Cinco consejos esenciales para ayudar a tu hijo si sufre acoso escolar

El colegio es una etapa complicada para muchos niños. Los más pequeños, y no tan pequeños, deben enfrentarse a un montón de situaciones que pueden marcar el resto de sus vidas y dejar secuelas que son difíciles de cicatrizar.

Comportamientos adquiridos, complejos creados e incluso fobias a un sinfín de situaciones cotidianas son solo algunas de las secuelas que puede dejar un caso de acoso escolar o bullying durante la infancia o la adolescencia.

Las consecuencias pueden ser fatales y es por ello que debemos tratar de ponerles situación lo más pronto posible para que el niño o la niña dejen de sufrir. Sin duda, es una de las experiencias más dolorosas y puede ser difícil de gestionar para un padre. Por ello, y con motivo del Día Mundial contra el Bullying, os dejamos 5 consejos para afrontar este problema.

Refuerza su autoestima

Si tu hijo o hija sufre acoso escolar, seguramente la autoestima sea una de las partes más dañadas de su personalidad. Ayúdalo fomentando su confianza y amor propio, señalando sus logros, sus habilidades y sus características positivos.

Es importante animarlos a participar en actividades que les gusten y les hagan sentirse bien con ellos mismos, aunque nunca obligándolos. El objetivo final de todo esto es ayudarles a que vean su valía y aprecien sus cualidades para que afronten con más confianza el resto de situaciones.

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Crea un espacio de diálogo seguro para hablar abiertamente sobre el acoso escolar

Conseguir que tu hija o hijo se abra nunca es sencillo y más cuando se trata de un caso tan delicado como este. Respeta su decisión de no querer hablar del tema, pero hazle ver que estás abierto a escucharlo siempre que quiera y que no tiene por qué avergonzarse de ello.

Es fundamental que los niños y adolescentes se sientan cómodos para expresar sus sentimientos y experiencias relacionadas con el bullying. Establecer un ambiente en el que puedan hablar sin miedo a ser juzgados o criticados les permitirá procesar sus emociones y recibir el apoyo necesario. Como adultos, debemos escucharles con empatía y tratar de ofrecerles respuestas que les hagan que realmente estamos implicados en su caso, por lo que es importante estar preparado.

Dale la oportunidad de ampliar su grupo de amigos y amigas

Si el chico o chica sufre acoso escolar en el colegio, es probable que la relación con muchos de sus compañeros esté deteriorada. Por ello, ayudarle a hacer nuevos amigos y conocer más gente que le proporcione un ambiente saludable le ayudará a mejorar su autoestima y hacerle ver que no es el culpable de lo que sucede en el colegio.

Para ello, que se inscriban en actividades extracurriculares, clubes u otros grupos le ayudará a conectar con más niños con intereses similares a los suyos. Contar con un círculo sólido y positivo es vital para superar experiencias de bullying.

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Apóyate en el profesorado y la dirección de la escuela para combatir el bullying

Nunca veas a la escuela como la culpable de lo que le ocurre a tu hijo o hija en el colegio. Son situaciones difíciles de controlar y en muchos casos pasan desapercibidas para los colegios, que cuentan con cientos de niños.

Es importante que mantengas un diálogo abierto y colaborativo con los profesores y la dirección para ayudarles enfrentase al problema de acoso escolar. Si trabajas en conjunto con ellos, se podrá abordar el caso de una forma mucho más efectiva y te asegurarás de que toman medidas adecuadas para apoyar a la víctima.

Nunca minimices una experiencia de bullying y mantén la calma

Pase lo que pase, nunca minimices la situación que vive tu hijo o hija. El bullying es un asunto muy grave y si la persona afectada ve invalidados sus sentimientos, las consecuencias serán mucho peores.

Debes mantener la calma y evitar a toda costa las reacciones impulsivas, pues solo crearán situaciones de conflicto y harán que el niño o niña se encierre todavía más en si mismo y le hará sentirse más vulnerable y solitario.

Los casos de bullying y acoso escolar deben afrontarse con mucha comprensión y serenidad, pues solo así le pondremos solución.