El accidente de Baltimore revive otro similar en Galicia: cuando un buque destruyó el puente de As Pías

En 1998, un temporal con rachas huracanadas soltó de sus amarras al "Discoverer Entreprise", que fue a la deriva desde las gradas de Astano hasta el viaducto que unía Fene y Ferrol

Se estampó contra la construcción, en la que quedó incrustado y que perdió 100 metros

Cuando un buque destruyó el puente de As Pías

Javier Rosende Novo

Patricia Pedrido

Las impactantes imágenes del desplome de un viaducto en Baltimore al impactar un carguero contra uno de sus pilares hace viajar la memoria de los gallegos a otra imagen: la de un gran buque estampado contra el puente que unía Fene con Ferrol.

Ocurrió una madrugada de 1998, hace 26 años. Aquel 13 de enero, un temporal con rachas de viento huracanadas soltó de sus estachas al "Discoverer Entreprise", un buque de prospección petrolífera que se construía en los astilleros Astano.

Su enorme envergadura -254 metros de eslora y 30 de manga- hacían de él una de las más grandes embarcaciones offshore a nivel mundial. Este gigante fue a la deriva, empujado por los vientos de más de 100 km/h, hasta que se estampó contra el puente de As Pías, construido sobre una escollera y que constaba con un carril para cada sentido y arcenes.

En su embestida, el "Discoverer Entreprise" destruyó un tramo de más de 100 metros.

El incidente se saldó sin heridos, ya que las malísimas condiciones meteorológicas y la madrugada vaciaron de vehículos el viaducto. Sin embargo, la conmoción fue rotunda a ambos márgenes de la ría. Ferrol y su comarca retrocedieron 30 años al quedar cortada su vía de comunicación más importante. Dos meses tardó en repararse el puente.

300 metros a la deriva

Según recoge FARO, el buque petrolífero se soltó de sus amarras a la 1:15 horas de la madrugada del 13 de enero de 1998. Una racha de 140 km/h rompió una de las estachas (que habían sido reforzadas horas antes), por lo que el buque se fue soltando y ,en un efecto dominó, se desgarraron el resto de amarras.

Desde las gradas de Astano hasta el puente recorrió 300 metros en 12 minutos, ya que la colisión se registró a la 1:27 horas.

El temporal impidió hacer nada durante esa noche. Hasta las 7 horas los técnicos no pudieron revisar el estado del buque. A esa hora, cinco remolcadores mantenían firme la nave, contrarrestando el efecto del viento que empujaba para encajarla más. Las maniobras de reflotamiento se retrasaron hasta la pleamar, sobre las 14 horas. Otras tres horas se tardó en desencallar la embarcación - con gran refuerzo de remolcadores-, que a las 18 horas estaba de nuevo amarrada de donde había partido, Astano.

Culpa del accidente

La Xunta culpó del incidente al Centro Meteorológico por no advertir con suficiente antelación de los vientos por encima de los 100 km/h.