La odisea de encontrar habitación de alquiler: sólo 100 en oferta y 310 euros de precio medio

La estancia en piso compartido más barata en internet es de 165 euros y la más cara llega a 600 al mes // “Abstenerse los que buscan rebaja o los que *bienen queriendo de gratis”, reza el anuncio publicado

El mercado de la vivienda de alquiler lleva meses en una profunda crisis debido a la subida de precios.

El mercado de la vivienda de alquiler lleva meses en una profunda crisis debido a la subida de precios. / ECG

El alquiler compartido se ha convertido en la única opción para emanciparse de muchos jóvenes, y no tan jóvenes. La actual escalada de precios en el sector está impidiendo a muchas personas acceder a una vivienda en su totalidad. Alquilar una habitación es la alternativa que tienen para independizarse, y esto también resulta cada vez más difícil en Santiago de Compostela, donde la oferta va a menos y el rango de precios no es asumible para todo el mundo.

Según el último “Informe sobre el mercado de habitaciones en alquiler en Galicia”, de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), del total de 915 habitaciones en alquiler que hay en nuestra comunidad, apenas un ciento se encuentran en Santiago. A esta escasez se suma el precio medio por habitación, que ronda los 300€, concretamente 310€. Compartir piso hoy en la capital de Galicia tiene un coste medio superior al de ciudades con mayor número de habitantes como Ourense, A Coruña –300€– y Lugo –225€.

En los portales inmobiliarios en línea, encontramos algunas de estas cien habitaciones en alquiler en Santiago, con precios que oscilan significativamente en función de la antigüedad y estado general del inmueble, o su localización. La habitación más barata anunciada en internet está en 165€. La vivienda es compartida por otras cuatro personas (sólo “chicas”), tiene cien metros cuadrados y está en una octava planta con ascensor. En las fotos subidas a la web destacan el mobiliario anticuado, con el clásico cabecero de pino torneado, y armario y silla a juego.

Alberto Sobrado, 25 años, decidió buscar piso en Santiago cuando consiguió su primer contrato laboral. “Estaría dispuesto a compartir piso con otra persona si la relación calidad-precio fuese aceptable, pero no he encontrado nada: o están en condiciones lamentables o el precio es desorbitado”. Tras una búsqueda infructuosa, decidió mudarse a Milladoiro “donde los alquileres son más baratos”.

Rodrigo desistió de vivir sólo después de examinar el mercado inmobiliario de la ciudad , “los estudios no bajan de 500€ o 600€ más gastos”. Optó entonces por compartir, pero la búsqueda de una habitación en alquiler tampoco resultó sencilla. Tardó un par de semanas en encontrar una habitación bien situada: “Sabía que era complicado, pero no tanto. Sobre todo en estas fechas, cuando está todo ocupado por estudiantes. He visto muchos pisos para compartir, muchos con problemas de humedades y un mobiliario del siglo pasado. Al final, he tenido suerte”. Rodrigo consiguió habitación en un piso situado en la zona del Restollal que comparte con otras dos personas. Paga 400€, más de un tercio del salario medio, por conseguir privacidad tras una puerta al final del pasillo.

«Abstenerse los que buscan rebaja o los que *bienen queriendo de gratis», reza el anuncio de una de las habitaciones en alquiler con el precio más alto de la ciudad, a 600€ al mes, con falta de ortografía incluida. El cuarto en cuestión está en un piso de 25 m2 del Ensanche, situado en una tercera planta interior con ascensor. Dispone de dos habitaciones, baño, calefacción de butano y “asistente/a del hogar”. Por 575€ se alquila otra habitación, “grande y luminosa en piso familiar con calefacción e internet”, y con pensión completa cerca del Campus Sur en el que “Erasmus are welcome”. En el casco histórico el número de habitaciones disponibles es inferior y las que aparecen en el buscador tienen precios que van de los 450€ por persona, el más caro, a los 190€ el más asequible.

Fegein destaca en su informe que en Santiago, al igual que Vigo y A Coruña, un tercio de las viviendas habituales están ya en arrendamiento. En los últimos 12 años el alquiler se ha incrementado en más de un 40% en estas tres ciudades, sumando en Santiago más de 9.100 contratos. «Nunca ha habido menos oferta de vivienda en alquiler y nunca se habían alcanzado precios más altos que los actuales», afirma el presidente, Benito Iglesias, cuya previsión no es nada halagüeña: “Los tipos de interés se moverán hacia el 4%. Esto expulsará del mercado a un 15% de las familias gallegas que en 2022 sí podían acceder a una hipoteca y ahora ya no pueden, con lo que el incremento de la demanda de viviendas en arrendamiento en los próximos meses está garantizada”.