Arriesgar la vida por un ‘like’

Según datos de la Fundación IO, España es el cuarto país en el que más gente muere por hacerse selfies en lugares peligroso

 En Galicia se hacía viral la semana pasada el vídeo de un tuitero que captaba a una joven posando en el borde del ascensor Halo de Vigo

En noviembre tres turistas casi mueren en A Coruña por hacerse una foto en pleno temporal

El ruso Kirill Oreshkin, pionero de los selfis de alto riesgo, se saca uno con otro joven en lo alto de un edificio

El ruso Kirill Oreshkin, pionero de los selfis de alto riesgo, se saca uno con otro joven en lo alto de un edificio / FDV

Vivimos en una sociedad dominada por las redes sociales. Si una marca no tiene presencia en redes, muere, y si un personaje famoso no las potencia, a no ser que su carrera esté ya muy consolidada, hará caer en picado su visibilidad. La generación Z ha conformado en las redes sociales su hábitat, en ellas es donde se sienten cómodos, de hecho, se mueven como pez en el agua, mucho más que en la “vida real”. Y aunque las redes tienen aspectos positivos, también tienen muchos negativos cuando se hace un mal uso de ellas. Hace ya años que se popularizó el hacerse fotos o selfies en lugares peligrosos. De hecho, existen perfiles destinados específicamente a ello. La fiebre del ‘like’ es tal que hay jóvenes que no dudan en arriesgar su vida para hacerse una foto viral y ganarse el aplauso virtual.

Dibujo de una joven cayéndose por un acantilado al hacerse un selfie

Dibujo de una joven cayéndose por un acantilado al hacerse un selfie / Javier Rosende Novo

Según datos de la Fundación IO, especializada en el control de las enfermedades infecciosas en el mundo, zoonosis emergentes y medicina tropical y del viajero, casi 400 personas murieron entre 2008 y 2021 por hacerse selfis en lugares peligrosos. España es ya el cuarto país del mundo en el que más personas han muerto por esta causa. Roza así el podio, que ocupan EEUU, Rusia e India. Las caídas desde una altura son el principal motivo de las muertes.

Precisamente perdía la vida hace tres días en Indonesia una turista china de 31 años que cayó 76 metros dentro de un volcán activo mientras su marido le tomaba una fotografía. Al parecer la joven tropezó y cayó después de engancharse la ropa en la pared rocosa hasta que desapareció. También este mes una joven rusa de 39 años fallecía por sacarse una foto al borde de un acantilado de Georgia. El lugar tenía una barrera de seguridad, pero la rebasó para hacerse un selfi para sus redes, en las que estaba documentando su viaje. Cayó 50 metros al vacío.

Galicia y los selfis

Galicia no se libra de estos selfies mortales o casi mortales. La semana pasada se hacía viral el vídeo de un tuitero en el que una joven se encaramaba al borde del aro del ascensor Halo de Vigo para posar en una foto que le sacaba una amiga. “Pensando en lo poco que valora alguna gente su vida” fue lo que escribió la persona que lo colgó. El vídeo suscitó muchas críticas a su acción, a las redes sociales o a la falta de vigilancia en el Halo, desde el que ya se han arrojado dos personas.

Ascensor Halo en Vigo

Ascensor Halo en Vigo / B.M.

También el pasado noviembre salía a la luz un vídeo donde tres turistas sevillanos se fotografiaban en la costa gallega, cerca de la Torre de Hércules en A Coruña, en pleno temporal. Una ola de cinco metros los cubría por completo, pero por suerte, el mar no los arrastró. Los jóvenes subían el vídeo a Twitter mostrando así una acción de lo más temeraria, habida cuenta de que Galicia se encontraba en alerta por fuerte oleaje y Protección Civil insistía en no acercarse a estos lugares a hacer fotos.

Casos impactantes

El influencer francés Remi Lucidi moría el pasado julio a los 30 años tras caer de un edificio residencial de 68 plantas y 219 metros de altura en Hong Kong. Conocido en las redes sociales como Remi Enigma, el francés se había hecho popular por sus acrobacias y por escalar rascacielos en países como París, Dubai o Tailandia.

Remi Lucidi en una de las fotos que subía a Instagram

Remi Lucidi en una de las fotos que subía a Instagram / INSTAGRAM

Otro caso de lo más impactante sucedió este mismo año en India. Un joven de 38 años decidió colarse en el recinto en que se encontraban los leones de un parque zoológico. Su único objetivo era hacerse una foto con un veterano león, que al verlo se abalanzó sobre él y lo mordió a la altura del cuello. Aunque intentó escapar escalando un árbol, el animal lo devoró.

En 2023 moría un madrileño que estaba de vacaciones en Argentina. El joven caía desde un acantilado al intentar hacerse una foto. El accidente ocurrió cuando el español se puso al borde del acantilado tras pedirle a unos transeúntes que le sacasen una foto. Según declararon esos testigos, se acercó demasiado al borde, y empezó a moverse la tierra, que se desmoronó y cayó al vacío.

Otro caso sonado sucedía hace dos años cuando morían seis miembros de una familia en India después de intentar salvar a dos jóvenes que cayeron en las aguas de la cascada de Ramdaha mientras se hacía un selfi. No pudieron hacer nada por ellos, ya que la fuerza de la cascada los arrastró a todos.

También en 2022 fallecía una chica de 39 años tras caer desde un precipicio mientras se sacaba un selfi en el Cañón del Atuel, en la ciudad de San Rafael, en Mendoza. La víctima, que era de Buenos Aires, se encontraba junto a su pareja y su hijo visitando uno de los destinos más turísticos de dicha provincia. Quiso inmortalizar el momento con una foto, pero para que saliese todo el paisaje, se posó sobre una roca cerca del precipicio. La mujer perdió el equilibrio y cayó al vacío desde unos 100 metros de altura, muriendo en el acto a causa del golpe.

La fiebre del ‘like’ no tiene fin. Aunque siguen perdiendo la vida personas en todo el mundo por una causa tan evitable, lo cierto es que hacerse la foto más impactante es una “tendencia” que no cesa.