¿Es el desayuno la comida más importante del día?

Los nutricionistas están de acuerdo en que no existe una más relevante que otra

Insisten en no dejarse engañar por los procesados y mirar bien los ingredientes

Ejemplo de desayuno poco saludable

Ejemplo de desayuno poco saludable / PEXELS

Todos recordamos a nuestros padres diciéndonos que no fuésemos al colegio sin desayunar porque “es la comida más importante del día”. Y es cierto que ellos siempre tienen la razón, pero en esto estaban equivocados. Natalia Albino, nutricionista que trabaja para el Sergas, indica que “no existe una comida más importante que otra”. Una afirmación que comparte la también nutricionista y trabajadora del Sergas Laura Coto. “No lo es, pero eso sí, hay que analizar el contexto de cada persona”, dice. Y es que ambas especialistas coinciden en que cada caso hay que verlo de forma particular y hay algunos “especiales” en los que esta primera comida del día es recomendable, como son personas diabéticas o embarazadas, “que pueden correr el riesgo de sufrir una hipoglucemia”, dice Natalia. “Tampoco es recomendable que se lo salten personas que sufran algún trastorno de alimentación”, subraya.

Mito

¿Entonces por qué siempre se ha creído que es la más importante? Natalia considera que es debido al hecho de que sería la primera comida tras el ayuno nocturno “pero nuestro cuerpo tiene mecanismos para que no te entre una hipoglucemia y no va a pasar nada por no desayunar”. Laura opina que además es algo que nos viene de atrás porque normalmente “la gente se iba al campo a trabajar y es normal que tuviesen una primera ingesta que le aportase ese combustible”. Y otra “culpable” de este mito, considera la especialista, ha sido la industria alimentaria. “Son empresas que buscan un beneficio con sus productos y pueden aprovechar estas creencias populares para tratar de vender”, indica Laura. “A finales del siglo XX se creó todo un nicho de mercado con los productos del desayuno y caló hondo porque las generaciones que crecimos en esa época nos alimentamos a base de ellos”, relata. Unos productos procesados, cargados de azúcares y grasas malas que se convirtieron, al igual que en EEUU, en el desayuno diario de muchos niños (y adultos).

Al respecto Natalia quiere aprovechar para lanzar un mensaje a los padres y es que “aunque se tarde más, hay que desterrar las galletas y cereales azucarados del desayuno. No implica más que levantarse cinco minutos antes”, recalca. “Si le tiras unos cereales en un vaso de leche van a tardar menos en tomarlo, se manchan menos, se usan menos utensilios en la preparación... pero tú si a un niño le pones un plato de fruta picada y un poco de pan se lo van a comer. Les llevará algo más de tiempo, pero está bien que mastiquen”, dice. “Y esto no es solo para los niños, para todos, porque el desayuno es la comida que peor hacemos, quizás por la falta de tiempo. Nos quedamos en el ‘a, b, c’ y solemos siempre tomar lo mismo”, añade.

Desayuno saludable

Desayuno saludable / PEXELS

Cereales

Si nos damos una vuelta por cualquier supermercado observaremos que dedican un pasillo entero a productos de desayuno. Y si nos fijamos en las etiquetas veremos que casi ninguno se salva. Y es que la industria de la alimentación se ha asegurado de guardar sus productos en cajas llamativas que anuncian a bombo y platillo que están enriquecidos con múltiples vitaminas. “Si no sabes ser crítico con esto, es normal que al final acabes pensando que es una buena opción. El desayuno de galletas y cereales se ha importado de EEUU porque aquí no se tomaba eso. En la época de los 90 los famosos cereales de caja tuvieron un gran éxito porque se hizo un muy buen marketing y no existía ningún tipo de veto. Hoy tampoco lo hay, pero la gente ya está más informada”, señala Laura.

El consumo excesivo de azúcar a causa de productos procesados como estos han provocado un aumento de patologías, además de sobrepeso y obesidad. “Eso sí, aprovechando esto la industria ha sacado esos mismos productos reducidos en azúcar y por eso tenemos que darnos cuenta de que sigue siendo un alimento de mala calidad y poco natural”, indica Laura. Al respecto Natalia señala que precisamente si desayunamos dulces al poco rato tendremos hambre. “El azúcar se absorbe muy rápido”.

No desayunar / desayunar

Ambas coinciden en que no pasa nada por obviar el desayuno y que incluso podemos tomarlo unas horas más tarde y no nada más levantarse. “En el trabajo puedes tomar algo en la pausa del café y un niño puede tomarlo en el momento del recreo”, dice Laura. “Incluso el ayuno intermitente favorece a algunas personas y para ellos puede estar bien alargar ese ayuno y llegar a la hora del mediodía sin comer nada”, añade.

Eso sí, recalca que “también se ha visto el caso de personas que se saltan el desayuno y luego comen más a lo largo del día y acaban picando. Para eso es mejor hacer un desayuno completo y que sacie”, apunta. “Hay otras personas que dicen que si toman algo vomitan, pues en ese caso es mejor que coman algo a media mañana o que ya esperen a la comida”.

Desayuno saludable omnívoro

A la hora de hablar de desayuno las expertas señalan que intervienen tanto factores personales como culturales. “En España no somos de comernos un plato de lentejas. Ahora muchas veces se promueve el desayunar así, pero hay que ser consciente de que la mayoría no lo va a hacer”, dice. “Siempre se llevó la cultura de tomar el lácteo, la fruta y el cereal, pero en esa combinación hay que buscar la máxima calidad posible”, aconseja. “Este trío es una buena opción para las personas que hacen tres comidas al día porque es el momento de incluir la fruta, y siempre entera y fresca”. El cereal recomienda que sea integral, y el pan, que sea bueno, sin aceites refinados ni azúcares. “Para los que prefieran cereales hay copos de avena, pero también existen otras opciones buenas en todos los supermercados para los que no les guste la avena”, señala. Otra idea que propone es hacer tortitas con plátano, huevo y harina integral, algún bizcocho con frutas y harina integral o galletas de avena.

Con respecto al lácteo, recomienda huir de los desnatados, y si tomamos leche “que sea entera, sacia más y tiene todas las vitaminas”. El yogur aconseja que sea natural y entero, e incluso tomar algún griego natural, “y los quesos bajos en grasas”. La especialista también recomienda tomar grasas de buena calidad como aceite de oliva virgen extra, frutos secos, aguacate... o alguna proteína de calidad como huevo, pechuga de pollo, jamón serrano de vez en cuando o algún pescado de lata.

Desayuno saludable vegano

Natalia Albino está especializada en dietas veganas y afirma que “no hay una fórmula perfecta en el desayuno”. “Aquí tenemos el esquema de lácteo, fruta y cereal y está bien, pero también lo están las lentejas”. Recalca que hay copos de maíz y de arroz sin azúcar que pueden substituir a la tostada de toda la vida. Y para todos aquellos afines a la tostada, Natalia recomienda no acostumbrarse al pan de molde y tener congeladas rebanadas de pan “de verdad”. “Cuando compramos un pan envasado hay que mirar lo que lleva, lo ideal es que sea integral, con poca sal, y fijarse en si tienen aceites. Además, me encuentro muchas veces en consulta a gente que piensa que por llevar semillas es más saludable y no es así”, afirma.

Como desayuno clásico, Natalia propone una bebida vegetal sin azúcares añadidos, como hidrato una tostada de pan con hummus, aguacate o tomate y alguna fruta. Otro desayuno que recomienda es un bol que lleve yogur de soja, preferiblemente natural, con frutos secos, fruta fresca y copos de avena.

Y con esto el mito queda desterrado. Desayunes o no, si comes saludablemente, lo estás haciendo bien.