Unións Agrarias advierte de la posible instalación de molinos eólicos a solo 200 metros de viviendas

 Avanza una "oleada" de 42 nuevos parques que sumarán unos 1.000 megawatios de potencia

José Antonio Diéguez (i) y Jacobo Feijóo en rueda de prensa

José Antonio Diéguez (i) y Jacobo Feijóo en rueda de prensa / cedida

Redacción

Unións Agrarias (UUAA) avanzó este miércoles una “segunda oleada” de proyectos de producción de energía eólica en Galicia con la tramitación de 42 nuevos parques que sumarán una potencia de 1.000 megavatios, según los cálculos de la organización, que advierte de que estas iniciativas están planeando la instalación de aerogeneradores “a menos de 200 metros” de viviendas.

Así lo denunciaron en rueda de prensa celebrada en Santiago el secretario de Coordinación Sectorial de UUAA, Félix Porto, junto al responsable de desarrollo rural y energías renovables de la organización, Jacobo Feijóo, y el presidente de Ventonoso, José Antonio Diéguez. Estos proyectos, puntualizaron, todavía no fueron publicitados, pero ya está avanzado su diseño.

A pesar de que la normativa vigente, señala UUAA, establece una distancia mínima entre los parques y los núcleos rurales consolidados de 5 veces la altura de los aerogeneradores (lo que resultaría en unos 1.000 metros), “la mayor de parte de los planes de ordenación urbanística de Galicia no se encuentran debidamente actualizados”. Una situación “alarmante”, indican, que abre la puerta a la ubicación de nuevas instalaciones de generación de energía al lado de áreas pobladas.

En esta línea, la organización insta a la Xunta “a tomar cartas en el asunto” y a realizar los trámites que sean precisos para evitar que “ni uno solo” de estos 42 nuevos parques que en estos momentos están en tramitación por vía autonómica se instalen a menos de los 1.000 metros legalmente establecidos.

Apuntan, asimismo, que tienen constancia de las intenciones de algunas promotoras de “aprovechar el vacío legal” que se abre en torno a numerosos núcleos históricos gallegos sin catalogar para ubicar aerogeneradores casi “a las puertas de núcleos de viviendas”. Una “aberración”, tildan, a la que llaman a poner coto, apelando a la ética y a la responsabilidad social de las empresas para evitarlo