ÚLTIMA SESIÓN

Juicio al exjefe de Policía de Boiro: no tramitó denuncias porque "tenían errores" y dice que "seguía instrucciones"

La Fiscalía no ve delito de prevaricación

La acusación considera que su actuación era "arbitraria"

Vehículo de la Policía Local de Boiro

Vehículo de la Policía Local de Boiro / FAC USO

E.P.

El que fuera jefe de Policía Local de Boiro, que se sienta en el banquillo acusado de prevaricación en la tramitación de multas, ha afirmado este viernes que no tramitó esas denuncias porque "tenían errores" y "seguía instrucciones" del instructor para que no se "sobrecargara" el servicio con multas que "iban a terminar en archivo".

El acusado ha comparecido en la última sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña, en su sede compostelana, por la gestión de multas en el municipio coruñés y para determinar si intervino en la no tramitación de algunas de estas denuncias antes de ser suspendido en verano de 2019.

En su declaración, ha asegurado que su cometido era principalmente la "organización interna" de la comisaría y que, en cuanto a las denuncias, las "contabilizaba" y separaba aquellas que debía remitir a la jefatura de Tráfico de las que iban vía municipal.

Las de Tráfico, ha añadido, las remitía él mismo, mientras que las demás se las "devolvía" a los agentes para que cumplimentasen los atestados y añadiesen los elementos necesarios, como fotos. Entre otras cosas, ha apuntado que eran los agentes los que señalaban si la denuncia iba al ayuntamiento, a Tráfico o era nula. La lista de denuncias, ha añadido, la hacía bien él o bien otros agentes.

Antes de remitir las denuncias al ayuntamiento, ha dicho ante el tribunal, había "que comprobar si iban correctas" y, "si no había foto o no se veía correctamente, no se mandaba". "Yo tenía reuniones con los instructores, que nos daban las pautas a seguir", ha añadido, apuntando que el instructor le trasladó que "había mucho volumen de trabajo" y lo instó a no remitir aquellas denuncias que estaban incompletas, porque "iban al archivo".

"Seguía instrucciones de que las que tenían errores no se enviasen", ha apuntado el acusado, que ha respondido a preguntas de Fiscalía y de su defensa, alegando que él "nunca entró a valorar las multas".

El Fiscal no ve prevaricación

Durante sus conclusiones finales, el Fiscal, que no ha presentado escrito de acusación, ha asegurado que no ve prevaricación en los hechos que se juzgan y, en todo caso, de haberla, ha recordado que estaría "prescrita".

Para Fiscalía, el acusado "era un mero tramitador" y no hay constancia de que tuviera "capacidad de anular multas" si no, como mucho, de ocultarlas.

"Su posible decisión no se proyectó en una decisión administrativa, y la deslealtad no es lo mismo que una decisión administrativa", ha dicho el representante del Ministerio Público, apuntando que, si se produjo ocultación de denuncias "puede ser otro delito o llevar consigo un expediente disciplinario, pero no es prevaricación".

La defensa, por su parte, ha recordado que el procesado "ya fue expedientado" y apartado de su puesto, aunque, ha añadido, "no existe la más mínima prueba de cargo de que ocultó multas a sabiendas".

La abogada de la defensa ha señalado que el acusado "recibía instrucciones" del encargado de tramitar las multas y no hizo ninguna ocultación "voluntaria" dentro de un sistema de gestión de multas que ha considerado "heterodoxo y precario".

La letrada ha recordado que, aunque en la causa obran una veintena de multas de personas supuestamente relacionadas con el procesado, el número de multas no tramitadas o anuladas en la Policía de Boiro es "elevadísimo" y de ello no se acusa al exjefe.

Para la acusación, por el contrario, ha quedado "acreditado" que "no se tramitaban aquellas multas con respecto a las que el acusado tenía algún tipo de interés" y ha visto su actuación "arbitraria".