{ balance de la temporada }

Djokovic agranda su leyenda antes de la vuelta de Nadal

Francisco Peña

Francisco Peña

Con la Final 8 de Copa Davis se pone el broche de oro a la temporada, que se disputa a lo largo de esta semana en el Palacio de los Deportes de Málaga. España no va a estar al haber sido eliminada por Serbia en la fase de grupos que se disputó en Valencia el pasado mes de septiembre. Destacar la presencia de los dos finalistas de la Copa de Maestros: Djokovic y Sinner, que defienden los colores de Serbia e Italia respectivamente.

2023 ha sido un año mágico para el único viejo rockero que queda, el gran Novak Djokovic, que tiene en su haber 98 títulos (Jimmy Connors/109, Roger Federer/103, Ivan Lendl/94, Rafa Nadal/92) y que a sus 36 años lleva 282 semanas como Nº 1 del ranking ATP (solamente le superan Roger Federer/310 y Peter Sampras/286). En lo que va de año, Novak, ha ganado siete torneos ATP (tres Grand Slam: Open de Australia, Roland Garros y US Open; dos Masters 1000: Cincinnati y París Bercy, ATP 250 de Adelaida y la Copa de Maestros).

Carlitos Alcaraz, con 20 años, ya suma 12 títulos, ha cuajado una temporada excelente, ganando seis torneos (un Grand Slam: Wimbledon; dos Masters 1000: Indian Wells y Mutua Madrid Open, y tres ATP 500: Conde de Godó de Barcelona, Buenos Aires y Queen´s/Londres), pero tras la disputa del US Open, no rindió al nivel esperado en China (Pekín y Shanghái), en París-Bercy y en la Copa de Maestros celebrada en Turín, dónde se enfrentó en semifinales a Novak Djokovic, que le pasó por encima, mostrando su superioridad en pistas indoor. Medvédev hizo una gran temporada, conquistando 4 títulos ATP, al igual que Sinner (3), han sido los dos tenistas más destacados después de Novak y Carlitos, los dos mejores del mundo en la actualidad.

Comparto la reflexión que le transmitió su entrenador Juan Carlos Ferrero a Carlitos, “que tiene que ser profesional todo el año si quiere aspirar a ser el mejor”. Carlitos es muy joven, tiene margen de mejora y tiene detrás a un gran equipo, queda mucho trabajo por delante antes de que comience la nueva temporada en el 2024, para aprender de las derrotas con humildad y trabajar con intensidad e ilusión para mejorar en todos los aspectos. En China, París y Turín, me ha llamado la atención que en momentos claves de los partidos no supo aprovechar sus oportunidades, se enfadaba consigo mismo y se venía abajo, su lenguaje corporal ya no era el mismo, falto de confianza y de concentración, lo que le llevaba a cometer más errores no forzados de los habituales. Esa faceta psicológica tiene que mejorarla ya que el poder está en la mente, y en tenis es vital. Este punto débil repercutió en la intensidad y velocidad de bola, que ya no era la misma para imprimir ese ritmo demoledor que le caracteriza, al igual que su movilidad en la pista y rapidez de piernas para llegar a la bola en el momento adecuado, lo que te permite ganar en precisión y desarbolar al contrario para rematar el punto.

Roger Federer y Rafa Nadal siempre me cautivaron, siento admiración por ambos, tanto en la vertiente tenística como humana, y en honor a la verdad tengo que reconocer que nunca tuve empatía con el Novak que la lía en la pista, si bien siempre he valorado su enorme calidad tenística, gran preparación física y poderío mental. Sin embargo, siendo objetivo y a tenor de los acontecimientos vividos este año, tengo que reconocer que me ha sorprendido gratamente, el altísimo nivel tenístico que sigue manteniendo Djokovic a su edad, su regularidad a lo largo de toda la temporada, la veteranía -como tira de galones- y capacidad que tiene para gestionar los momentos cruciales de los partidos y sobre todo las finales. Ningún jugador de la llamada ´Next Gen´ está a su nivel, el único que ha demostrado que puede jugarle de tú a tú es Carlitos Alcaraz, como ya demostró en la emblemática pista central de Wimbledon. Djokovic, Maestro de Maestros, es el tenista más laureado de la historia en lo que se refiere a títulos más importantes y prestigiosos conseguidos (24 Grand Slam y 40 Masters 1000, 7 Copas de Maestros, etc.), y eso merece un respeto.

La muy buena noticia que esperábamos los aficionados al tenis es la vuelta inminente de Nadal, todo parece indicar que competirá en el Open de Australia (Melbourne, del 14 al 28 de enero del 2024), tras un año de parón, a causa de la lesión que se produjo en los flexores de la cadera en el partido de segunda ronda del Open de Australia contra Mackenzie McDonald, que se disputó en el Melbourne Park el pasado 18 de enero.

Para el 2024, con la vuelta de Nadal, habrá más competencia y candidatos para ganar los grandes torneos. Además de Djokovic, Nadal y Carlitos, veo muy bien a Medvédev y a Sinner, y también a Rune (se nota la mano de su nuevo entrenador, Boris Beker), sin olvidarme de Zverev (ha vuelto a su mejor nivel) y sin descartar a Tsitsipás, Rublev, Ruud. Confiemos que en el 2024, Rafa y Carlitos nos den grandes alegrías y lleven de nuevo al tenis español a lo más alto, incluida la cita olímpica en París.