.

Lugo es la ciudad con menos porcentaje de ciudadanos críticos con la gestión autonómica: solo el 25,5 por ciento la puntúan con un “mal o muy mal”. Sin embargo, eso no quiere decir que sea la ciudad con mayor apoyo a la labor de la Xunta –pues solo el 24,1 por ciento la califican como “buena o muy buena”. La mayoría de los lucenses, según el sondeo, optan por el “regular”: el 40,7 por ciento.

Pontevedra es la tercera ciudad con mayor cifra de votantes críticos con la labor del Ejecutivo gallego (el 36,6 por ciento), si bien son mayoría los que la califican de “regular” (38,3 por ciento), mientras que solo el 21,3 por ciento apoyan su gestión, el porcentaje más bajo de las siete urbes.

El mayor porcentaje de ciudadanos que optan por el “regular” está en A Coruña (el 41,6 por ciento), donde el 32,2 por ciento suspenden a la Xunta y el 22,7 por ciento le da el aprobado.

Y en Santiago predomina también la calificación de “regular” (el 39,1 por ciento), mientras que el 35,2 por ciento puntúa como “mala o muy mala” la labor del Ejecutivo gallego frente al 21,8 por ciento que la apoya.