Miguel Martínez Méndez (Vigo, 1967) ha visitado Santiago de Compostela con motivo de la presentación del Campeonato de España Cadete Femenino que se vivirá en la capital gallega. El preparador da una importancia clave a las categorías formativas y augura una bonita competición. Pero más allá de los nacionales de base, el seleccionador tiene su mente puesta en los Juegos Olímpicos, la cita por la que lleva esperando tanto tiempo

¿Cómo recibe que Galicia pueda tener no solo el campeonato de Santiago, sino tres campeonatos de España?

Me parece muy positivo que desde la Federación Gallega tengan la inquietud de traer campeonatos de formación a nuestra comunidad. Además, dos de ellos son femeninos en una autonomía con tanto baloncesto femenino, tan históricos además y con tantos años seguidos en la elite. Que eso vaya unido a un desarrollo de la formación me parece fundamental y, de hecho, que desde la Federación Española se hayan concedido los tres campeonatos como los de Santiago, Betanzos y el de Pontevedra, porque quiere decir que tienen confianza en la capacidad organizativa de la Federación Gallega.

Comentó en la presentación que estaba mal llamado el deporte de categorías inferiores y usó la palabra formación. Otra palabra que lo define es de base...

Sí, creo que el lenguaje es importante. Llamar a las cosas por su nombre. Los términos que se emplean son importantes. Sé que históricamente, incluso ahora en otros deportes, categorías inferiores se utiliza como término para designar al deporte que se hace con edades inferiores, pero creo que la categoría de formación es un término mucho más moderno y mucho más cercano a la realidad. Creo que lo más importante en el deporte, en general e incluso en el profesional, es la formación, la formación integral de una persona.

Es positivo que la Federación Gallega consiga traer tres campeonatos de formación”

En relación a que lleguen estos campeonatos aquí, ¿cree que ayudará a fomentar que más jugadoras y jugadores de categorías base se apunten a baloncesto y que mejore su desarrollo?

No hablo de niveles profesionales, pero quizás suba un poco el nivel de Galicia. Sé que los que trabajamos en deportes femeninos nos ponemos muchas veces muy pesados con la palabra referente, pero es que creo que son fundamentales. Creo que para llegar a la igualdad, para llegar a lo que el feminismo ha entendido como igualdad, son muy importantes las referentes. Es muy difícil que una niña sueñe con ser presidenta del gobierno si no ha habido nunca ninguna. Si hasta hace poco no había bomberas, pues es muy difícil que una niña sueñe con ser bombera. En cuanto al deporte pasa exactamente lo mismo. No puede estar una niña soñando en jugar a baloncesto pensando que se va a convertir en Pau Gasol. Es mucho más interesante que se fijen en jugadoras más antiguas como Amaya Valdemoro o Alba Torrens, en la actualidad, o las más jóvenes ahora, como Raquel Carrera. Que vean su comportamiento y que todos los que trabajamos ponemos nuestro granito de arena para que se encuentren estas mujeres, que están ahora en la élite y que están, digamos, dando más visibilidad a nuestro deporte.

Raquel Carrera y Blanca Millán

Menciona a Raquel Carrera. Imagino que su lesión ha sido un varapalo para la selección...

Sí. Lo primero, mucho pesar por ella, porque te pierdes una cita como los Juegos Olímpicos que son cada cuatro años y para los que no es nada fácil clasificarse. Para ella ha sido un palo muy importante porque es una niña muy joven, tenía muchas esperanzas de estar en esa lista final y poder disputar los Juegos Olímpicos. Le mando todo mi apoyo y toda la ayuda que pueda ofrecer, tanto la Federación Española como el staff del primer equipo. Estaremos muy cerca de ella en lo emocional y en lo profesional. De cara al equipo, por supuesto que es una baja importante, porque se estaba convirtiendo en una de esas referentes de nuestro equipo y, si no está ella disponible, estará otra jugadora con su camiseta y trataremos de llevarlo lo mejor posible.

Mucho pesar por Raquel Carrera, porque se pierde los Juegos Olímpicos”

Hablando de referentes, una que hay en Santiago que esta temporada volvió de una lesión muy grave es Blanca Millán. ¿Es de esas jugadoras que está siempre bajo el radar de la selección?

Sí, Blanca es una jugadora que está bajo seguimiento y ella lo sabe. Cada vez que empieza un ciclo en todos los deportes, que nos movemos un poco por ciclos olímpicos, se hace una lista mucho más larga para esas jugadoras que están cerca de entrar en ese grupo. Es una posición que no es fácil para las jugadoras que actúan en esa posición. No fue fácil para ella volver al nivel en el que está ahora mismo después de dos lesiones muy importantes. Creo que lo está llevando bastante bien. Es verdad que tiene sus problemillas, pero lo está solventando muy bien. Es una jugadora, como dices tú, que está bajo el radar de la selección.

Más allá de que vaya o no a la selección, Blanca regresó de una lesión larga y la afrontó de forma positiva, queriendo volver al mejor nivel posible. ¿Es necesario tener esa mentalidad para ser un deportista que pueda ser referente?

Bueno, las mujeres que juegan a nivel profesional a baloncesto son mujeres con una personalidad y un carácter especial, por supuesto. Es verdad que en las jugadoras que tienen que superar problemas a lo largo de su carrera deportiva, como es el caso de Blanca con sus lesiones, hace falta mucha fuerza mental y mucho poder de convicción para seguir adelante y volver al nivel en el que estaba. En el caso de Blanca, igual que en el fútbol, la capacidad de hacer goles está muy valorada porque no hay muchos. Está valorada tanto económicamente como a nivel social. En baloncesto, las jugadoras con la capacidad de hacer puntos, las jugadoras que cuando tiran ganan o, hasta entre el tiro o no, que logran el balón vaya a donde tiene que ir cada vez, también está muy valorado. Esa es una de las características que tiene Blanca y que por eso la estamos vigilando muy de cerca. Seguramente tendrá que mejorar en muchas otras cosas que ella sabe y que le están exigiendo su entrenador y su staff. Pero es que el gol tiene mucho valor y es una jugadora que, por talento natural, lo tiene desde siempre.

La selección y los Juegos Olímpicos

Siempre se habla del “gusanillo” que le viene a los deportistas cuando se acerca esa competición que esperan tanto, pero a los entrenadores también les suele pasar. ¿Empieza a notarlo?

Sí, ahora estoy muy concentrado en el seguimiento de las jugadoras, de esa lista larga de 25 o 30 jugadoras que estamos manejando, tanto el staff técnico como médicos, preparadores físicos, etcétera. Cada vez que hay una jornada estamos con cuatro ojos puestos en todas las jugadoras, vigilando los momentos de forma y que todo el mundo llegue bien de salud al final de liga, que al final es lo más importante. Ya estamos en modo casi precompetitivo, porque a mediados de junio nos concentramos.

Miguel Méndez posa en el Pazo de Raxoi tras su visita a Santiago de Compostela Jesús Prieto

¿Con qué ilusión afronta estos Juegos Olímpicos? ¿Con algún objetivo marcado?

Los Juegos Olímpicos son especiales. No he tenido la suerte de disputar ninguno, pero sí que es como el final de un ciclo. En todos los deportes, incluso fíjate que hay elecciones presidenciales a todos los deportes, se basan en el ciclo de año olímpico. Quiero decir que abre y cierra ciclos. Creo que ha sido un momento donde se ha hecho una reestructuración importante en la plantilla, después de Tokio, donde ha habido jugadoras que primero han cambiado su rol, con jugadoras que estaban en los puestos 9, 10, 11, y 12 del equipo, pues que han pasado a estar en los puestos del quinteto o primeros cambios. Después han entrado también jugadoras jóvenes. Fíjate que del último europeo en el que hemos jugado, en el 2023 en Eslovenia, al Olímpico en este 2024, han cambiado cuatro jugadoras. Hay muy poquito espacio. Algunas por presión que no han podido estar y otras por elección, pero constantemente van cambiando. Después de los Juegos Olímpicos vendrá otro momento de cambio importante.

De este ciclo del que habla, ¿qué diría que ha cambiado en la selección hasta este punto?

Los cambios son sobre todo de personas. Cuando cambias el staff, al jefe del staff, hay formas diferentes de hacerlo. Al final, el equipo nacional es un equipo con un estilo muy definido. Todos somos españoles, tenemos las virtudes y los defectos de nuestra forma de ver la vida y de nuestra forma de pensar. Desarrollamos un juego muy a la española, muy reconocible en los campeonatos. Tenemos una defensa muy agresiva, de un alto grado de intensidad, de conseguir puntos desde la defensa a campo abierto y de repartir mucho las situaciones de tiro. A pesar de no tener pivots dominantes, en algún momento hemos hecho que nuestras pivots fuesen importantes en el equipo y esto es algo que va en mi catecismo. Creo que son sobre todo decisiones personales. Al final, cuando te contratan para un trabajo, te contratan para hacerlo a tu manera.

¿Qué cambió en usted desde que llegó?

Llevo muchos años trabajando en selecciones de formación, desde el año 2001. Han pasado unos cuantos años (risas). En los últimos años, he trabajado en diferentes países, en equipos diferentes, pero nunca había estado con la selección absoluta. Entonces, darte cuenta del impacto que tiene, mediático y de toda la responsabilidad que implica ser el último eslabón de la cadena, la punta de la pirámide de muchos entrenadores que trabajan en muchos clubes, directivos, árbitros y oficiales de mesas que desarrollan la labor con las jugadoras para que, al final, tú tengas la suerte de dar el último paso y de ser el afortunado que las dirige. Pero hay mucha gente por detrás trabajando y que son mucho más anónimos. Entonces, con eso muy claro y con los pies muy en el suelo.