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Noticias de economía

José Manuel Estévez-Saá

José Manuel Estévez-Saá

ESTA SEMANA HAN TRASCENDIDO noticias que afectan a nuestra economía. Por un lado, hemos sabido que España suma unos 22.000 ocupados, y que el paro se ha reducido en casi 11.000 personas, aunque la caída se ha ralentizado, pues en junio había bajado en más de 50.000. De ahí que los nuevos datos no resulten alentadores, sino más bien mediocres. Por otra parte, a nadie se le escapa que, en estas fechas, son el turismo y el sector servicios los que están sustentando estas cifras; es decir, los ámbitos que despreció en su día el ministro de Consumo. La oferta de empleo público ayuda; pero habrá que ver cómo se mantienen los números tras el verano, pues todo indica que los numerosos fijos discontinuos, por ejemplo, en el ámbito de la docencia, están apoyando las cifras.

Sin ser agoreros, sino previsores, debemos recordar que somos el país de la UE que lidera las cifras de desempleo, además de superar los temidos dos dígitos; concretamente, un 11,6% frente al 6,4% de la eurozona (y al 5,9% de la UE). También es triste que sean nuestros jóvenes los que tengan más dificultades para acceder al mercado laboral en Europa. Porque mucho se habla de la crisis económica en Alemania, pero siempre es más fácil capear una recesión cuando se cuenta con un puesto de trabajo, aunque ello implique apretarse el cinturón; algo que tendremos que hacer todos los países de la zona euro, como ya nos advierten desde Bruselas.

Aun así, todavía quedan Fondos Europeos por adjudicar (el Gobierno sólo había ejecutado hasta junio un 16,5%), como demandan presidentes de Comunidades como la gallega. Estos fondos podrían beneficiar el tejido industrial, financiar proyectos innovadores, generar puestos de trabajo de calidad, y ampliar el abanico de sectores económicos en Galicia y el resto de España. Es una oportunidad que no debemos perder ni por tener un Gobierno en funciones que, al paso que vamos, seguirá así hasta bien entrado el otoño, ni debido a las desavenencias ideológicas entre el Gobierno central y las Administraciones autonómicas. Sólo así lograremos un reparto justo y una inversión transparente de las ayudas europeas.

España tiene que madurar; y esa tarea les corresponde a nuestros líderes políticos; pues son muchas las empresas que han hecho los deberes presentando proyectos innovadores y pioneros que podrían impulsar sectores como el industrial y el tecnológico, además del turístico y el de servicios. Se trata de una labor urgente que va más allá de unos chantajes políticos miopes que intentan jugar con la financiación de ciertas autonomías en detrimento de otras. Mientras nuestros representantes no tengan altura de miras, no lograremos corregir las cifras que nos ruborizan en la UE, ni aliviar a ese 52% de empresarios que se muestran “muy preocupados” por la incertidumbre política.