Entrevista | Nilufar Saberi Activista por los derechos humanos en Irán

La voz de las feministas más valientes del mundo resuena desde Santiago

La muerte de una joven bajo custodia policial provocó hace un año el levantamiento de miles de mujeres en Irán. Se llamaba Mahsa Amini y fue detenida por llevar mal puesto el velo islámico

La represión contra el movimiento feminista ha sido brutal. Pese a cientos de homicidios y decenas de miles de detenciones, "la revolución sigue viva"

La iraní Nilufar Saberi, activista por los derechos humanos, detalla en esta entrevista en Compostela el futuro de un movimiento "único en la historia"

Entrevista a Nilufar Saberi, activista iraní defensora de los derechos humanos

Javier Rosende Novo

Los persas celebran el Año Nuevo con la llegada de la primavera. El motivo es simple: para esta cultura milenaria, el resurgir de la naturaleza tras el invierno representa una glorificación de la vida. Una costumbre que Nilufar Saberi contrapone al "régimen de muerte" que personifica el Gobierno de la República Islámica de Irán. Desde que hace poco más de un año el asesinato de Mahsa Aminien una comisaría de Teherán encendió la mecha de un levantamiento feminista en el país, las autoridades iraníes han cometido cientos de homicidios, la ejecución de siete manifestantes, decenas de miles de detenciones arbitrarias y tortura generalizada -incluida la violación bajo custodia policial-, según investigaciones de Amnistía Internacional. Pese a todo, aquel levantamiento nacido bajo el lema "Mujer Vida Libertad" sigue vivo.

"Hemos llegado a un punto en que preferimos morir que seguir viviendo bajo el yugo del islamismo. Esto no va a dar marcha atrás. Cierto es que las protestas han perdido intensidad porque más de 600 personas han sido asesinadas en las calles de Irán y más de 100.000 han sido detenidas en las manifestaciones. Y lo que pasa en las cárceles es inimaginable para alguien que no sea un sádico. El régimen ha mezclado métodos de tortura medievales con otros actuales y los ha perfeccionado de tal manera que ni en nuestras peores pesadillas podemos imaginar lo que sucede en las cárceles. Pero esta revolución sigue viva. Es verdad que se ven menos manifestaciones callejeras pero la forma de protestar ha cambiado: ahora, por ejemplo, no llevamos el velo y cometemos desobediencia civil", explica Saberi.

Pregunta: ¿Cómo puede cometerse desobediencia civil ante semejante represión?

"Por ley no tenemos derecho a absolutamente nada, empezando por nuestro cuerpo y nuestra propia imagen. Así que comenzamos a cantar y bailar en público, algo que está prohibido, o nos juntamos con hombres en las calles para bailar y cantar juntos. Eso es un sacrilegio total. De forma espontánea, en parques y lugares públicos la gente lleva sus instrumentos y mujeres y hombres que no se conocen de nada empiezan a tocar, cantar y bailar. Las personas que van a salir a manifestarse suelen grabar vídeos para despedirse en los que dicen: 'Si no vuelvo, no lloréis por mí, cantad y bailad sobre mi tumba'. De esta manera reivindicamos la cultura persa, una cultura que celebra la vida".

Nilufar Saberi, activista por lo derechos humanos en Irán

Nilufar Saberi, activista por lo derechos humanos en Irán / Javier Rosende

Pregunta: ¿Qué está pasando ahora mismo en Irán?

"La lucha de las mujeres contra la discriminación que imponen por ley los islamistas siempre ha existido, desde la instauración de la República Islámica en 1979. Pero la gota que colmó el vaso fue el asesinato de Mahsa Amini en septiembre de 2022. Aquello provocó que naciera una revolución llamada 'Mujer Vida Libertad', que es la primera revolución feminista mixta de la historia de la humanidad. Se reclama justicia, se reivindica a la mujer como fuente de vida y se reclaman todas las libertades a las que tenemos derecho los seres humanos por el simple hecho de serlo. Tenemos algo muy bueno para regalar al mundo entero, que es la lucha mixta, de mujeres y hombres, por la igualdad. Hasta que hombres y mujeres no luchen de la mano por ello el mundo no conocerá la paz".

Pregunta: ¿Cómo ha sido tu experiencia como exiliada? ¿Cómo mantienes el contacto con lo que está sucediendo en Irán? Imagino que los activistas u opositores al régimen corren un riesgo muy grave por informar al exterior de lo que sucede...

"Como activista por los derechos humanos desde el exterior siento mucha impotencia y mucha responsabilidad porque, efectivamente, las personas que viven en Irán arriesgan su vida por una simple llamada telefónica. No pueden conceder entrevistas, se les acusaría de espionaje o de atentar contra la seguridad del Estado y eso se paga con la vida. Siento la responsabilidad de dar voz a estas personas. Gracias a Internet y las redes sociales, las iraníes se han convertido en reporteras. Allí no hay prensa libre. Nos llegan a diario escenas de lo que pasa en Irán mediante vídeos o audios y así nos informamos de la situación real. Siempre ha sido un país hermético. Los medios de comunicación occidentales no han tenido especial interés y los gobiernos del mundo lo han silenciado por interés económico. Irán es un país inmensamente rico en petróleo o minas".

Pregunta: ¿Si un ciudadano español quisiera ayudar al movimiento feminista iraní cuál sería la mejor manera?

"No vamos a conseguir el apoyo de los gobiernos porque no les conviene. Quieren seguir saqueando los recursos de Irán y los poderes de la región están a favor de mantener este sometimiento porque si logramos un Irán democrático, secular e igualitario el resto de los pueblos se levantarán, empezando por Afganistán, Arabia Saudí, Emiratos, etcétera... Pero tenemos toda la esperanza puesta en los pueblos del mundo. Tenemos que unirnos contra toda ideología extremista y para conseguirlo hay que lograr que se hable de ello. Que se vea lo que pasa, que se pidan espacios de debate, que se difunda en la televisión. En el momento en que el público demuestre interés, cuando haya audiencia, los medios de comunicación estarán obligados a dárselo. Si se empiezan a dar noticias continuamente, a los gobiernos no les quedará más remedio que escuchar. En los países democráticos están ahí por nuestros votos. Tenemos que hacer llegar el mensaje de que no votaremos a nadie que comulgue con islamistas".

Pregunta: Hay una parte de Occidente, especialmente dentro de la extrema izquierda, que sostiene que las protestas en Irán responden a una operación orquestada desde el exterior. ¿Qué mensaje les transmitirías?

"Les daría el mensaje de que me resulta muy curioso que ninguno de ellos se va a vivir a los países a los que defienden. No conocen lo que es vivir bajo el yugo del islamismo, hablan en nombre de unas personas que les importan poco o nada. Su odio hacia Estados Unidos o Israel es mayor que su amor por la humanidad. Da igual que hablemos sobre Irán o sobre Afganistán, todos saben las violaciones de los derechos humanos que existen en estos países pero a más de uno les he oído decir, incluso a progresistas bastantes conocidos y demócratas declarados, que el fin justifica los medios".