El BNG va a gobernar Arzúa y el Movemento Veciñal se impuso al PP de Touro con Castro

Mañana de investiduras la de este sábado, en la que los regidores con mayoría absoluta gozaron de la tranquilidad que le dieron las urnas, caso de los populares Manuel Taboada (O Pino), Ramón Tojo (Rois), Lucía Calvo (Teo), Álex Doval (Oroso), Fina Suárez (Trazo), José Luis Martínez (Ordes), Carlos Martínez (Vedra), Antonio Pereiro (Tordoia), Roberto Rey (Frades), José López (A Estrada) o Xosé Crespo (Lalín). Por el BNG, Juan Blanco arrasó en Mazaricos (a la espera de una investidura retrasada por la junta electoral) y Alberto Romar (PSOE) en Santa Comba. Además, se despejaron incógnitas, y en Dodro gobernará Xabier Castro (PSOE); en Arzúa Xoán Xesús carril (BNG), mientras que Xosé Manuel Pérez venció en Melide. Y en Touro, la sorpresa: el independiente Roberto Castro se impuso al PP.

Comenzando por los concellos donde no estaba clara la presidencia, en Dodro era otro Castro, Xabier, quien agradecía “el apoyo de los ediles de Unidade Veciñal”, aunando así cinco votos para el PSOE. El BNG, por su parte, optó por abstenerse, mientras que PP y Xente de Dodro votaron por sus propias candidaturas. En Arzúa, Carril sumaba el respaldo de los socialistas y de Alternativa por Arzúa, con el exregidor José Luis al frente, para levantar el bastón de mando, mientras que Pérez hacía lo propio en Melide, pero esta vez con los sufragios del PSOE y BNG. En Touro apuntalaron a Roberto Castro (Movemento Veciñal) el PG y BNG.

En Ames, pese a que estaba cantada la elección de Blas García por lógica progresista, lo cierto es que de unirse el PP con los 5 concejales del Bloque, que han lanzado fuertes críticas hacia la decisión de romper el previsible bipartito, las tornas habrían cambiado. Precisamente, el regidor aplaudía el trabajo de la oposición en estos 4 años... pero también el del Bloque. Sin embargo, el nacionalista David Santomil respondía que la decisión de dejarlos al margen era un intento “de borrar as voces discrepantes”. Blas García propuso un ejecutivo “de cooperación” que incluya las aportaciones de los colectivos y asociaciones. Asimismo, se comprometió a gobernar “para todos” y, por último, enumeró los futuros proyectos de humanización de las urbes o el complejo deportivo de Milladoiro, anunciando además que va a “estabilizar” a un centenar de trabajadores, colectivo con el que se va a reunir en primer lugar.

Otros municipios donde el acuerdo (por lo menos para designar mandatario) había sido adelantado por este diario fueron los de Brión, A Baña y Negreira, en los tres casos gracias al voto (o a la retirada de candidatura) del BNG. Allí gobernarán respectivamente Pablo Lago, José Antonio Pereira y Ángel Leis. En Val do Dubra parece que funcionó la entente Anova-PSOE, y el socialista Diego Díaz podrá presidir los plenos tras repartir concejalías con los de Antonio Negreira, al igual que en Padrón, donde Anxo Rei devolvía la alcaldía a los socialistas de la mano del BNG.

Pero entre todos los triunfadores de la periferia santiaguesa, hay que subrayar el caso de Manuel Taboada en O Pino, que logra su séptimo mandato de forma más que aplastante y con la idea de construir un centro de día y adaptar el Plan Xeral a las demandas vecinales. El de Lucía Calvo (PP) en Teo es otro triunfo a citar, ya que logró devolver al poder al PP tras ocho años de un gobierno rupturista que queda descalabrado, con apenas dos concejales de 17. Su intención es “traballar para os veciños sen descanso” y también “tender a man á oposición”, esperando que sea “leal” A su triunfo asistieron el presidente del Parlamento y la secretaria xeral del PPdG. Por su parte, el orosano Álex Doval (PP) fue de los alcaldes más madrugadores, y contó con la exconselleira Rosa Quintana y la vicepresidenta segunda de Galicia, Ánxeles Vázquez, in situ.