La ciudad de Barcelona ha abierto al público el refugio antiaéreo de la plaza de la Revolución de septiembre de 1868. El refugio se empezó a construir en marzo de 1937 y fue redescubierto en 1994 durante las obras que se acometieron en el parking público que hay en la plaza. Se ha preservado un 5% de lo que había sido el espacio, en concreto la zona dedicada a atender a los heridos. Tenía capacidad para unas 400 personas. En el refugio se conservan los pasillos, la zona donde se trataba a los heridos, el lavabo y la pica y una sala de espera. En los agujeros que se observan en el suelo es donde se ponían las camillas para tratar a los heridos. También se pueden ver las conexiones de electricidad y agua corriente.