Economistas piden la consideración de aspectos económicos y sociales en decisiones del sector pesquero

Un grupo del Consejo Internacional para la Exploración del Mar tiene como objetivo lograr el uso sostenible de los recursos marinos

El profesor de Economía Aplicada de la USC, Sebastián Villasante / s. alvite

El profesor de Economía Aplicada de la USC, Sebastián Villasante / s. alvite / lorena rey

Economistas reclaman la integración de la ciencia económica en la toma de decisiones sobre el sector pesquero con el objetivo de lograr una mejor gestión de los recursos y políticas que regulan este ámbito. “El propio sector está haciendo frente a una especie de tormenta perfecta desde el punto de vista económico por diferentes razones. Los efectos del cambio climático están afectando notoriamente a la distribución de las especies y eso está cambiando los caladeros. También influyen las nuevas actividades económicas que se prevé desarrollar en el ámbito de nuestras costas, como puede ser la eólica marina. Y otro aspecto tiene más que ver con la agenda internacional que está influenciando las decisiones de la Comisión Europea, que está relacionado con la necesidad de conservar los océanos y la biodiversidad marina y la creación de áreas protegidas de aquí al 2030”, comenta a este medio el profesor de Economía Aplicada de la USC y miembro del Centro Interdisciplinario de Investigación en Tecnoloxías Ambientais (CRETUS), Sebastián Villasante.

Él es uno de los miembros del grupo de trabajo de Economía del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES), un equipo creado en 2018 con el objetivo de demostrar cómo incorporar la investigación económica al conocimiento científico.

Villasante sostiene que muchas de las decisiones que se toman no tienen en consideración aspectos económicos y sociales, algo que valora como “clave e imprescindible”. Pone como ejemplo que en el momento de tomar una decisión de reducir las posibilidades de captura de un segmento de flota habría que valorar las consecuencias económicas de la misma. “Esto siempre se hace a posteriori, cuando tendría que ser antes para así tener distintos escenarios y que despúes la Comisión Europea tome las decisiones pertinentes”, comenta.

Reitera la necesidad de contar con objetivos económicos, ecológicos y sociales en la gestión de la pesca para la sustentabilidad. “Si gestionas los océanos y sólo gestionas los peces, ¿para quiénes estamos administrando los mares?”, comenta.

Es la primera vez que se reúne un conjunto de economistas para poner encima de la mesa esta necesidad científica.Villasante cita tres factores que han impedido ese avance en la inclusión de factores socio-económicos en la gestión de pesquerías con “las tres i”: ideología, ignorancia e inercia. “Ideología porque históricamente hubo una predominancia de los aspectos biológicos en la gestión de los océanos y desarrollaron métodos de gestión de pesquería basados sólo en estos aspectos y la ciencia pesquera tiene que evolucionar y ser más integradora, realista y equitativa. La ignorancia de las consideraciones socioeconómicas implica que no se considera generación de empleo, la seguridad alimentaria, nutrición de la población. Y la inercia, ya que al no haber un aspecto prioritario en las políticas públicas, hace que las estructuras de las organizaciones vayan a contracorriente de las necesidades y desafíos de la gestión pesquera”, explica.

De cara al próximo encuentro del ICES, que tendrá lugar en junio, se abordarán los servicios ecosistémicos, además de intentar ver cuál es la importancia que la sociedad da a los bienes y servicios que otorgan los océanos, la economía azul. “Hay una creciente importancia de los organismos internacionales de impulsar y promover actividades que se desarrollan en el mar a través de la Economía Azul. Toca ver la importancia económica que tienen cada una de ellas de forma holística y cómo gestionarlas de forma sostenible, y habrá que gestionar caso por caso. Puede haber sinergias o conflictos de espacio”, dice con respecto a las dos cuestiones clave que se van a discutir.