El aguacate es una fruta única con grasas buenas; es decir, aunque tiene grasas, estas son saludables para el cuerpo y no elevan los niveles de colesterol LDL (malo). Además no contiene azúcar, pero sí es una buena fuente de fibra.

Pese a lo que se suele asegurar, los aguacates están libres de sodio, azúcar y colesterol. De hecho, para reducir las calorías sin necesidad de pasar hambre y controlar el peso, reemplaza algunos alimentos con más calorías por alimentos con menos calorías que contengan agua y fibra y sean más saciantes, como el aguacate, cuyo 79% del peso de un aguacate es fibra y agua. Además, las dietas ricas fibra pueden reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes tipo 2.

Los aguacates frescos son una fruta con múltiples beneficios para el corazónReemplazar las grasas saturadas por grasas insaturadas está asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Por todo esto, sumado a su agradable sabor, el aguacate es cada vez más popular en las neveras y despensas españolas. Conseguir una pieza en el punto óptimo es clave. Los consumidores tienen cada vez más claras las características que debe de tener un aguacate para estar maduro: si al sacar el rabillo o pedúnculo vemos que el aguacate está verde, todavía es pronto para comerlo. Si está amarillo, entonces está en su punto.

Pero igual de importante es saber cuando está malo. Estos son los aspectos que debemos atender:

  • Si la piel se hunde cuando simplemente estamos tocando el aguacate quiere decir que está muy maduro
  • Si la piel se ha ennegrecido ese aguacate ya no se debe comer.
  • Si la carne del fruto por dentro es marrón o negra, quiere decir que está en mal estado.
  • Si su sabor o su olor es desagradable, haz caso a tus cinco sentidos y tíralo.