Investugación

Un equipo del CiMUS buscará el origen de la diabetes tipo 1 con novedosas técnicas moleculares

Liderado por la santiaguesa Iria Gómez, su proyecto alternativo arranca el 1 de marzo y pretende abrir la vía a nuevos fármacos

La profesora de la USC y científica compostelana Iria Gómez Touriño, en el centro, junto al resto de miembros de su equipo investigador. CiMUS

La profesora de la USC y científica compostelana Iria Gómez Touriño, en el centro, junto al resto de miembros de su equipo investigador. CiMUS / koro martínez

Conocer el origen de la diabetes tipo 1 para, a partir de ahí, avanzar en el desarrollo de terapias que abran la vía a nuevos fármacos más eficaces, y que incluso contribuyan a retrasar la aparición de esta enfermedad, es algo que llevan haciendo diferentes grupos de investigación sin demasiado éxito por ahora. La insulina es de momento el único tratamiento para esta patología autoinmunitaria, algo que pretende contribuir a cambiar un equipo del CiMUS de la Universidade de Santiago de Compostela liderado por la compostelana Iria Gómez Touriño. Iniciará una investigación pionera que fija su atención en nuevos mecanismos moleculares basados en novedosas técnicas moleculares y de secuenciación.

“Vamos a tratar de entender el proceso por el cual el sistema inmunitario de los afectados destruye las células del páncreas que producen insulina, por qué unos niños desarrollan esta enfermedad y otros no, por qué un gemelo tiene diabetes tipo 1 y el otro no para, a partir de ahí, poder avanzar en el tratamiento de la enfermedad”, señala Iria Gómez en conversación con este periódico.

“Buscamos entender qué es lo que ocurre con esas células, conocer el proceso de la enfermedad para poder luego desarrollar fármacos más específicos, ya que ahora lo único con lo que contamos es la insulina, y sirve únicamente para paliar los efectos de esta patología” crónica que, como recuerda, aparece principalmente en niños y adultos jóvenes, en los que produce una gran disminución de su calidad de vida, sobre todo en los más pequeños, “que tienen que aprender a pincharse”.

El proyecto científico se llevará a cabo a partir del 1 de marzo en el CiMUS. Gómez lidera un equipo, formado por otros cuatro investigadores, y al que espera “incorporar al menos a otras dos personas para que se dediquen de forma específica durante los próximos años”. Para ello, contará con el millón de dólares que le proporcionará la Juvenile Diabetes Reseach Foundation de Estados Unidos durante los próximos cinco años, en una de las convocatorias más competitivas a nivel internacional en el campo de la diabetes tipo 1.

De hecho, el organismo otorga entre una y dos becas de este tipo al año y en este momento sólo hay tres activas, la de la investigadora santiaguesa —que tras solicitarla en junio le acaba de ser concedida—, la de una científica española en Munich y la de otro investigador en Bruselas.

Entre los requisitos para acceder a esta dotación están que la propuesta sea novedosa, que aporte ideas a sus objetivos de contribuir en la lucha contra la diabetes tipo 1 y que las opciones de sacar adelante el proyecto resulten creíbles. Y eso es lo que ha considerado la Juvenile Diabetes Reseach Foundation sobre la iniciativa que propone que “un tipo de los linfocitos, muy específicos y a la vez muy agresivos, pueden reconocer sustancias derivadas del metabolismo de las células beta”.

Su hipótesis parte de que “una célula beta estresada, infectada o con algún defecto genético podría comportarse de manera anómala, produciendo unos metabolitos que estas células inmunitarias agresivas podrían reconocer, matando a las células beta, algo que supone un cambio de paradigma” en el abordaje de la enfermedad. Y es que hasta ahora el foco se centraba en los linfocitos T.