Los ópticos gallegos reclaman medidas para reducir el coste de las gafas y las lentillas

“No puede ser que nos condicione el nivel económico para una buena solución”, afirma Esther Amaro, presidenta del Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia, en referencia al coste que deben asumir los usuarios de gafas y/o lentes de contacto. Amaro cuenta que actualmente el precio medio de un par de anteojos “ronda los 100 euros” a la hora de tratar “lentes de calidad” y el gasto en lentillas se sitúa en “120 euros anuales como mínimo”, aunque esto depende de “las características de cada caso” como “la graduación” o si se trata de “astigmatismo, miopía o hipermetropía, entre otras”. La presidenta de los ópticos relata que los usuarios gallegos tienen que hacer frente a este gasto “ahora mismo, sin ningún tipo de ayuda”. Un hecho por el que el Colexio demandará una reunión a la Consellería de Sanidade en cuanto el nuevo Gobierno de la Xunta sea designado.

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Según los datos Instituto Nacional de Estadística (INE) el 2,8% de los gallegos convive con baja visión, es decir, en torno a 75.000 personas precisan elementos como gafas o lentillas. Desde el sector de los ópticos optometristas advierten que “esta cifra está yendo en aumento” y relatan que “la miopía es cada vez más frecuente entre los más pequeños”. En este crecimiento de los problemas de visión entra en juego el nivel económico de los usuarios, dado que los elementos relativos a la salud visual como los anteojos no están cubiertos por el sistema sanitario público. Amaro explica que hay gente que “intenta alargar” la vida de las lentes por el gasto que supone, aunque sea necesario aumentar las dioptrías.

A favor de “ayudas para gafas”

Los usuarios de estos instrumentos ópticos también echan en falta ayudas para la adquisición de estos. “Necesito cambiar las gafas por la graduación, pero no lo hago porque sé que me tengo que gastar mínimo 300 euros”, afirma Natalia, una joven viguesa usuaria de lentes desde hace veinte años y que aqueja un problema económico a la hora de afrontar la compra de un nuevo par, a pesar de “no tener muchas dioptrías”. Esta joven se muestra a favor de “una ayuda para gafas” por parte del sistema sanitario y comenta el caso de su madre que llega a “gastarse mil euros” para poder ver sin dificultades.

“Llevo lentillas mensuales desde hace dos años y me gasto diez euros al mes como mínimo”, explica Carmen, una joven de Santiago que muestra su apoyo por la posibilidad de que se puedan implantar ayudas, al menos “el importe de los cristales”. A su vez, la joven cuenta que el último par de lentes le costó “más de 200 euros” y que se trata de algo que “no va a amortizar” porque tendrá que cambiarlas “en dos años”. “Es como una muleta para andar cuando estás coja”, así define Carmen sus anteojos.

Desde el Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia también focalizan la problemática económica en los casos de usuarios con “discapacidad visual”. Amaro cuenta que tienen una propuesta en materia de “discapacidad visual” relativa a la gente que entra dentro de la categoría de baja visión por circunstancias como “ictus, glaucoma u otros” y que no entran en “la categoría 11”, la cual se refiere “a personas que tienen un 10% de visión”. Esta propuesta versaría sobre la población que tiene “un 20% o un 30%” o que “tienen el campo visual limitado”, dado que, según cuenta la presidenta del Colexio Oficial, hay personas que un par de gafas “les cuestan 1.500 euros” y no se encuentran cubiertas por el sistema sanitario.

En regiones como la Comunidad de Madrid, Andalucía o la Comunidad Valenciana han llevado a cabo medidas relativas a la suministración de lentes de contacto o anteojos en los últimos tiempos, algo que ahora piden el gremio de los ópticos optometristas gallegos en la comunidad. Asimismo, los profesionales ofrecen su ayuda para implantar una solución, pero “la administración tiene que ser la que valore cómo desarrollarla”. “Podría llevarse a cabo como las becas, dependiendo de la renta, por ejemplo”, afirma Esther Amaro.

Convenio autonómico

En 2007 el Servizo Galego de Saúde (Sergas) puso en marcha el convenio “Ollo cos ollos”. En este acuerdo las ópticas adheridas de la comunidad pasaban a realizar revisiones visuales de manera gratuita, introduciendo los resultados en el historial clínico de los pacientes. En el caso de que en esas revisiones se detectase alguna dolencia, el médico de atención primaria derivaba al paciente al especialista. En un principio este acuerdo contó con la aprobación del Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia, pero al llegar el 2020 se canceló el convenio por iniciativa del órgano de los profesionales de la visión.

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Después del cese del convenio “Ollo cos ollos”, el Sergas inició otro convenio de salud visual, pero esta vez bajo el nombre de “Coida os teus ollos”. Este último acuerdo no contó con el beneplácito del Colexio Oficial y el número de establecimientos adheridos es inferior al anterior, dado que desde el sector piden mejoras en los términos aprobados. Entre estas propuestas estaría la creación de plazas para ópticos optometristas en el Sergas, entre otras medidas.