Las excedencias por cuidado de familiares marcan récord en Galicia en el primer semestre

La comunidad registra un aumento en los permisos tramitados del 68,5% con respecto al año pasado que únicamente supera Cantabria

Es el dato más alto desde que hay registros

Una madre con las actividades cotidianas del cuidado de sus hijos

Una madre con las actividades cotidianas del cuidado de sus hijos

Durante el primer semestre de 2023, 794 personas han solicitado en Galicia una excedencia en sus respectivos centros de trabajo para el cuidado de familiares, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Una cifra sin precedentes en la comunidad desde 2006, año en el que el departamento responsable de la protección social comenzó a recoger esta serie de datos. Los permisos tramitados se incrementaron con respecto al mismo periodo del pasado año en 323, lo que supone un alza del 68,5 por ciento. Se trata del segundo mayor crecimiento registrado en el conjunto del territorio estatal únicamente por detrás de Cantabria, donde las excedencias se dispararon hasta superar el 70 por ciento, muy por encima del alza en la media estatal, que se sitúa en el 45 por ciento.

Quizás resulte llamativo que este crecimiento sin igual se produzca en la comunidad justo en un momento en el que la natalidad se encuentra bajo mínimos. En el primer quinquemestre –el Instituto Nacional de Estadística únicamente cuenta con datos de los nacimientos en Galicia hasta mayo de este año– se registraron 5.624 alumbramientos, la cifra más baja en toda la serie histórica durante los primeros cinco meses del año.

Excedencias por cuidado familiar por comunidades

Excedencias por cuidado familiar por comunidades / ECG

No obstante, estas excedencias, además de para la atención de los vástagos, pueden emplearse para atender al cuidado de un familiar que se encuentre a cargo, hasta el segundo grado inclusive de consanguinidad o afinidad que por razones de edad, accidente, enfermedad o discapacidad no pueda valerse por sí mismo y no desempeñe actividad retribuida.

Desde otras autonomías como Asturias, que se apunta el tercer mayor crecimiento del territorio estatal en el número de permisos tramitados, vinculan el mismo al descenso de trabajadores que realizan sus funciones desde su domicilio, que durante la pandemia y a posteriori se convirtió, además de en un refugio frente al virus, en un alivio para la siempre dificultosa conciliación entre el ámbito laboral y familiar.

Sin embargo, la comunidad gallega no ha registrado tal descenso. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), el 87% de los trabajadores gallegos señalan no haber trabajado ningún día desde casa durante el segundo trimestre del año. Una proporción que no varía sustancialmente con respecto a la que viene registrando la comunidad desde el segundo trimestre del año 2020.

La subida del precio de la vida

El encarecimiento del Índice de Precios de Consumo (IPC) que arrancó a inicios de 2021 de la mano de la recuperación en el consumo mundial tras los peores meses de la pandemia y se vio agravado tras la invasión rusa de Ucrania en febrero del pasado año, puede justificar de mejor manera el incremento de este tipo de baja voluntaria en la comunidad.

Las mayores dificultades de las familias para llegar a fin de mes hacen que se valore como una opción de mayor rentabilidad la solicitud de una excedencia para atender a los cuidados de un hijo o de un familiar de mayor edad o con algún tipo de discapacidad que el desembolso para poder llevarlos a una guardería o residencia privadas o para contratar a una persona que se ocupe de su cuidado.

Galicia encara este año su segundo curso con gratuidad en las escuelas infantiles, lo que ha elevado sobre manera la demanda. De hecho, según la Asociación Galega de Escolas Infantís (Agadei) para el presente curso los huecos que quedan todavía libres se encuentran concentrados en la jornada de tarde. Una opción que en muchos casos hace inviable la conciliación familiar y laboral.

Lo mismo sucede con las residencias de mayores, que tal y como informó EL CORREO GALLEGO en mayo se encuentran sin plazas públicas libres, mientras que las existentes en los centros privados oscilan entre los 2.500 y los 3.000 euros al mes, un precio prohibitivo para la mayoría de familias.

Las mujeres siguen asumiendo los cuidados

Los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones reflejan cómo las mujeres asumen mayoritariamente las tareas de cuidados. De hecho, el 80 por ciento de las excedencias tramitadas en la comunidad durante el primer semestre fueron solicitadas por ellas. Un vistazo a los datos del año 2006, cuando las mujeres habían gestionado el 90 por ciento de las solicitudes, basta para ver que se han producido importantes avances en este sentido, si bien quedan pasos todavía por dar en aras de una mayor igualdad en términos de conciliación.