El gato se llama Taters, pertenece a uno de los empleados del laboratorio y va a pasar a la historia por ser el protagonista del primer vídeo enviado a la Tierra desde el espacio profundo. Una nave de la NASA lo envió desde más de 30 millones de kilómetros y llegó en apenas 101 segundos. Esta tecnología ayudará a superar los actuales límites de la exploración espacial. Una hazaña que sienta las bases de futuras comunicaciones láser en el sistema solar.