El Obradoiro tira de su talento exterior para mantener al Granada en el pozo

Los hombres de Moncho Fernández anotaron catorce de veintiún triples para batir a los nazaríes por 88-83 / Léo Westermann fue el jugador más destacado del partido con 18 puntos y 8 asistencias, acompañado de Kassius Robertson con 21 puntos

lance del partido entre el Obradoiro y el Granada en Sar.

lance del partido entre el Obradoiro y el Granada en Sar. / Antonio Hernández

 El Multiusos Fontes do Sar acogía un partido de vida o muerte para el Coviran Granada, mientras que los hombres de Moncho Fernández llegaban con tranquilidad sabiendo que ya estaban matemáticamente salvados. Pese a todo, como bien indicó el técnico del Obradoiro en la rueda de prensa del partido, sus chicos solo piensan en sumar en los cuatro partidos que le quedaban por afrontar.

Para este primer choque del tramo final, los compostelanos eran sabedores de que llegaba un equipo que iba a enseñar los dientes desde el salto inicial y en el que si querían ganar tendrían que luchar con un esfuerzo titánico. Will Magnay, gran duda del Obradoiro para este partido, finalmente aparecería en la convocatoria a sabiendas de que los nazaríes se hacen fuertes por dentro y al Obra no le sobra ningún jugador en esos puestos.

Mientras, los visitantes se presentaban con su nuevo y flamante fichaje, Joe Thomasson, con el que esperaban buscar más armas con la que afrontar la salvación. Entre los jugadores que podrían ser baja, el Granada lograba recuperar a Luke Maye y se quedaba sin Cristiano Felicio. Aún así, llegaban para morder y el Obra tendría que trabajar mucho para sacar la victoria para no decepcionar a su afición y a su invitado especial en el palco, Nate Davis, ex de los compostelanos y del OAR Ferrol.

La contienda daba comienzo con el salto inicial entre Rubén Guerrero y Youssou Ndoye, cayendo para los visitantes, que rápidamente perderían la posesión por pasos de Thomasson y que el Obra devolvería del mismo modo por medio de Léo Westermann. Thomas Scrubb abriría la lata en un partido que comenzaría con dos equipos imprecisos y apresurados en ataque.

Con poco más de siete minutos de cuarto por jugar, Westermann y Maye (5-4) tratarían de animar cada uno a sus equipos en ataque anotando un triple cada uno, pese a todo las faltas en ataque del Granada y las imprecisiones del Obradoiro mantenían un partido errático para los dos conjuntos. Los locales eran inteligentes en defensa, con Westermann sacando dos faltas en las posesiones de sus rivales, comandando a los suyos en ataque y poniendo otro triple (11-6).

Con poco menos de cuatro minutos, los dos equipos calentarían las muñecas, con más acierto desde el triple y agresividad hacia el aro, lo que se tradujo en los mejores instantes ofensivos del cuarto, en los que el Obra seguía dominando y lograba cerrar los diez minutos iniciales con 19-14. Los compostelanos saldrían reforzados en el triple con 5/7 anotados, pero con un mal 1/6 en tiros de dos.

Al inicio del segundo cuarto los dos equipos entraba con ganas de mejorar su ritmo ofensivo con un triple de Álex Suárez y una bomba de Christian Díaz (22-16), canastas que sirvieron como un grito para animar a sus compañeros de cara al aro. Y ambos respondieron, especialmente los locales al poner por primera vez con diez por encima de sus rivales (28-18) a poco más de dos minutos del arranque del segundo cuarto.

Pese a ello, Thomasson y Ndoye, en ataque, y la rocosa e intensa defensa del Granada responderían de inmediato para tratar de revertir la situación, acercándose a los locales con el 28-24. Moncho pediría un tiempo muerto para tratar de volver a frenar a sus rivales, pero una falta de Marek Blazevic que pidió revisar el técnico compostelano concedía dos tiros libres para Ndoye, que no fallaba (28-26) y que encendían la Caldeira.

Con el fuego encendido en el Fontes do Sar, aparecerían Kassius Robertson con un triple agotando la posesión y Thomas Scrubb en una contra en la que tiraba de filigrana, pasando el balón por su espalda, para batir a su rival sacando un dos más uno que levantaba a la grada y forzaba el tiempo de Pablo Pin, tras el cual Thomas fallaba el adicional (35-26).

En el tramo final de la primera parte y con Westermann dirigiendo a los locales en ataque, el Obradoiro se mostraría dominante y pondría tierra de por medio para irse al descanso con el 43-32. Moncho se iba con buenas sensaciones en ataque de sus chicos, con 9 de 12 en triples y 7 de 14 en tiros de dos. El Alquimista preparó a los suyos sabiendo lo que buscaba el Granada en sus acciones ofensivas, donde trataban de aprovechar los minutos de Ndoye con Blazevic en pista en el poste para generar. Mientras, Pin debía de buscar las herramientas que permitieran frenar el ritmo compostelano, especialmente por fuera para evitar que siguieran sumando de tres en tres.

Volvían los dos equipos a la pista, que arrancarían con un intercambio de canastas que ponía el 48-36 con un mate de Ndoye ante Guerrero, donde el jugador atacante sacaría una falta y se llevaría también una técnica que anulaba el tiro libre adicional. El pívot del Obradoiro saldría lastimado con una herida en la cabeza y entraría Blazevic para sustituirlo, con lo que Pin mantendría el planteamiento de trabajar sobre el poste con el lituano en pista. En ese instante Westermann aparecería para “vengar” a su compañero con una bomba y un triple que ponían el 55-40.

Rápidamente responderían los nazaríes con dos triples de Alex Renfroe y un alley-oop de Thomas Bropleh para Ndoye, volviendo a escapar de la diferencia de diez puntos (57-50). A partir de ahí ambos equipos intercambiarían canastas y tiros libres, con técnica de por medio para Pin al reclamar pasos en una transición en ataque de Magnay que daba un tiro libre efectivo de Kass, seguido de una falta de tiro sobre el pívot australiano que encestaba uno y ponían el marcador 67-56. Thomasson aparecería para cerrar el cuarto evitando la diferencia de diez puntos (69-60).

Comenzaba el último cuarto de mala manera con una antideportiva de Thomasson sobre Blazevic en el poste, que erraría los dos tiros libres tras los que el Obra sacaría otros tres para Phil Scrubb, que no fallaría (72-60). Aún con todo, aparecería Pere Tomàs con dos triples para reponer a los suyos y recortar diferencias con los compostelanos, pero estos no se amilanaron y atacaron con agresividad para recuperar los dos dígitos de distancia con Phil y Kass (76-66), forzando el tiempo de Pin.

En ese instante regresaría Guerrero, con la cabeza vendada para volver a enfrentar a su agresor en pista, pero inmediatamente terminaría expulsado al no poder detener a Ndoye, quien metería uno de los dos tiros libres que le sacó al pívot santiagués. Entraría Blazevic y los de Pin lo tuvieron claro, debían seguir alimentando a Ndoye de balones. El gigante nazarí respondía sacando dos tiros al lituano, encestando uno, y anotando a continuación una canasta que ponía el 78-70.

A partir de ahí Moncho planteó una defensa de ayudas en el poste para tratar de frenar la sangría, pero el Granada seguía sangrando a un Obradoiro que se vio forzado a pedir tiempo muerto a falta de tres minutos por jugar y con el 80-74 en el electrónico. Los locales volverían a pista y llegarían las buenas noticias. Ndoye cometería su quinta falta y saldría expulsado del partido, frenando la fuerza interior nazarí.

Pin sacaría en ese momento un quinteto pequeño con Maye como pívot, cambiando el planteamiento y buscando la anotación exterior. Ambos equipos intercambiarían tiros exteriores, poniendo el 86-80 en el último minuto de juego. Los locales aprovecharían para ganarle segundos al marcador, con fortuna de coger el rebote de un tiro de Kass, al que volvía el balón y el Granada se vio forzado a cometer falta sobre el canadiense con 25 segundos, quien metió sus dos tiros libres. A partir de ahí los locales tuvieron el partido ganado y supieron cerrarlo para sumar una nueva victoria (88-83).