Pulpo, café, gotas y... ¡a bailar!

El recinto de Amio reúne a 1.500 comensales en un acto institucional “con récord de participación”, según el concelleiro de Fiestas, Sindo Guinarte. Empanada, carne o caldeiro y tarta de Santiago, completaron un menú de 7,50 euros servido por 40 personas más 20 en la cocina.

“Buen día para truchas, pero hay que venir”, dice un vecino a otro que también camina hacia el recinto de Amio en alusión al sol primaveral de ayer, ideal para llevar la caña al río Tambre. Ya dentro, a las dos de la tarde, a ritmo puntual, late un vaivén de platos, sonrisas y sables de picheleira esgrima verbal. Es la Fiesta de los Mayores. “¡Bota, bota viño sen medo!”, frasea alguien ante una bandeja de empanada. “Van rápido las rapazas”, añade una señora al ver el ir y venir de las 40 personas que sirven las hileras de mesa infinita, bailando tango de mil giros para esquivar a quienes saludan, dan bicos, aprietan manos o se hacen selfies ahora que ya no hay abuela ni abuelo sin su móvil en la mano.

Gesto de alegría de varios comensales de la cita de ayer. / a. h.

Gesto de alegría de varios comensales de la cita de ayer. / a. h. / XABIER SANMARTÍN

“En fiestas así el ambiente es espectacular, una maravilla”, explica Alejandro González, de Casa Taboada, responsable de coordinar a esas 40 personas, más 20 en cocina, equipo donde lo más importante “es que se obedezca con buen criterio para que todo el servicio vaya bien”, recalca en charla con EL CORREO mientras reparte por un lado saludos y por otro instrucciones para mimar “el orden”, cuenta el jefe de un equipo que ya alimentó “a 5.000 personas en la romería popular”, dice de forma natural, como si servir ayer a 1.500 fuese casi pan comido. “Es ya la séptima vez que hacemos este servicio”, aclara feliz.

Cerca, un naranja grupo de ocho integrantes de Protección Civil, disfruta uno de esos fugaces momentos donde son parte del convite en lugar de trabajar hora tras hora, día tras día para que todo salga bien en unas fiestas que al concluir este domingo se echarán a dormir hasta el próximo mayo.

Empanada de atún y bacalao, pulpo a feira, carne o caldeiro, tarta de Santiago y tarta larpeira. Esa es la base del menú servido, a 7,50 euros. “Y luego, café, gotas... ¡y a bailar!”, suelta Alejandro mientras al fondo se prepara el camión-palco del grupo Alaska, que con José Manuel Abanico, ponen música tras el postre para bajar la comida y subir el ánimo, sin dejar lejos una ambulancia de la Cruz Roja, por citar a otro de los colectivos que sostiene el festejo con una labor silente pero valiosa.

“Nesta edición da Festa dos Maiores hai récord de participación, con 1.500 persoas. Os nosos maiores tamén teñen ganas de desfrutar da Ascensión e de estar en compañía”, explica a este diario in situ el concelleiro de Fiestas, Sindo Guinarte, presente en esta edición número 24 de una celebración donde políticos de distinto color compartieron mesa.

“Diante dos nosos maiores temos que dar imaxe de capacidade de diálogo e capacidade de entendernos, que esa é unhas das leccións que os maiores nos teñen dado as veces”, apunta Guinarte con palabras que el día 28 pondrá a prueba al revelarse el resultado de las apretadas elecciones municipales. Esa noche sabremos en qué partido cantan eso de... “Café, gotas y... ¡a bailar!”