Galicia recicló el pasado año 8.620 Tn de aceites usados de origen industrial

El 37% de los lubricantes procedentes de 11.000 establecimientos se regeneró, evitando el consumo de 1,1 millones de barriles de petróleo

La cifra de residuos contaminantes de las embarcaciones fue de 783 Tn

Imagen de archivo del cambio de aceite del motor de un vehículo en un taller de mecánica, la actividad que más lubricantes usados genera

Imagen de archivo del cambio de aceite del motor de un vehículo en un taller de mecánica, la actividad que más lubricantes usados genera / Sigaus

La economía circular avanza en la comunidad gallega, en gran medida gracias al cada vez mayor despliegue de medios para la recogida y tratamiento de aceites usados y al aumento de la concienciación, especialmente en el ámbito industrial.

En los 122 puertos adscritos a la Comunidad Autónoma de Galicia (entre la mayoría, pues no todos tiene actividad) se recogieron el pasado año 407,69 toneladas de aceite usado; 170,51 de aguas hidrocarburadas de sentinas; 81,42 de residuos sólidos de buques mercantes; 45,92 de aguas sucias; 30,68 de envases contaminados; 27,96 de residuos de cocina de los buques; 9,48 de filtros de aceite; 8,93 de absorbentes; 0,4 de pinturas; 0,3 de lodos de separadores; y 0,069 de pilas y baterías.

Contenedores para aceites usados en el puerto de Ribeira / ecg

Contenedores para aceites usados en el puerto de Ribeira / ECG

Por otra parte, el 37% del aceite industrial usado recogido en Galicia durante el pasado año se destinó a la regeneración, el tratamiento que permite convertir el residuo en nuevos lubricantes. El 63% restante del aceite usado se destinó a valorización energética, produciendo un combustible similar al fuel óleo, según el informe de Sigaus (Sistema de Gestión de Aceites Industriales Usados en España), que a través de una red de cerca de 160 empresas gestoras especializadas en la recogida, análisis y tratamiento de este residuo peligroso, valoriza el 100% del aceite usado recuperado en todo el territorio nacional conforme a la ley medioambiental vigente.

En 2022, más de 11.000 establecimientos gallegos de todo tipo generaron 8.620 toneladas brutas de aceites industriales usados. En concreto, se recogieron 3.527 toneladas en 91 concellos coruñeses; 1.277 toneladas en 63 concellos lucenses; 1.153 toneladas en 78 concellos ourensanos; y 2.663 toneladas en 59 concellos pontevedreses. La cantidad total incluye un 9% de impropios, como agua o sedimentos. Más de la mitad de esos establecimientos fueron talleres mecánicos (establecimientos multimarca, multiservicios, concesionarios, mecánica rápida, etc.), constituyendo la actividad de mayor generación de este residuo peligroso: el 53% del volumen total recuperado en esta comunidad por Sigaus.

El resto del residuo se recogió en sectores muy heterogéneos, como la industria, la agricultura, el comercio, la hostelería, el transporte o la construcción, y puntos de generación muy diversos, como hospitales, instalaciones militares, campos de golf, centros educativos o puntos limpios, entre otros, que sumaron 2.393 establecimientos (el 47% del total).

El consumo de lubricantes en actividades económicas tan diversas conlleva que los aceites usados resultantes se generen de manera muy fragmentada y dispersa en el territorio, lo que requiere de una operativa compleja y costosa. Durante el pasado año, a través de la red de gestores que recogen aceites usados, se llevaron a cabo 11.241 recogidas en los 291 municipios gallegos en los que se generó este residuo.

Un gran número de recogidas tuvieron lugar en áreas rurales, donde se ubican el 28% (1.780) de los establecimientos atendidos por Sigaus. En ellos se recuperaron 2.444 toneladas de aceites industriales usados. La recuperación del residuo en este entorno es especialmente importante, ya que la mayoría de zonas vulnerables desde el punto de vista medioambiental (como espacios naturales protegidos, ríos o embalses) se encuentran en el medio rural.

Galicia se caracteriza por una gran riqueza natural. En 2022 Sigaus recogió 944 toneladas de aceites usados en las inmediaciones de 15 espacios protegidos (parques naturales, reservas de la biosfera y zonas Ramsar). Sólo en los alrededores de la Reserva de la Biosfera de Terras do Miño se recogieron 366 toneladas de aceites usados en 293 establecimientos. En el entorno del parque natural de Corrubedo (perteneciente al municipio barbanzano de Ribeira) se recogieron 600 kilos; en el de Fragas do Eume, 700; y en el del Monte Aloia, 1.950 kilos.

Ríos, lagos y embalses

Por otro lado, en el entorno de recursos hídricos (como ríos, lagos o embalses), se recogieron 152 toneladas de aceites usados generados en 81 establecimientos ubicados a menos de 250 metros. La recuperación del residuo en estas áreas es vital, ya que un vertido de aceite industrial usado en el agua puede perdurar durante quince o veinte años, impidiendo su oxigenación y dañando gravemente los ecosistemas existentes en estos entornos acuáticos.

En Galicia, el 37% del aceite usado gestionado durante el pasado año fue tratado mediante regeneración, el tratamiento ambientalmente prioritario. El volumen de residuo destinado a este proceso, 3.679 toneladas, permitió la producción de 2.303 toneladas de nuevos lubricantes.

Notable reducción del CO2

Gracias a esta gestión, se evitó el consumo de los 1,1 millones de barriles de petróleo que habrían sido necesarios para fabricarlos mediante el refino del petróleo. Además, la regeneración de aceite usado gasta menos energía y emite menos gases de efecto invernadero que la producción de lubricantes de primer refino.

En este sentido, la regeneración del aceite usado evitó la emisión a la atmósfera de 2.454 toneladas de CO2. Los aceites usados que no fueron destinados a regeneración, 6.289 toneladas (63%), se sometieron a un proceso de descontaminación mediante procesos físicos (decantación, centrifugación y filtrado) y reactivos químicos para convertirlos en combustible de uso industrial, de características similares al fuel óleo tradicional, que se utiliza en centrales térmicas, cementeras, papeleras, equipos marinos, etc.

Gracias a este tratamiento, se evitó la emisión a la atmósfera de 3.446 toneladas de CO2 y el consumo de más de 648.000 barriles de petróleo que se habrían necesitado para fabricar ese combustible a partir del petróleo, según explican desde Sigaus.