Entrevista | Javier Neila Doctor Arquitecto y Catedrático Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid

“En la pandemia nos dimos cuenta de que nuestras casas no eran adecuadas para vivir”

El Catedrático Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid ofrece este miércoles una conferencia sobre arquitectura, salud y bienestar

La cita será en la Sede Afundación (Rúa do Vilar, 19) a las 19:30 horas y forma parte de un ciclo organizado por el COAG

El Catedrático Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid, Javier Neila

El Catedrático Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid, Javier Neila / Cedida

Javier Neila ofrece este miércoles la conferencia ‘Arquitectura invisible: salud y bienestar’ dentro de un ciclo organizado por el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia a partir de las 19:30 horas en la Sede Afundación (Rúa do Vilar, 19). Experto en arquitectura bioclimática, en la charla realizará un barrido general por los aspectos que afectan directamente a la salud en espacios interiores.

¿Cómo influye la arquitectura en la salud y en el bienestar?

La arquitectura tiene como objetivo hacer espacios habitables, sanos y confortables. Así ha sido durante toda la historia de la humanidad, pero no siempre se consigue el resultado adecuado, no siempre el hábitat que se ha conseguido es el más favorable. Eso da lugar en ciertas ocasiones a problemas de salud y por eso hablamos en ocasiones de edificio enfermo. No es que sea un edificio que tenga enfermedades, sino un edificio que las provoca a las personas que lo habitan.

¿Cuáles son los factores más importantes?

La ubicación, los materiales y el uso del edificio. Respecto a la ubicación, en Galicia es importante la presencia de radón. Hay zonas más cargadas que otras, pero también hay temas que tienen que ver con campos eléctricos o electromagnéticos. En los materiales, hay algunos que están emitiendo sustancias que pueden ser perjudiciales para la salud también y para el confort. En el uso es muy importante asegurar un nivel de calidad ambiental adecuado ante la emisión de sustancias contaminantes. Ante estas emisiones, es fundamental la ventilación porque acaba por eliminar incluso el radón o cualquiera de estas sustancias.

¿A qué aspectos se refiere el concepto de arquitectura invisible?

La arquitectura invisible son los aspectos que no vemos directamente. De un edificio vemos su acabado, si es de piedra o si es de ladrillo, dónde están colocadas las ventanas o cómo es la cubierta. Esos son los aspectos que valoramos como arquitectura visible. La invisible son todos estos aspectos que tienen que ver con la calidad del aire, con la luz o la temperatura, que hacen que el edificio sea confortable o no confortable, saludable o no saludable.

Nos hemos vuelto más sensibles hacia estos aspectos tras el confinamiento.

Eso fue un antes y un después, porque nos dimos cuenta de que los edificios y las viviendas donde vivíamos no eran adecuadas para un uso continuado. En una vivienda que no reúne las condiciones adecuadas antes de la pandemia no pasaba nada porque salías, ibas a la calle, paseabas... Pero la pandemia nos hizo ver que no era adecuado y que nos haría falta a lo mejor una habitación que fuera un poco más grande, donde hubiera más intimidad o hubiera un balcón al que se pudiera salir y mirar al exterior. Eso ha provocado un cambio de mentalidad, que no es que se haya llegado a manifestar de una forma muy profunda, porque al fin y al cabo la obra nueva es pequeña en comparación con toda la edificación ya existente, pero sí ha cambiado la mentalidad del que construye, del que diseña y del que compra también.

¿Se está viendo este cambio en las propuestas de los arquitectos?

Sí, porque ya hay una demanda de un cliente directo a un promotor. Seguramente alguien que está buscando una casa nueva es consciente de lo que le faltaba en su momento y lo va a pedir. Pero claro, ese cambio va a tardar mucho en que realmente se manifieste porque la mayor parte de las ciudades están ya consolidadas y las casas están ya terminadas. Tendría que haber una política de rehabilitación muy importante con muchísimo dinero para sacarlo adelante rápidamente.

Usted es experto en arquitectura bioclimática. ¿Estamos en un momento de especial atención al clima a la hora de construir?

Es fundamental. Ahora mismo no nos podemos dar el lujo de mirar a otro lado. La normativa está forzando para que se vaya construyendo y diseñando con aspectos más bioclimáticos que ahorran energía y contaminación, pero es poco todavía. Es relativamente lento este proceso de transformación, pero no nos podemos dar el lujo de seguir construyendo y contaminando como antes porque lo vamos a padecer, no en las generaciones posteriores, sino nosotros mismos.

¿Se está avanzando en este sentido?

La normativa cada vez es un poquito más estricta y por tanto, incluso el que no le interesa, el que no cree que esto sea importante, no tiene más remedio que ir aplicándolo. Europa presiona sobre las normativas nacionales, pero es demasiado lento todavía el proceso. En España tenemos un clima muy favorable y podríamos hacer edificios mucho más eficientes, que prácticamente fueran autosuficientes en acondicionamiento.

¿Prevé que se acelere este proceso en el futuro?

Es que si no, no habrá futuro. Hasta el más incrédulo se está dando cuenta de que el clima no es normal y de que están ocurriendo cosas raras. En principio dirán: ¿qué nos importa que en enero haga calorcito? Pero cuando empiezan a brotar plantas que no deberían brotar y dentro de un par de semanas, cuando vuelva a hacer frío, se estropee todo empezarán a darse cuenta de que no es una cuestión de que las temperaturas sean un poquito más altas o más bajas, sino que están influyendo globalmente en todo y nos están afectando directísimamente a nosotros. Todo el mundo va a ser muy consciente de que eso no se puede abandonar.