El arranque de 2023 ha marcado el fin de los envases de este material para la entrega de frutas y verduras en algunos canales de venta de superficies comerciales. Se aplica en negocios minoristas, en tiendas de barrio y en supermercados.

Se trata de una medida que contempla el real decreto de envases y residuos del Ministerio para la Transición Ecológica, una norma que afecta de lleno a la industria del envase y embalaje, de la que forman parte 3.180 empresas españolas que generan una cifra de negocio anual de 29.750 millones de euros.

La nueva legislación se aplica a todos los comercios minoristas de más de 300 metros cuadrados. Prohíbe envoltorios y envases de plástico para la venta de frutas y verduras con lotes de menos de 1,5 kilogramos. La norma también obliga al sector a presentar a granel aquellas frutas y verduras frescas que se comercializan enteras, así como a fomentar la venta a granel de alimentos. Además se obliga a los comercios cuya superficie es igual o mayor a 400 metros cuadrados a destinar, al menos, el 20% de su área de ventas a la oferta de productos presentados sin embalaje primario, incluidos la venta a granel o mediante envases reutilizables.