{ OPINIÓN }

No hay dos sin tres

Pilar Alén

Pilar Alén

EN FÚTBOL FEMENINO tenemos campeonas del mundo. Noticia agridulce. Ha fallecido el padre de la goleadora. Ese mismo día recordamos la muerte de las 174 personas que, desde Barajas, nunca llegaron a su destino. Quedaron encerradas en la pista de aterrizaje antes de emprender el vuelo rumbo a las Palmas de Gran Canaria.

También amargo es saber cómo avanza el fuego en ese punto caliente de la tierra. No hace ni dos años que vimos cómo manaba la lava por las laderas del Teide.

¿Por qué tanta desgracia? ¿A qué se debe ese ensañamiento con las gentes de ese paraíso natural, lugar de veraneo tan singular? Nadie lo sabe. Como se dice, son cosas que pasan sin elegirlas por parte de nadie. Ocurren, se viven y se cuentan con pesadumbre.

Otro lamento: Renata Scotto nos ha dejado el 16 de agosto. A esta soprano y empresaria, lloramos. Era italiana pero muy cercana a España. Sus colaboraciones con el tenor canario Alfredo Kraus han hecho historia. Renata cantó La Traviata con Carreras. Él, zarzuela y ópera, como el Fausto de Goethe, formando con Scotto un dúo perfecto. Pena que ambos ya no estén con nosotros para poder ofrecer su arte: la ‘inteligencia interpretativa’ de Renata y la ‘experiencia docente’ de Alfredo, como señalan los medios.

Lógico que, aun no estando en esas islas, mi mente discurra y se vaya a ellas. Si no fuese algo que puede sonar un tanto frívolo, diría que, tristemente, esas islas están de moda.

Con el regusto reciente de la celebración en Santiago de los Cursos ‘Música en Compostela’, aplaudo asimismo a un brillante alumno que merecidamente fue premiado. Ricardo se llama. Volverá el próximo año por estas fechas. Siempre atento, entusiasmado y agradecido por lo que aquí ha recibido, es joven y tiene toda la vida por delante. Le tocará levantar con sus manos y su trabajo su tierra tan vilmente castigada.

A este ramillete de hechos y personas tengo en mente. No son objetos perdidos que puedan encontrarse en bolsos y bolsillos, o en el batiburrillo cajón de sastre que siempre hay en todas partes. Son gentes de carne y hueso.

José Sierra, buen amigo, aquí ha olvidado el cargador del portátil. Buscado y hallado se acabó el problema. No así de fácil es resolver el drama de los tinerfeños que han podido regresar a sus casas viendo ‘in situ’ lo que ha quedado. Importó salvar lo material, pero más su propia existencia. Lo decimos nosotros y lo corroboran ellos.

Viven en África, continente muy castigado, rico en historia, cultura y arte. La Universidad de la Laguna ha sido centro de célebres personajes. Cito, por ej., a la musicóloga Rosario Álvarez que recorre kilómetros recuperando órganos, dando conciertos e innumerables conferencias sobre el arte musical canario.

A los mencionados y a los que sienten suya esta desgracia dedico esta breve reseña, pensando que algo de cierto es que ‘no hay dos sin tres’, mal que pese