Baloncesto | Blanca Millán Modia Jugadora del Ensino de Lugo

“Cuando llegan los premios, no es una sorpresa, es una recompensa al trabajo”

La compostelana es una de los grandes referentes del baloncesto en la capital gallega

La jugadora compostelana Blanca Millán en una foto de archivo

La jugadora compostelana Blanca Millán en una foto de archivo

Blanca Millán Modia (18 de mayo de 1998, Santiago de Compostela) es una de las grandes referentes del baloncesto en la capital gallega. La jugadora, enrolada ahora en las filas del Ensino de Lugo, se formó en el colegio Peleteiro y llevó su carrera a la NCAA estadounidense para crecer como jugadora. Esta temporada ha vivido una lesión que la ha tenido apartada de las pistas y que le ha hecho aprender y crecer como jugadora, ansiando su regreso a la cancha.

¿Cómo vivió su regreso a Santiago y al campus Peleteiro?

Volver a casa siempre te hace feliz y ahí pasé momentos muy buenos en mi etapa de formación. Ver a los niños y a las niñas disfrutar como disfrutaba yo cuando estaba ahí como jugadora me hace recordar momentos que yo también pasé. Entonces, estoy súper contenta de poder hacerlo, sea como entrenadora o como jugadora, los máximos años posibles.

¿Cómo era Blanca de pequeña?

Era una niña súper tímida a la que le daba vergüenza hacer todo, pero en el baloncesto hacía lo que hiciera falta porque era algo que me gustaba mucho. Tenía un montón de energía, siempre estaba moviéndome y quería entrenar, entrenar y entrenar, que era lo que más me gustaba del mundo. Ahí también me gustaba estar porque pasaba el tiempo con amigos y conocía a mucha gente y aunque era tímida también me gustaba.

¿Alguna vez pensó que podía llegar a donde está ahora?

No, yo creo que no, que cuando empecé a jugar jugaba porque era algo que me gustaba, que me divertía. Como te dije, conocía gente, jugaba con amigos y con amigas, jugaba con mi hermana y era un deporte con el que había crecido porque mis padres jugaron. Cuando era muy pequeña a mi padre aún me dio tiempo a ir a verlo jugar algún partido. Entonces, eso era una forma de pasar el tiempo, de hacer deporte, de estar activa y jugaba para pasármelo bien. Cuando entrenaba aprendía cosas nuevas y al final eso me enganchó. Siendo ya bastante mayor decidí que quería ser profesional. Pero de pequeña en ningún momento.

Estoy trabajando muchísimo más que si no estuviera lesionada para volver al nivel en el que estaba

¿Está recuperada de su lesión o falta poco para que pueda volver a las pistas?

Es una lesión de muy larga duración, y aunque llevo cinco meses, me quedan otros cinco o un poquito menos. Pero bueno, aún me queda mucho. Sí que es verdad que voy mucho mejor y estoy trabajando muchísimo más que si no estuviera lesionada para volver al nivel en el que estaba. Con estas lesiones no es fácil de decir lo que pasa, porque hay una semana que estás al trescientos y una que estás al cien. Es muy importante intentar mantener el equilibrio y estar siempre lo mejor posible, aunque a veces surge algún que otro contratiempo que no te esperas. Entonces, sí que estoy empezando ya a trotar, a saltar, a hacer más cosas, pero aún me queda mucho camino para poder estar al cien por cien y estar en las pistas.

Imagino que cuando pueda volver a las pistas lo hará con muchas ganas de demostrar todo lo que no pudo esta temporada...

Sí, aunque creo que algo importante que te enseñan estas lesiones es a pensar en el día a día. Hoy estás bien y mañana estás lesionado. Obviamente, ahora tengo muchas ganas, llevo desde diciembre sin jugar, que al final era la mayor parte de mi vida y eso sí que duele. Tengo muchas ganas de poder estar de vuelta y darle al club el cien por cien, ya que ellos me han dado toda la confianza del mundo y me arroparon desde el día que me lesioné. De alguna manera quiero devolverles eso.

Intuyo, por lo tanto, que seguirá en el Ensino...

Sí, ya renové. Estar en casa es un lujo y poder representar a Galicia en un equipo como el Ensino, pues es algo que hay que aprovechar. Y como dije, desde la lesión estuvieron ahí para mí, con todo lo que necesitaba y demás. Creo que es algo bonito volver a jugar ahí y ojalá poder darles algún que otro título y acabar la temporada que había empezado el año pasado.

¿Qué lleva a una santiaguesa a la NCAA?

Creo que me llevé a mí misma, siendo como era yo, con mi cultura y con mi idioma. Creo que en ningún momento perdí eso, no perdí mis valores. Simplemente tuve que adaptarme a algo completamente nuevo, pero también intenté enseñarles lo que yo sabía, lo que yo llevaba: como me educaron a mí y como crecí, tanto deportiva como personalmente.

¿Cómo fue el cambio para usted?

Creo que es algo bueno que tengo, que me adaptó bastante rápido y bien a cualquiera situación nueva. Es un país completamente distinto, obviamente, que tiene unas costumbres que quizá para nosotros sean raras y distintas. Pero al final estuve ahí viviendo cinco años, entonces era o adaptarme o no iba a estar cómoda ahí y lo que yo quería era estar lo más cómoda posible. Entonces sí, al principio cuesta, es todo nuevo: la lengua, la cultura y todo. Es cuestión de estar muy abierto de mente para adaptarte a lo que haga falta. También es ir probando cosas, cosas que te gustarán más, cosas que te gustarán menos... Pero al final es intentar adaptarte a sus cosas de la mejor manera posible.

La mayoría de reconocimientos le llegaron en su segunda temporada. ¿Cómo lo vivió?

Yo iba sin expectativas. Sabía que me iba a costar, porque daba el salto de un equipo de colegio a una competición fuerte y sabía que me iba a costar. Ese primer año no lo hice mal, pero no estaba jugando a mi mejor nivel. Yo siempre les doy las gracias a mis compañeras y a mis entrenadores, porque fueron ellos los que cada día me exigían más, me hacían entrenar más fuerte. Todo eso durante toda la pretemporada del segundo año sabía que estaba ayudándome a mejorar. Sabía que me estaba haciendo más fuerte y mejor. Al final, cuando llegan los premios, no es una sorpresa, porque es una recompensa a todo el trabajo hecho y a todo el trabajo que ellos me hicieron hacer. Entonces, obviamente, te ayuda a querer más, a seguir queriendo entrenar más y mejor, a añadir cosas nuevas a tu juego, a estudiar más el juego. Es como un ciclo, un círculo en el que cuantas más cosas te dan, más cosas quieres. Esa fue un poco la mentalidad que llevé al tercer, cuarto y quinto año. Estoy ganando cosas pero quiero más y quiero más cosas que sepa que van a ayudar al equipo, no a mí, sino al equipo a ganar anillos y ganar títulos.

Me gustaría volver a Estados Unidos para aprender a entrear e ir viendo si me gusta y se me da bien

Usted jugó en Maine, donde es típica su langosta. ¿Es mejor el marisco gallego o la langosta de Maine?

(Risas) cuando estás fuera echas de menos lo que tienes en casa. Entonces, obviamente, yo siempre me quedaría con el marisco gallego. Pero es verdad que la langosta de Maine no está nada mal y si podía la comía una o dos veces por semana.

¿Qué supuso para usted el regresar a España y, en concreto, a Galicia como jugadora profesional?

Fue un cambio brusco. Allí en la NCAA estás con jugadoras que estaban entre los 20 y los 25. Fue llegar a una de las mejores ligas del mundo, donde hay jugadoras que llevan 20 años en la liga y con mucha experiencia. Yo llegué y no llevaba nada, entonces eso se nota mucho. Me costó mucho adaptarme, tuve que trabajar aún más y tuve un periodo de adaptación que fue bastante largo. Pero es todo como dije, cuestión de adaptarse, de hacerlo lo más rápido y lo mejor posible. A partir de ahí fui entendiendo las cosas, entendiendo mi rol en cada equipo, entendiendo lo que quería cada entrenador de mí y, desde ese punto, haciéndome mejor.

La sensación que da, por todo lo que ha comentado, es que en un futuro se plantea la idea de ser entrenadora...

Sí, yo no sé si seré entrenadora al 100%. Ahora mismo no te puedo decir sí o no, pero que es verdad que es algo que está vinculado al baloncesto. Me gustaría volver a Estados Unidos para aprender y, bueno, a partir de ahí viendo si me gusta y si se me da bien, porque no es fácil. Me gustaría seguir vinculada el baloncesto.