Opinión | Al Sur

Veinte años después

Hoy se cumplen veinte años del mayor atentado que sufrió España a manos del terrorismo yihadista. Eran poco más de la 7:30 de la mañana y cientos de personas llenaban los trenes de cercanías que llevaban hacia el centro de Madrid. Diez bombas segaron la vida de 193 personas al hacer explosión en cuatro trenes y los heridos se contaban por centenares. A todos los españoles se nos heló el corazón aquella mañana por la sinrazón de la violencia terrorista.

Las elecciones generales, celebradas tres días después de la masacre, las ganó contra todo pronóstico José Luís Rodríguez Zapatero. Un estudio de la Universidad de Granada concluyó que la información que circuló en las redes sociales, los medios de comunicación, los SMS y a través del boca a boca cambió el sentido del voto de miles de personas. El gobierno en funciones apuntó inicialmente a ETA como autora del atentado, pero las investigaciones policiales, la detención de cinco marroquíes involucrados en la tragedia y un comunicado grabado en árabe permitió saber en 48 horas que había sido un atentado del islamismo yihadista vinculado a Al-Qaeda.

Aquel atentado, además de sembrar el dolor en cientos de familias, cambió el curso de la historia y nos trajo dos legislaturas de gobierno socialista, en el transcurso de las cuales la economía cayó en picado. En ocho años, la tasa de desempleo pasó del 11,4% al 27,2%; y los dos grandes sindicatos (UGT y CCOO) convocaron una huelga general en septiembre de 2010. A finales del año 2011, cuando Mariano Rajoy ganó las elecciones por mayoría absoluta, se debatía si España iba a ser rescatada por las autoridades europeas.

Estos días pasados se ha celebrado un acto conmemorativo del vigésimo aniversario de la victoria del presidente Zapatero. En política es de aplicación aquello de que “cada uno habla de la feria según le va en ella” y, por tanto, cada cual tendrá su opinión sobre su labor de gobierno. Lo que hay que preguntarse es si dejó un país mejor o peor del que encontró.