El efecto Vigo se hace notar en las Rías Baixas con una previsión de ocupación que ronda el 75%

Durante el puente de esta semana Santiago casi doblará sus registros del pasado año en estas fechas, llenando el 60% de sus plazas hoteleras, mientras en A Coruña se llegará al 70%

Una multitud se congrega para ver la iluminación navideña de la ciudad olívica en la céntrica calle de Príncipe el pasado 2 de diciembre

Una multitud se congrega para ver la iluminación navideña de la ciudad olívica en la céntrica calle de Príncipe el pasado 2 de diciembre / Ricardo Grobas

El tirón sobre el turismo que ejerce la iluminación navideña de la ciudad de Vigo, donde encontrar una habitación durante el puente de la Constitución y la Inmaculada (del 5 al 10 diciembre) –con una previsión de ocupación de alrededor del 90%– es prácticamente imposible, está haciéndose notar en diversas localidades de las Rías Baixas, con un vaticinio de ocupar durante estas fechas tres cuartas partes de las plazas hoteleras ofertadas.

Dos claros ejemplos de ello son los concellos de Baiona y Sanxenxo como reconocen los presidentes de sus patronales Marcos Comesaña y Alfonso Martínez, respectivamente.

En la capital del Val Miñor manejan ya una previsión de ocupación que ronda el 75%, además como explica Comesaña, en los últimos días se está percibiendo claramente la llegada de propietarios de segundas residencias por lo que la actividad de los establecimientos de restauración de la localidad gozará, también, de un empuje extra.

“Llevamos unos años con una ocupación bastante estable durante este puente, gracias en gran medida al atractivo de las luces de Vigo"

Marcos Comesaña

— Presidente de Aceba

“Llevamos unos años con una ocupación bastante estable durante este puente, gracias en gran medida al atractivo de las luces de Vigo. Hay clientes y grupos que ante las dificultades para encontrar hospedaje en la ciudad deciden optar por localidades como la nuestra”, explica el presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Baiona (Aceba), que reconoce el importante acicate que ha supuesto la iluminación navideña de la ciudad olívica en unas fechas que no son propicias para el turismo en el conjunto de la comunidad.

En la misma línea se pronuncia el presidente del Consorcio Empresarios Turísticos de Sanxenxo (Cets), Alfonso Martínez, que apunta que en este concello del Salnés una buena parte de los establecimientos hoteleros –centrados en la campaña veraniega– cerró sus puertas tras el puente del Pilar.

No obstante, entre los que permanecen abiertos las previsiones de ocupación alcanzan el 80% en los hoteles de categoría superior (4 estrellas) enfocados a las reservas individuales, mientras que rondarán el 70% en los hospedajes de menor categoría, donde los grupos organizados por agencias de viajes coparán la mayor parte de las habitaciones.

Esta alta afluencia no será exclusiva en los establecimientos hoteleros, Dulcinea Aguín, presidenta de Aviturga, reconoce que las viviendas de uso turístico (VUT) de Vigo están prácticamente copadas durante el conjunto del puente, lo que está haciendo que “las reservas se deslocalicen a otros puntos de la provincia como Pontevedra, Sanxenxo o Cambados”, explica. La presidenta de la asociación gallega de VUT apunta que “no manejamos cifras a priori, pero si que estamos percibiendo que hay bastante movimiento también en el resto de zonas urbanas de la comunidad, a pesar de que la meteorología parece que no va a acompañar estos días”. De igual forma que Aguín, César Ballesteros, presidente de la Federación Provincial de Hostelería de Pontevedra (Feprohos) reconoce que la ciudad del Lérez será otra de las grandes beneficiadas del impacto turístico generado por la iluminación navideña de la ciudad olívica. “Gracias a la cercanía existente entre ambas urbes está habiendo también un movimiento importante de autobuses, de grupos, que por tema de precios prefiere alojarse en Pontevedra y otros municipios periféricos”.

“Gracias a la cercanía existente entre ambas urbes está habiendo también un movimiento importante de autobuses, de grupos, que por tema de precios prefiere alojarse en Pontevedra y otros municipios periféricos”

César Ballesteros

— Presidente de Feprohos

Santiago y A Coruña

Con unas expectativas de actividad algo menores que las que manejan en el suroeste de la comunidad, pero con optimismo de cara al último puente del año, se encuentran los profesionales de Santiago y A Coruña.

Según la encuesta realizada por la Asociación Hostelería Compostela entre sus asociados, la ocupación hotelera rondará en la capital gallega el 60%. Unos registros, que de cumplirse supondrán prácticamente doblar la media registrada el pasado año en esas mismas fechas, cuando solo el 35% de las plazas se ocuparon.

Según los datos aportados por los establecimientos compostelanos, los días de mayor afluencia serán el 8, día de la Inmaculada, y el 9 (sábado), ya que muchos visitantes aprovecharán para prolongar las estancias al fin de semana.

"Pueden darse reservas de última hora si los hoteles de otras ciudades próximas con más tirón en esta fecha están saturados”

Sara Santos

— Presidenta de la Asociación Hostelería Compostela

Los hoteles con encanto y pensiones ubicadas en el casco histórico son las que cuentan con un mayor número de reservas, rondando en algunos casos el 80% de plazas ocupadas. Y aunque la mayoría se muestra cauta con las reservas de última hora, sabe por experiencia que esa condición puede darse “si los hoteles de otras ciudades próximas con más tirón en esta fecha están saturados”, tal y como señala la presidenta de la Asociación Hostelería Compostela, Sara Santos.

Por su parte, en la ciudad de A Coruña las previsiones que maneja la Asociación Empresarial de Hospedaxe (Hospeco) cifran la ocupación para este puente en un 70%. Su presidente, Agustín Collazos, comenta que el cliente es fundamentalmente nacional “de las comunidades limítrofes como Asturias y Castilla y León, aunque Madrid continúa siendo también en estas fechas nuestro principal proveedor de clientes”.

Los números que manejan las recepciones hoteleras de la ciudad herculina permiten observar ya un crecimiento de la cifra de negocio de alrededor de un 5% con respecto al pasado año. No obstante, Collazos advierte que de cara a estas fechas donde las reservas acostumbran a realizarse a última hora este crecimiento podría alcanzar el 10%.

La mala previsión del tiempo puede rebajar el número de reservas de última hora

Ourense y Lugo

Las previsiones de ocupación en las provincias del interior de la comunidad son menos halagüeñas que en el apartado atlántico pero rondarán en ambos casos el 50%.

La especialización de ambos departamentos en el turismo rural y de naturaleza, acompañado en el caso de Ourense, de su apuesta por el termalismo les otorgan una oferta especializada y de valor para el turista nacional.

“Observando los datos de los últimos fines de semana la previsión es alegre. Da la impresión de que la gente sigue buscando mucho el hecho de aprovechar lo máximo posible la salud y el bienestar en su tiempo de descanso y ahí está nuestra fortaleza”, explica Ovidio Fernández, presidente de la Confederación de Hostelería de Ourense.

Así lo ve el Clúster

El presidente del Clúster de Turismo de Galicia, Cesáreo Pardal, confiesa que, a pesar de que “quien se va a llevar de palma va a ser Vigo con el tema de las luces”, las previsiones del conjunto de la comunidad son altamente positivas, “con unas previsiones de ocupación que se mueven entre el 65 y el 75%”.

La ocupación en el conjunto de la comunidad se moverá entre un 65 y un 75% según apunta el Clúster

Pardal argumenta que se trata de un puente “que este año es muy largo, prácticamente como si fuera una Semana Santa”, y lamenta que las previsiones metereológicas casi con total seguridad vayan a echar atrás a esos clientes que acostumbran a reservar sus alojamientos en el último momento y que podrían suponer un incremento en las reservas del 10%.

“Son cifras francamente buenas para ir acabando un año con muy buenos resultados. No sé si en el cómputo de la rentabilidad va a ser mejor que el año pasado debido a una inflación que ha incrementado los gastos en un 30% en tan solo un año, pero desde luego estamos contentos”, resume Pardal.