Moncho, con la misma chispa que tenía con 17 años para medirse al Barça

El técnico destaca a los blaugranas como un equipo fuerte en casa

El Alquimista afirma tener "los mismos nervios que tenía" cuando entrenaba en Pontepedriña

Moncho, con la misma chispa que tenía con 17 años para medirse al Barça

Jesús Prieto

El Monbus Obradoiro afronta este domingo, a las 17.00 horas el difícil reto de visitar el Palau Blaugrana. El Barcelona, uno de los grandes equipos europeos, espera al conjunto compostelano confiando en remontar en la Liga Endesa, mientras que los compostelanos quieren sumar una victoria para mirar hacia arriba. Para hablar sobre este choque, Moncho Fernández, preparador del Obra, ofreció su habitual rueda de prensa previa.

El técnico comenzó hablando sobre el estado físico de los suyos: "Con las dificultades que nos están afectando a toda la sociedad. Infecciones respiratorias, gripes, catarros y demás. Hemos tenido a un miembro de la plantilla tocado, pero al margen de estos inconvenientes que nos están pasando a todos, el resto de aspectos de la salud en buen estado".

Sobre su siguiente rival destaca que "son un equipo que en casa están siendo de los mejores de Europa. Han perdido un partido con Manresa, han perdido un partido con Milán y el resto lo han ganado. Son un equipo que en casa tienen números de campeonato. Quizás han tenido más irregularidad fuera del Palau, pero en casa siguen siendo lo que son, un trasatlántico".

Aprovechando la estancia en el pabellón de Fontiñas, donde acudió a la presentación del álbum de cromos del ADB Fontiñas por su 18 aniversario, el técnico fue preguntado por sus inicios en su barrio de Pontepedriña, por lo que mantiene de aquel Moncho en sus inicios y en qué es diferente ahora:"Lo que ha cambiado son casi 40 años, para ser exactos 37, cuando empecé a entrenar. Y lógicamente, a lo largo de la vida vas adquiriendo no solo conocimientos, sino experiencias, no solo baloncestísticas, sino de la propia vida. Pones en valor unas cosas que antes no ponías y viceversa".

"Me gusta pensar que sigo amando este juego como el primer día, que sigo teniendo la misma pasión que tenía cuando teníamos que jugar bajo la lluvia y en pistas de asfalto. Tengo muy gratos recuerdos de esos momentos porque ahí es donde empieza la chispa de lo que fue una pasión que acabó convirtiéndose en mi profesión. Lo pienso y lo siento con los mismos nervios que tenía con 17 años", finalizaba el técnico.