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Entender la Conciencia

Carlos Pajares Vales

Carlos Pajares Vales

Hace 25 años un joven neurocientífico, Christof Koch, imbuido por el optimismo que daba la aparición de nuevos aparatos y técnicas para explorar el cerebro, como la resonancia magnético funcional, la electroencefalografía y algunos dispositivos cuánticos, apostaba que en 25 años se conseguiría entender como nuestros cerebros producen la conciencia. En contra estaba el escepticismo del filósofo David Chalmers. Uno ahora es un investigador prestigioso en el Instituto de Ciencias del Cerebro de la Universidad de Washington en Seattle y el otro es Director del Centro Mente Cerebro y Conciencia de la Universidad de Nueva York. Ahora, ninguno de los dos se atreve a predecir cuando sabremos cómo el cerebro produce la conciencia porque entre otras cosas no sabemos definir en términos precisos y rigurosos la conciencia, ni cómo puede emerger. Esto no quiere decir que no haya habido grandes avances como es la reciente publicación del atlas del cerebro.

Según Chalmers, la conciencia es todo lo que la persona experimenta: lo que saborea, oye, ve, palpa y siente y es lo que da sentido y valor a nuestras vidas. La conciencia surge cuando un sistema tiene alta capacidad para integrar información entre sus partes. También es la capacidad del cerebro para difundir información entre diferentes regiones y redes.

A pesar de los grandes avances en neurología e instrumentación física aplicable al sistema nervioso no sabemos como surge la conciencia. No solo la conciencia es la única estructura emergente que no conocemos como aparece. De las estructuras vivas, la más elemental, la célula, no sabemos cómo surge naturalmente. Tampoco se ha reproducido una simple célula en el laboratorio. En el caso se la célula se puede describir las partes de la célula, pero no como se integran en un todo. En el caso de la conciencia tampoco conocemos las partes constitutivas que pueden dar lugar a ella como un todo. Desde luego no solo son las neuronas y los enlaces entre ellas.

En todo lo relacionado con la vida, a pesar de los grandes avances dados en los últimos tiempos, se desconoce como surgen las estructuras emergentes. La selección natural darwiniana opera igual que otras leyes de la naturaleza pero no sabemos cómo pueden dar lugar a la emergencia de muchas estructuras. La Ciencia en contra de lo que mucha gente cree solamente conoce una pequeña parte de cómo funciona la naturaleza. Cada vez que hay un descubrimiento importante, se abren ventanas insospechadas a conocimientos nuevos. En cierto sentido, abren ventanas que nos permiten ver nuestro desconocimiento. Es una lección de humildad que nos da la naturaleza.

Sobre la conciencia han reflexionado no solo grandes filósofos y biólogos. Por ejemplo, uno de los padres de la Mecánica Cuántica, Erwin Schrodinger, en su libro Mente y Materia reflexiona sobre las diferentes concepciones sobre el yo y la conciencia en Oriente y Occidente, reflexiones profundas cómo las que hizo en su libro ¿Qué es la Vida?, clave para muchos biólogos. Más recientemente, el también premio Nobel Roger Penrose en su libro La sombra de la mente, sugiere la necesidad de incluir el comportamiento cuántico en la comprensión de la conciencia.