CIG y Defensa da Sanidade Pública cargan contra la Xunta por "privatizar" los abortos

Sanidade alega una cuestión administrativa en el contrato para realizar las interrupciones del embarazo en la privada

Sede administrativa del Servizo Galego de Saúde (Sergas), en Santiago

Sede administrativa del Servizo Galego de Saúde (Sergas), en Santiago / Xunta

Agencias

La CIG y la Asociación en Defensa da Sanidade Pública han censurado la decisión de la Consellería de Sanidade de sacar a licitación un contrato por valor de casi 1,4 millones para los próximos tres años de cara a derivar a clínicas privadas las intervenciones para interrumpir embarazos de forma voluntaria, lo que consideran "un paso más en el proceso de privatización" de la sanidad pública.

En sendos comunicados, la central nacionalista y el colectivo consideran que la cuantía del contrato (prorrogable hasta los cinco años) debería dedicarse a reforzar la plantilla del Sergas para que el derecho a interrumpir de forma voluntaria un embarazo se preste desde la sanidad pública.

CIG-Saúde ha mostrado su discrepancia con el argumento de la Xunta de que se trata de "intervenciones poco complejas" que, por lo tanto, pueden ser derivadas a las clínicas privadas, ya que podría aplicarse a "un gran número de intervenciones" de cirugía ambulatoria "que se hacen en la sanidad pública".

Por tanto, el sindicato remarca que el Sergas debe garantizar la disponibilidad de recursos para realizar "todas la intervenciones" e interpreta que contratar las interrupciones de embarazo en la privada supone "descapitalizar" la sanidad pública en favor de la privada.

Además, también censura que se use como argumento los supuestos problemas para encontrar profesionales que las realicen pormotivos de objeción de conciencia. "No puede ser que los profesionales con objeción de conciencia se concentren en la sanidad pública y sólo se puedan hacer estas intervenciones en la sanidad personal", ha concluido.

Defensa da Sanidade

Por su parte, Defensa da Sanidade Pública coincide con la CIG en que la licitación de estas cirugías avanza en la "privatización" del Sergas dado que, hasta el momento, únicamente se derivaban a la privada aquellas intervenciones basadas en criterios de urgencia vital.

Consideran que se trata de una "vulneración de un derecho fundamental" de las mujeres, a las que, dicen, también "estigmatiza" porque "dejan de ser dignas de ser atendidas en la sanidad pública".

"La Xunta demuestra nuevamente su incapacidad para planificar y gestionar los recursos sanitarios públicos, dado que la medida se justifica por la imposibilidad de que los servicios sanitarios públicos del Sergas puedan prestar dicha asistencia con los recursos humanos, materiales y de infraestructura que tiene en la actualidad", ha remarcado el colectivo.

En este sentido, recuerdan que corresponde a los gerentes de los hospitales "organizar los circuitos adecuados" para que el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales no suponga una traba para que las mujeres ejerzan el suyo a interrupir el embarazo de forma voluntaria en un centro público.

Así pues, piden la retirada del contrato y la adopción de medidas desde la administración para garantizar el acceso "en todos los centros sanitarios públicos", así como la puesta en marcha de una regulación de la objeción de conciencia que no interfiera al ejercicio de este derecho para las mujeres.

La Xunta defiende el contrato con la privada

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha sostenido este jueves que la voluntad de la Xunta es garantizar que el cien por cien de las abortos se realicen en la sanidad pública aunque justifica en una cuestión "administrativa" la idoneidad de licitar un contrato para poder derivar las interrupciones del embarazo a clínicas privadas.

En una visita al centro de salud de Baltar (Sanxenxo) el conselleiro ha defendido que el Sergas sacó la licitación con la privada privada con el objetivo de que estas intervenciones tengan "todas las garantías" independientemente de la titularidad del centro en el que se lleven a cabo. Según ha explicado, este contrato sirve para ofrecer garantías a las mujeres que "prefieran" abortar en la sanidad privada o que, por otro lado, deban recurrir al ámbito privado por otras cuestiones como falta de personal.

En todo caso, Comesaña ha asegurado que este nuevo contrato no se licita por un "problema de aumento" en el número de solicitudes de abortos sino que se limita a un trámite administrativo.

El objetivo es que la intervención se realice con total garantía tanto en el ámbito privado como en el público por lo que "para mandar a un paciente tenemos que tener un contrato", ha insistido.

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, durante su visita este jueves al centro de salud de Baltar, en Sanxenxo

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, durante su visita este jueves al centro de salud de Baltar, en Sanxenxo / XUNTA

"Desde el punto de vista legal estamos obligados a hacer un concurso", ha remarcado de nuevo mientras que ha insistido en que Galicia es una de las comunidades autónomas en las que más se realiza este tipo de intervenciones en el ámbito público.

De hecho, ha subrayado que en los embarazos que superan las 14 semanas de gestación, "el cien por cien de las interrupciones" se llevan a cabo en centros públicos.

Además, "ni una sola mujer gallega tiene que salir de Galicia para hacer un proceso de este tipo, ni siquiera en los casos de más de 22 semanas que son los denominados casos complejos".

En Galicia, ha recordado, hay dos centros que realizan este tipo de intervenciones ya superadas las 22 semanas; en Vigo y en Ourense.

Por lo tanto, solo son los "casos sencillos" en los que el embarazo se encuentra entre la semana 9 y la semana 14, los que se derivan a centros privados aunque, según Comesaña, la "intención" de su departamento es que todos los abortos se puedan ofertar en el ámbito público.