Cocido para 800 en Ames: “Estaba boísimo, moito mellor que o do ano pasado, e con baile”

El pabellón de Milladoiro acogió la comida del Concello para homenajear a sus mayores

Aplaudieron la calidad de la cacheira y la abundancia de los platos, sin olvidar los sorteos

Cocido para 800 en Ames

Antonio Hernández

Ochocientos mayores de Ames se lo pasaron de miedo compartiendo un monumental cocido en el pabellón de Milladoiro. Fue el Concello el que invitó a este xantar de Entroido, y el alcalde logró lo que hasta hace unos meses se antojaba inverosímil: compartir disfraces, de los años 20... con la oposición del PP. Además, como no podía ser de otra forma, los comensales se ofrecieron a valorar el típico plato para este diario: “Boísimo, moito mellor que o do ano pasado” y además “con baile incluido”, según certificaba Lola acompañada por sus amigas.

El regidor, que acudió con buena parte de la Corporación y técnicos municipales –ataviados, además, como es debido–, también quiso dirigirse a los vecinos de más de 65 años allí reunidos, trasladando que “os maiores son unha parte esencial da nosa sociedade. O Martes de Entroido no Concello de Ames será sempre o seu día e, este cocido, unha forma de agasallalos e recoñecer toda unha vida de esforzo. Este é un día para que desfruten e o pasen en grande”, trasladaba a estos veteranos.

Luego llegaría el momento de darle ritmo al tenedor, certificando Lola y compañía que “a cacheira estaba no seu punto, e o botelo, que nunca probara, tamén moi ben; todo perfecto e abundante, e para o final, orellas e chupito de licor café”. Precisamente, a su término, los más atrevidos (en el buen sentido) se lanzaron a danzar con el dúo Matices, que amenizó la celebración con su música de siempre. “Hai moitísima xente bailando”, acreditaban de nuevo desde el grupo de amigas que conforma el coro Elelas de Milladoiro, que está claro que sobre mover el bullarengue y del tema lírico, van más que sobradas.

Hubo, asimismo, tiempo para los premios, y se reconocieron con tres cestas de productos de temporada a los asistentes mejor caracterizados, sorteándose además otras tantas entre los cientos de presentes.

Por haber, hubo incluso un photocall para inmortalizar la velada, así como un servicio de autobuses que no solo facilitó la asistencia al evento, recorriendo las parroquias para recoger a los festeiros que lo solicitaron, sino que también sirvió para devolverlos a su casa al terminar la colorida cita de Entroido.

 Finalmente, otro de los detalles que resaltaron los asistentes fue la estética y cantidad de camareros que se coordinaron como pocas veces para asegurar que las fuentes llegaran calientes a cada mesa. Y eso sí, para la próxima edición no estaría de más que los invitados siguieran el ejemplo de sus políticos, y se disfrazaran como Dios manda. Es solo un día.