Un estudio alerta sobre la peligrosidad de los cannabinoides sintéticos que se adquieren en el mercado ilegal

El equipo del Ciqus liderado por el profesor Eddy Sotelo advierte sobre la neurotoxicidad de una sustancia cien veces más potente que la natural y con unos efectos secundarios muy graves

El comercio ilegal añade en algunos casos cannabinoides sintéticos a la matriz vegetal

El comercio ilegal añade en algunos casos cannabinoides sintéticos a la matriz vegetal / Cedida

Un estudio científico llevado a cabo por investigadores de Santiago ha comprobado la neutoroxicidad que producen determinados cannabinoides sintéticos a los que se accede en internet a través del mercado ilegal, produciendo graves efectos adversos como convulsiones, comportamientos agresivos, psicosis, alucinaciones, paranoia o ataques de pánico.

El resultado de este trabajo, impulsado por un equipo del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares de la USC (Ciqus), ha sido la sintetización y caracterización farmacológica de la colección más amplia de cannabinoides sintéticos descrita hasta el momento, lo que supone una valiosa información para las agencias reguladoras y para los profesionales sanitarios, de forma que se pueda avanzar en la detección, seguimiento y control de estos nuevos compuestos que están disponibles en el mercado ilegal. 

Un mercado ilegal sobre el que pone el acento el director de esta investigación, Eddy Sotelo, quien recalca en conversación con este periódico que nada tienen que ver estos productos con “aquellos que están regulados y se utilizan con fines médicos para determinadas patologías”.

El profesor Eddy Sotelo, director de la investigación sobre los cannabinoides sintéticos

Eddy Sotelo, director de la investigación sobre los cannabinoides sintéticos / Cedida

Tras insistir en que lo que han analizado es otro tipo de sustancias, señala que “los cannabinoides sintéticos son básicamente aquellos que se preparan en el laboratorio y cuyo principal componente es el psicoactivo del cannabis, pero que superan enormemente en potencia y en efectividad los efectos del mismo”. Yes ahí donde, asegura, está uno de los grandes peligros, puesto que “desde el punto de vista psicoactivo, además de actuar sobre esos receptores, actúan sobre otros muchos y generan unos graves efectos adversos”. 

Considera “preocupante comprobar que la gran mayoría de los cannabinoides sintéticos utilizados como sustancias de abuso nunca fueron investigados por la comunidad científica o la industria farmacéutica, lo que significa que no se dispone de información sobre sus perfiles farmacodinámicos, farmacocinéticos y toxicológicos”. De ahí su apuesta por estudiar las propiedades farmacológicas y visibilizar los riesgos asociados al consumo de cannabinoides sintéticos.

Explica que “muchas de estas sustancias se están usando y de forma increíblemente irresponsable, pero nunca han sido estudiadas farmacológicamente. Con la cocaína o la heroína se sabe muy bien y ya se ha estudiado cómo actúa, pero en este caso no, y la gente, sin embargo, las está consumiendo”.

Publicado en la revista Biomedicine & Pharmacotherapy

El proyecto, que forma parte de la tesis doctoral de la investigadora Claudia Gioé, fue publicado en la revista Biomedicine & Pharmacotherapy, se llevó a cabo gracias a la colaboración entre personal investigador del Ciqus, el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la USC (Cimus) y las facultades de Farmacia y Química de la Universidade de Santiago, así como con el apoyo de investigadores de la de Barcelona y de la Pontificia Universidad Católica de Chile. 

Una colaboración extensa entre científicos de diferentes grupos que pone en valor el profesor Sotelo porque “para este proyecto ha sido importantísimo el equipo de Mabel Loza, que ha sido el que ha caracterizado farmacológicamente y permitido hacer una colección amplia y obtener mucha información farmacológica, pero también han colaborado Farmacia y Química”. 

“Hemos creado una alianza de investigadores para abordar un reto de esta magnitud”, añade, con la idea de aportar desde la ciencia su granito de arena a problemas actuales y relevantes que afectan a la sociedad.

Además del comercio ilegal en internet de estos cannabinoides sintéticos, el profesor advierte sobre el hecho de que se están utilizando para incorporar al matriz vegetal original o mezclarlos con cáñamo industrial, que es barato y relativamente fácil y rápido de producir, y tiene un aspecto similar al de la hierba del cannabis ilícito, con el objetivo de potenciar sus efectos. 

Preguntado sobre su presencia en territorio gallego, indica que ocho países de la Unión Europea, entre los que se encuentra España, lo vienen detectando desde julio de 2020, y cuenta que en una charla divulgativa que ofreció la autora de la tesis doctoral sobre este trabajo, “se le acercaron dos chicas a comentarle que un colega había probado unas sustancias que ellas no habían llegado a consumir y que el chico se puso malísimo sin que supieran qué fue lo que le provocó esa reacción, y es que muchas veces estos casos se los encuentran directamente los profesionales de urgencias”. Por eso incide en que “lo importante es la educación, no se trata de criminalizar, sino de que la gente conozca realmente los peligros de las acciones que está tomando”.

Por otra parte, los cannabinoides sintéticos también representan un serio problema en cuanto a vigilancia y control, puesto que no suelen detectarse en los controles rutinarios y son necesarios análisis forenses y toxicológicos específicos, hasta el punto de que muchas veces los médicos de urgencias no saben qué es lo que se ha consumido exactamente".