El Concello aumenta a 450.000 euros la partida en los orzamentos para una nueva edición de Bonos Corazón

La concejala María Rozas avanza que mantendrá conversaciones con el sector de cara a un posible cambio de fechas del programa

Compras en Navidad

Compras en Navidad / Jesús Prieto

La rueda de prensa de ayer en el pazo de Raxoi fue un tanto inusual en el sentido en que en un momento dado se convirtió en un coloquio en el que las doce comerciantes de Santiago abordaron, más allá de la presentación de su iniciativa 12 Comercios, 12 Sensibilidades, otros temas de actualidad, como la campaña de navidad, las rebajas o los programas de apoyo al comercio. 

La tenienta de alcaldesa de Santiago, María Rozas, anunció que este año también habrá Bonos Corazón, aunque indicó que se consensuarán con los comerciantes las fechas en que se celebre el programa, ya que, consideró, en 2023 se completó “moi preto do Nadal”. En todo caso, avanzó que en el proyecto de los orzamentos municipales se contempla una partida de 450.000 euros para los Bonos Corazón, cuando en el último presupuesto aprobado, en 2022, solo se incluían 200.000 euros, aunque con otras partidas en 2023 se alcanzó la cifra de 433.000 euros. Las comerciantes asistentes valoraron positivamente esta iniciativa, y remarcaron que todo lo que sea apoyar al comercio local “é benvido”. 

Sobre la campaña de Navidad, explicaron que funcionó “a trompicóns” y que estuvo muy condicionada por circunstancias como el tiempo. Señalaron que hubo días muy buenos de ventas y otros más flojos, aunque apuntaron que el negocio no funcionó igual en todos los sectores.

También incidieron en la necesidad de regular las rebajas. Explicaron que en el contexto actual, en el que las grandes superficies marcan el calendario de descuentos, al pequeño comercio no le queda otra que aceptar el sistema. “Se fan un desconto nun centro comercial dun produto que eu tamén teño, no me queda outra que aceptalo e sumarme ao desconto, porque senón o que fago e botar á miña clientela cara as grandes superficies”, manifestó Vanessa Alvite en la comparecencia.

Remarcó que en los periodos de rebajas apenas hay beneficios para los pequeños comerciantes, puesto que lo que se busca es “vender a mercadoría que queda da tempada a prezo de coste para poder pagarlles aos proveedores a seguinte remesa”. 

María Rozas también compartió la necesidad de regular las rebajas sobre todo para apoyar a los pequeños establecimientos “que se ven sometidos á política de continuos descontos das grandes multinacionais”. Las asociaciones de comerciantes de Santiago insisten constantemente en esta urgencia, puesto que el hecho de “estar siempre en rebajas” ahoga a los establecimientos que tienen que competir con las grandes superficies. Recuerdan que las rebajas se crearon para deshacerse de los stocks de productos al finalizar la temporada, pero no como un elemento para fomentar las ventas durante todo el año. De hecho, las rebajas de invierno y verano, sobre todo en el sector de la moda y los complementos, servían para conseguir colocar aquellos artículos que no se había conseguido vender; y para conseguir los recursos económicos necesarios para pagar las compras de la nueva temporada a los mayoristas. Ahora todo es muy diferente.