Galicia es la autonomía que más redujo su población infantil en riesgo de pobreza y exclusión tras la COVID

La Plataforma de Infancia destaca “la capacidad de recuperación” de la comunidad que en tan solo dos años pasó a situarse entre las cinco regiones que menor incidencia registran de esta situación

Un grupo de escolares en su llegada a las aulas en la Escuela de Educación Infantil O Rial-Laraño

Un grupo de escolares en su llegada a las aulas en la Escuela de Educación Infantil O Rial-Laraño / Antonio Hernández

Los estragos causados por la pandemia del coronavirus llegaron mucho más allá del ámbito sanitario. La parada del empleo –más allá de los puestos denominados esenciales– trajo consigo muchos quebraderos de cabeza para las economías familiares, que se vieron reflejados en los datos; Galicia cerró aquel ya lejano 2020 con un 33,5% de su población infantil en riesgo de pobreza y exclusión social. Una tasa que reflejaba que el número de infantes gallegos que como consecuencia de la crisis del COVID se encontraban en esta situación era mayor que cualquiera de los años posteriores a la crisis económica de 2008.

No obstante, los datos del Análisis de la encuesta de condiciones de vida con enfoque de infancia que presentó durante la jornada de ayer la Plataforma de Infancia, y que este año por primera vez cuenta con un informe disgregado por autonomías, reflejan que Galicia fue la comunidad autónoma que en mayor medida logró reducir su población infantil en riesgo de pobreza y exclusión social desde la crisis sanitaria. “Advertimos un efecto de recuperación da etapa COVID. Os niveis de pobreza medraron de forma moi importante coa pandemia e agora volvemos a unha foto similar á que tiñamos en 2017 e 2018”, señaló durante la presentación del informe Xesús Vilas Otero, presidente de la Plataforma de Organizacións de Infancia de Galicia (POIG).

Así pues, la comunidad cerró el pasado año con una tasa AROPE (de las siglas en inglés de en riesgo de pobreza y exclusión) en su población menor de dieciocho años del 24,9%, casi 10 puntos menos que dos años antes.

La tasa de pobreza infantil, es decir aquellos menores de edad que viven en unidades de consumo cuyos ingresos son inferiores al 60% de la renta mediana disponible equivalente, cuenta con la misma dinámica pasando de alcanzar máximos históricos en el 2020, cuando un 29,7% de la población infantil gallega se encontraba en esta situación al 20,9% con el que cerró el pasado año. Del mismo modo, descendió la pobreza severa infantil, es decir aquellos menores que viven en hogares con un ingreso menor a 560 euros mensuales por unidad de consumo. En esa situación se encontraban en la comunidad el 8,5% de los infantes al cierre de 2022.

Unos datos en los tres indicadores que hacen que la propia Plataforma de Infancia destaque en su informe “la capacidad de recuperación” mostrada por Galicia, que pasó de registrar tasas superiores a la media estatal a posicionarse entre las cinco autonomías con menor proporción de población infantil en cualquiera de las tres situaciones.

Del mismo modo que la EAPN que publicó su Informe sobre la Pobreza en Galicia a inicios de esta semana, Xesús Vilas Otero, presidente de POIG, puso en valor las políticas públicas puestas en marcha tanto a nivel estatal como desde el Gobierno autonómico que ayudaron a rebajar sustancialmente los índices en los que se encontraba Galicia. Medidas tales como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), la subida del SMI el despliegue de los ERTEs, que permitieron “una recuperación más rápida del empleo”, a nivel estatal y la RISGA o la Tarxeta Básica a nivel autonómico.

“Pensamos que temos que animar ás Administracións a manter e perfeccionar estas políticas porque porque os datos mostran que están tendo un efecto beneficioso na erradicación da pobreza”, incidió Vilas.

Las cifras de la pobreza infantil en Galicia

Las cifras de la pobreza infantil en Galicia / M. G. T.

Tareas aún por abordar

Más allá de los buenos datos que registra la comunidad y las acertadas medidas puestas en marcha por el Gobierno autonómico, como la gratuidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 años por las que Vilas felicitó a la Xunta, el presidente de la POIG quiso incidir en aquellas materias en las que Galicia aún tiene trabajo por delante.

“É preciso formular plans de apoio ás familias monoparentais, ao depender dunha única fonte de ingresos, son as máis vulnerables aos cambios nesa situación”

Xesús Vilas Otero

— Presidente de la Plataforma de Organizacións de Infancia de Galicia

Una de ellas, es la apuesta decidida por la formulación de planes de apoyo a las familias monoparentales, “pois ao depender dunha única fonte de ingresos, son as máis vulnerables aos cambios que se poidan producir nesa situación”, señaló.

Otro de los indicadores que cabe mejorar es el de la población infantil que se encuentra en una situación de carencia material severa, es decir, que por ejemplo su familia no tiene la capacidad económica suficiente para mantener la casa a la temperatura adecuada, 30.000 menores de edad gallegos terminaron el pasado año en ese estado. “Vemos como nos sectores máis vulnerables, esas familias en carencia material severa, os números non descenden en tan grande medida e iso significa que as políticas non están chegando directamente a quen máis as necesita”, apuntó Xesús Vilas.

El presidente de la POIG finalizó su intervención recordando la situación de los 2.000 menores que se encuentran en la comunidad en un régimen de tutela, a los que denominó como “a parte máis vulnerables da poboación infantil galega”, y apuntó que es necesaria la concienciación sobre su casuística ante “a falta de medios tanto da Administración como das asociaciacións que os asisten”, sentenció.

Datos a nivel estatal

Los datos del conjunto estatal sitúan a España como el tercer país europeo con mayor población infantil en riesgo de pobreza y exclusión, con el 32,2%. Mientras, la media europea se encuentra en el 27,5%.

Canarias, Ceuta, Melilla, Andalucía, Murcia, Extremadura y Asturias son las comunidades que se sitúan por encima de la media estatal.