Conocer a tu asesino en Tinder (en Galicia ha pasado)

En España más de cuatro millones de personas usan apps o webs de citas

En Ourense una joven asesinaba y descuartizaba a su cita de Tinder en 2021

En Ponteareas, Ames y Moaña tres mujeres fueron encandiladas en la aplicación con el único objetivo de robarles su dinero

Una joven muestra la aplicación Tinder en su móvil

Una joven muestra la aplicación Tinder en su móvil / PEXELS

Encontrar pareja en el trabajo o en la discoteca, de fiesta, sigue siendo una posibilidad, pero también lo es hacerlo a través de internet. Y es que una buena parte de los jóvenes dan prioridad a socializar de forma virtual. En España, según el último análisis de GfK DAM, el medidor oficial de las audiencias digitales de nuestro país, son más de 4 millones de personas las que acceden a webs y apps de citas cada mes. Este tipo de plataformas siguen en auge, y eso que llevan entre nosotros más de 20 años. Registran en España más de 1,5 millones de usuarios mensuales entre los 25 y 44 años, y son usadas especialmente entre los millennials. Sin embargo, tanto la generación Z como los segmentos de edad más senior son menos dados a utilizar portales para ligar.

De todas las apps de citas, la más usada por los españoles es Tinder. En los últimos años, los medios de comunicación se han ido haciendo eco de casos espeluznantes surgidos a raíz de citas en la popular app. Y es que Tinder se ha convertido en un nido de timadores, estafadores, asesinos o violadores. El anonimato que ofrece la pantalla es la mejor arma para ingeniar todo tipo de prácticas delictivas. El último caso ha sucedido en Murcia, donde un hombre asesinó a cuchilladas a una singapurense que se encontraba en España de vacaciones. Hallaron su cadáver en un descampado de Abanillas, con más de 30 heridas de arma blanca. Ahora se investiga que la víctima podría haber conocido a su asesino en Tinder.

Asesinato en Ourense

El caso más mediático vivido en Galicia lo protagonizaba una joven de Ourense en 2021, llamada Cristina R.V. Conocía a la víctima, José María R. Z., un vecino de Castelldefels (Barcelona), a través, en este caso, de la aplicación de citas Jaumo, y decidían pasar un tiempo juntos en la localidad ourensana de Cortegada. El hombre ya nunca regresó a su hogar. La mujer, con 26 años y una dura historia familiar, instaló a su amante en casa, pero cuatro días después discutieron. Ella quería que se marchara, pero, según la asesina, el hombre decía estar enamorado de ella y no quería irse. Fue entonces cuando tomó la decisión de echarle tranquilizantes en el café. Luego, lo asfixió con una almohada y quemó y troceó su cadáver. La Guardia Civil recuperó casi todo el cuerpo del hombre en diferentes puntos de la finca de la mujer y los alrededores.

Foto de la asesina de Tinder en Ourense

Foto de la asesina de Tinder en Ourense / C.G.

Estafas en Galicia

Otros casos llamativos en Galicia relacionados con las apps de citas, en concreto Tinder, están asociados a estafas. Una de ellas se producía en 2021 en Ponteareas. Un hombre le hizo creer a su víctima de robo que estaba interesado en ella para pedirle dinero, una cantidad que supuestamente le devolvería pero, en realidad, no tenía la menor intención de hacerlo. La mujer le transfirió primero 10.000 euros y, después, 60.000 más. Además, un día que el acusado visitó en su domicilio de Ponteareas a la mujer, le hizo creer que las joyas que poseía eran muy bonitas y que le gustaría mostrárselas a su hija. Joyas, que, por supuesto, también le robó.

Otro caso de estafa se daba en Ames, concretamente en O Milladoiro. El pasado año una vecina de unos 40 años era estafada a través de la app de citas con el conocido como “timo amoroso”. En este caso contactaba supuestamente con un ingeniero desplazado a Turquía por trabajo, que le pedía ayuda para poder terminar sus labores allí y volver a España para reunirse con ella. Al otro lado de la pantalla, en realidad estaban una mujer de Zaragoza y un hombre de Pamplona. Acabaron robándole 4.100 euros, y el timo no siguió a más porque se lo contó a una amiga que la advirtió de que era un engaño.

También en Moaña estafaban hace un par de años a una vecina con el mismo timo una mujer y un hombre de Barcelona que se hacía pasar por un militar estadounidense. Lograron llevarse 18.700 euros.

Otros casos mediáticos

En 2018 Grace Millane se encontraba de mochilera en Nueva Zelanda cuando fue brutalmente asesinada. Había decidido viajar por el mundo tras terminar sus estudios superiores. Cuando se encontraba en la localidad de Auckland, abrió Tinder para conocer a alguien durante su estancia en el país y se citó con Jesse Kempson. Su cuerpo fue localizado el 9 de diciembre de 2018 dentro de una maleta.

En 2017 fallecía Sydney Loofe a manos de su cita de Tinder, Audrey. La población de Lincoln, capital de Nebraska, en Estados Unidos, quedó consternada cuando fue hallado el cuerpo desmembrado de Sydney en un terreno baldío de una ciudad cercana. Con el tiempo, se supo que la mujer con la que hablaba en Internet tenía otra identidad. El verdadero nombre de Audrey era Bailey Boswell , y vivía con su pareja. Ambos estaban habituados a contactar personas por Tinder gracias al perfil falso de Boswell y a pactar todo tipo de prácticas sexuales con ellas.

Otro de los casos más impactantes ocurría en 2002. Ashley Wadsworth tenía 19 años, vivía en un pueblo de Canadá, conoció a Jack Sepple por Tinder y decidió irse a vivir con él a Reino Unido. Sin embargo, empezaron a tener problemas y ella decidió volver a su casa. El día antes de regresar, los vecinos escucharon mucho ruido y, alertados, llamaron a la policía. Cuando los equipos de emergencias llegaron al lugar, se encontraron a Jack Sepple acostado en la cama, manchado de sangre, junto al cadáver de Ashley.

Ashley Wadsworth y Jack Sepple

Ashley Wadsworth y Jack Sepple / C.G.

Otro caso sonado es el de la muerte de Luis Sergio Ramírez en Perú en 2017. Ramírez y Ana Lucía Carranza se conocieron en Tinder y hablaron durante un tiempo hasta que decidieron quedar. La joven le pidió a Luis Sergio que la acompañara a su casa en San Juan de Lurigancho. Fueron al distrito y tuvieron relaciones sexuales. No se vieron hasta un año después. Fue en esa segunda cita en la que tanto ella como su novio de entonces lo planearon todo para asesinarle. Su pareja, al que también había conocido en Tinder, le golpeó con una espada, y ella ayudó a torturarle hasta la muerte.