CON SENTIDO COMÚN

Sira Rego y otras mentiras

Alfonso García

Alfonso García

“EL MAYOR amigo de la verdad es el tiempo; su más encarnizado enemigo, el prejuicio y su constante compañero la humildad.” (Charles Caleb)

Quien crea las mentiras lo hace porque le gustaría que las cosas fueran como él las maquina, para desprestigiar al enemigo –no tienen adversarios. Para difundirlas, usan de la irresponsabilidad, negligencia o ingenuidad, de quienes se regodean con lo que reciben, porque a ellos también les complacería que fuera cierto. Pocos contrastan las informaciones antes de reenviarlas. 

La difusión de mentiras a través de las redes sociales deteriora la convivencia, pues alienta el rencor, el odio y la intolerancia, hasta hacerlos anidar en la mente de quienes los acogen. 

Expondré algunos casos flagrantes de estas insidias, algunas ya viejas, pero que se siguen difundiendo y creyendo a “pies juntillas”. 

Se ha atribuido a la ministra Rego la siguiente frase: “El paro lo crean los que despiden y quienes despiden son los empresarios. Acabando con los empresarios se acaba con el paro.” Pues bien, según parece, quien creó la frase en las redes sociales fue “Jacinta Rebolledo” –¡vaya usted a saber quién es!–, atribuyéndosela a la ministra, sin concretar ninguna circunstancia que pudiera dar credibilidad.

Sigue circulando la insidia de que Pedro Sánchez Pérez-Castejón es nieto del que fue capitán general de Sevilla Antonio Castejón Pérez. Algo imposible, tras comprobar el nombre de la única hija del general y el año de su nacimiento, y contrastarlos con los correspondientes a Sánchez. Tal vez, el deseo de que esto fuera así, obedece a que el indicado general, siendo comandante, participó en los tristes sucesos de Badajoz durante la guerra civil (“Algunos abuelos de la democracia: Zapatero, Rajoy, Iglesias, Sánchez, Rivera”).

Un periodista todavía en activo escribió en El Confidencial (24-02-2006), refiriéndose al abuelo de Zapatero: “En el poco tiempo que pasó desde el inicio de la guerra hasta su fusilamiento, la práctica del tiro al blanco sobre las cabezas de sus enemigos enterrados fue una práctica habitual llevada a cabo por este hombre, que luego transmitía a sus herederos un ansia infinita de paz…” 

Mentiras –disfrazadas con los eufemismos de incumplimiento o cambio de opinión–, también las encontramos en la otra banda; no incidiré en ellas, porque algunas son recientes. 

Una vez más, Antonio Machado, sencillo, sin dobleces, deja claro que la verdad no es patrimonio de nadie, sino un absoluto que tiene vigencia incluso para quienes la rechazan: “La verdad es lo que es/y sigue siendo verdad/aunque se piense al revés.”