La Xunta cifra en treinta las playas afectadas por el vertido de pellets plásticos del 'Toconao'

Un informe oficial descarta la toxicidad de las microbolas // Medio Ambiente, que no ve motivos para subir la alerta, movilizó a 200 efectivos // Fiscalía va a investigar el accidente 

Técnicos de la Xunta retirando microbolas plásticas en una playa

Técnicos de la Xunta retirando microbolas plásticas en una playa / Xunta

Suso Souto-Mateo G. Triñanes

La marea de pellets en Galicia, formada por microbolas procedentes de la carga perdida por el mercante Tocanao el 8 de diciembre en aguas portuguesas afecta ya, según la Xunta, a unas 30 playas gallegas (cifra que el colectivo Noia Limpa eleva a 57) de una treintena de concellos.

El conselleiro de Mar, Alfonso Villares, cifró en 200 los efectivos técnicos movilizados por la Xunta que trabajan para retirar los pellets y agradeció el trabajo de los voluntarios, pero pidió “calma”: “A veces, si es mucha gente en la playa, se puede hacer más mal que bien”, dijo.

La Xunta dijo que los voluntarios que quieran sumarse a la recogida en el Parque Nacional das Illas Atlánticas deben solicitar permiso para hacer limpiezas protocolizadas que no alteren los ecosistemas.

Con todo, tras el análisis realizado por encargo de la Xunta, el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial (Cetim) confirmó que se trata de PET’s (tereftalato de polietileno) y que “no es tóxico ni peligroso”. La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, dijo es un tipo de plástico utilizado para el envasado de alimentos y botellas.

El vertido de microplásticos alcanzó, aunque en pequeñas cantidades, las islas de Sálvora y Ons, y llegó a la Mariña lucense. Las microbolas llegaron también a la costa asturiana (concretamente a las playas de Xilo y Aguilar, en Muros de Nalón, ante lo que el Principado activó este lunes el Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental). La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, expresó al Gobierno asturiano la disponibilidad del Ejecutivo central para ayudar frente al vertido de pellets de plástico “tan pronto se solicite”. Cantabria está en alerta y activó un plan de vigilancia en las playas de la costa occidental.

Operarios de Medio Ambiente del Principado de Asturias vigilando la posible llegada de microplásticos a una playa

Operarios de Medio Ambiente del Principado de Asturias vigilando la posible llegada de microplásticos a una playa / Principado de Asturias

La Delegación del Gobierno en Galicia informó este lunes de que el buque Toconao, con bandera de Liberia y que perdió hasta seis contenedores en aguas portuguesas, vertió al mar 26,3 toneladas de pellets de plástico, además de otros contenedores con neumáticos y papel film.

El Ejecutivo central ha detallado que según el representante de la armadora del barco, Maersk, lo que transportaba el contenedor eran “1.050 sacos de pellets, de 25 kilos cada uno”, es decir, un total de 26.250 kilos de microbolas de plástico.

El barco Toconao también perdió otros cinco contenedores que, según ha indicado la Delegación del Gobierno en Galicia, llevaban “pasta de tomate, neumáticos, barras de aluminio y rollos de papel film”.

La Unidad Especializada en Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado abrió diligencias de investigación sobre este accidente marítimo que provocó la marea plástica.

Y ya en respuesta al requerimiento del Gobierno central para elevar el nivel de emergencia como requisito para poder materializar su colaboración, la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, dijo que “no tenemos motivos para ello porque hay unos criterios establecidos; ni los técnicos ni los científicos lo ven necesario”.

“Lo que no puede ser es que un ministerio ofrezca colaboración y otro nos diga que, para ello, tenemos que elevar el nivel de alerta”, indicó. “Si quieren colaborar, no tenemos por qué elevar el nivel”, añadió.

Durante una visita a Aguiño (Ribeira), la representante autonómica dijo que la Xunta empezó a recoger las microbolas el pasado día 3 “al recibir la primera comunicación oficial del Gobierno central de que un barco había perdido un contenedor con microbolas en aguas portuguesas”. “Lamentamos que nos informase mucho después de que tuviese la confirmación de este hecho y que no habilitase el sistema de contingencia contra la contaminación marítima. El Ejecutivo central nos exige un trabajo que ya estamos realizando desde que tuvimos la información. En todo caso, es el momento de recoger los plásticos, de ser transparentes y de dar toda la información; de trabajar, no de embarrar. Si alguien tiene que pedir responsabilidades, somos nosotros al Gobierno central, no a la inversa”, señaló.

Ángeles Vázquez, centro, este lunes en Aguiño

Ángeles Vázquez, centro, este lunes en Aguiño / Suso Souto

La conselleira instó al Gobierno central “a decirnos de una vez por todas el número de toneladas de microbolas que cayeron del barco, porque en el mar la responsabilidad sobre el transporte le corresponde al Gobierno de España, que tenía que haber hecho antes los deberes y activar en el mar lo que le corresponde: el protocolo para frenar la contaminación marítima. No lo hizo. La Xunta activó el 3 de enero el plan Camgal, primero en fase de prealerta y ahora en fase de normalidad”. 

Asimismo, explicó que “no tenemos la ficha del producto. Tuvimos que recogerlo y analizarlo. Ahora ya sabemos sus características. Si hubiésemos esperado a que lo hiciese el Gobierno de España hoy aún no sabríamos de qué estamos hablando”. “Ahora reclamamos una ayuda que no nesesitaríamos si el Estado hubiese hecho su trabajo en su momento: recoger los sacos de pellets cuando supo que un barco había perdido la carga. Algo que no hizo alegando que era muy complicado: lo mismo de complicado que recoger ahora los millones de microbolas en las playas”, añadió Vázquez. Sobre la posible afectación a peces y aves, dijo que “tenemos habilitados los centros de recuperación de fauna y no hay ningún ejemplar afectado”.

Marinella Farré, investigadora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, advierte que los pellets de plástico podrían llegar “a toda la costa del Cantábrico” y urge a retirarlos “lo antes posible” para evitar “un mayor impacto”. “Es una carrera contrarreloj”, añadió. Además, dijo que cada microbola podría tardar en desaparecer del medio marino “entre 50 y 70 años” y que existe el “peligro” de que peces grandes coman estos pellets y mueran “atragantados o con un tapón en el estómago”. 

Por su parte, la asociación ecologista Arco Iris pidió la movilización de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para la retirada de los pellets.

El presidente de la Federación Nacional de Cofradías, Basilio Otero, dijo que el vertido de pellets permanecerá “meses o años pululando” por el litoral, y que las barreras de hidrocarburos podrían haber servido para “recoger las bolitas” antes de que estas “llegasen a tierra”.

La Asociación Española de Titulados Náutico-Pesqueros considera que el vertido de plásticos “deja en ridículo” el funcionamiento de los dispositivos de vigilancia costera y de control medioambiental que desempeñan, respectivamente, Estado y Xunta, lo que supone “una nueva vergüenza internacional al nivel del Prestige”. Añade que la marea plástica “evidencia la escasa operatividad” del sistema de vigilancia costera.