“Estoy cansado, la hostelería ha cambiado mucho desde la pandemia y ya tengo una edad. Hace ya 31 años que abrí el negocio...”. Así explica Suso Pais, propietario del mítico Café Literarios, por qué ha decidido colocar en la puerta del local el cartel de Traspaso por xubilación. “Estoy hablando con hosteleros que ya se han interesado por el negocio, pero aún no hay nada cerrado. La idea es que sigan con el mismo estilo de establecimiento; son gente de la hostelería que quiere seguir con el modelo actual”, avanza Pais, quien, no obstante, apunta que su intención es seguir abierto hasta que se cierre el traspaso

Sus palabras reflejan la nostalgia por aquellos maravillosos años, “cuando casi todos los días había música en directo en el local y se organizaban todas las semanas tertulias artísticas y literarias”. “Fueron años muy buenos, años mágicos... Ha pasado gente de todo el mundo por el local, numerosos visitantes ilustres, gente maravillosa... pero ya no es lo mismo. La pandemia ha cambiado por completo el escenario: casi no hay personal para trabajar en la hostelería y el hecho de no poder programar música en vivo también ha provocado un cambio notable en el funcionamiento del local”, relata el conocido hostelero compostelano. “La noche se murió”, subraya. Y pone un ejemplo muy nítido: “Antes había gente tomando copas hasta la una o dos de la mañana; ahora, si no hay nadie, cerramos a las 9 o 10 de la noche”, indica Pais, quien, no obstante, apunta que “el negocio funciona igual”, pero se trabaja, sobre todo, “por el día”. Muestra de ello, comenta, es que el mes pasado fue “el mejor enero en 30 años”. Incide en que se nota que año tras año aumenta la actividad turística en la capital gallega, lo cual, para un local como el Café Literarios, con una terraza situada en un lugar privilegiado del casco histórico de Santiago, en plena Praza da Quintana, es casi sinónimo de éxito asegurado. 

Suso Pais, propietario del Café Literarios

Suso Pais, propietario del Café Literarios C. L.

En cualquier caso, señala que es el momento de cerrar un ciclo que comenzó el 24 de julio de 1993. “Fue una locura abrir ese día, la noche de los Fuegos del Apóstol. Salía la gente por las ventanas. Fue algo increíble”, destaca. También recuerda el largo proceso de acondicionamiento del local previo a su apertura. “Se prolongó durante tres años; antes había una carpintería en el local y tuvimos que hacer una obra de gran envergadura”, señala Pais, quien prefiere no enumerar a todos los clientes ilustres que han pasado por su local a lo largo de tres décadas.

 “Han pasado muchísimas personas conocidas, pero prefiero no citar a nadie. De hecho, nunca me hice una foto con nadie. Feijóo solía acudir bastante y Yolanda Díaz estuvo hace poco. En cualquier caso, nunca tuve un trato diferente con un cliente famoso o conocido con respecto a otro que no lo era”, señala Suso Pais, quien, eso sí, recuerda cuando colocó un cartel en la establecimiento en contra del maltrato animal, en el que se podía leer: “Queda prohibida la entrada a este establecimiento a todos los vecinos de Tordesillas defensores del Toro de la Vega”. “Esta decisión provocó que muchas personas me llamasen para insultarme. Tuve que dar de baja la línea de teléfono”, subraya el propietario del emblemático local situado en el número 1 de la Praza da Quintana.